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La enfermedad de alzhéimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo hasta las tareas más sencillas. Las personas con alzhéimer también experimentan cambios en la conducta y la personalidad.
Tanto el alzhéimer como la demencia senil son enfermedades neurodegenerativas que afectan la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Aunque muchas personas creen que son lo mismo, el alzhéimer es en realidad una forma específica de demencia, siendo la más común, que representa entre el 60% y el 80% de los casos.
Detectar los primeros signos de estas enfermedades es crucial para un diagnóstico temprano y un control más efectivo de los síntomas. A continuación, te damos las claves para detectar llos 10 primeros síntomas del alzhéimer y la demencia senil para ayudar a las personas a reconocerlos y buscar la asistencia médica adecuada.
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¿Qué es el alzhéimer? La enfermedad en datos
El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta principalmente a las personas mayores de 65 años, aunque también puede aparecer en personas más jóvenes en algunos casos. Cada año en España se diagnostican unos 40.000 nuevos casos de alzhéimer pero hay un gran número sin diagnosticar.
Según la Sociedad Española de Neurología, en España hay entre un 30% y un 40% de personas con alzhéimer sin diagnosticar. La enfermedad de alzhéimer es la primera causa de demencia neurodegenerativa en el mundo y supone un problema sanitario de primer orden.
Esta enfermedad causa la destrucción progresiva de las células cerebrales, lo que lleva a una disminución gradual de la memoria, el pensamiento y las habilidades conductuales.
Las causas exactas del alzhéimer no se conocen completamente, pero se ha comprobado que en gran medida esta enfermedad es el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. El principal factor de riesgo es la edad avanzada, pero los antecedentes familiares y ciertas mutaciones genéticas también pueden aumentar el riesgo.
¿Qué es la demencia senil?
La demencia senil es un término más amplio que describe un conjunto de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales de manera significativa, lo suficiente como para interferir con la vida diaria. A diferencia del alzhéimer, que es una enfermedad específica, la demencia puede ser causada por varias condiciones, incluidas las enfermedades vasculares, la demencia con cuerpos de Lewy y la demencia frontotemporal.
Los 10 primeros síntomas del alzhéimer y la demencia senil
Recuerda, cada paciente es un mundo y la enfermedad puede manifestarse al principio con unos síntomas más agravados que otros, pero según la Sociedad Española de Neurología existen algunos criterios básicos para el diagnóstico del alzhéimer.
Los signos tempranos de la enfermedad incluyen olvidos y con el tiempo avanza hasta convertirse en un problema grave de la memoría y la pérdida de la capacidad para hacer las tareas cotidianas. Hasta ahora no hay ningún tratamiento que cure la enfermedad del alzhéimer pero existen aquellos que pueden retrasar su progresión. Te enumeramos los 10 primeros síntomas del alzhéimer y la demencia senil.
1. Pérdida de memoria
Uno de los primeros síntomas del alzhéimer y la demencia senil es la pérdida de memoria, especialmente la incapacidad para recordar información reciente. Esto puede manifestarse en la repetición constante de preguntas, olvidar citas o eventos importantes, o la necesidad de depender de recordatorios y dispositivos de ayuda más de lo habitual.
Las personas con demencia senil pueden tener dificultades para desarrollar y seguir un plan o trabajar con números. Esto puede incluir problemas para seguir una receta, controlar su propio dinero y sus finanzas, incluso la dificultad para concentrarse en tareas que antes eran sencillas.
2. Desorientación en tiempo y espacio
Perderse en lugares conocidos, confundir las fechas o tener dificultades para entender algo que no es inmediato son señales tempranas. Las personas con alzhéimer pueden olvidarse de dónde están o cómo llegaron allí, lo que indica una desorientación severa.
A medida que la enfermedad progresa, las tareas cotidianas que solían ser fáciles de realizar se vuelven desafiantes. Esto puede incluir dificultades para cocinar, usar electrodomésticos comunes, incluso vestirse o asearse.
3. Cambios en el estado de ánimo y la personalidad
Los cambios repentinos de humor y personalidad son comunes en las etapas iniciales del alzhéimer y la demencia senil. Las personas afectadas pueden volverse fácilmente confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas. También pueden sentirse fuera de su zona de confort en situaciones sociales, lo que lleva a evitar la interacción con otras personas.
Los cambios que la enfermedad de alzhéimer produce en el cerebro pueden afectar el estado de ánimo y el comportamiento. Los problemas pueden incluir depresión, siendo este uno de los síntomas de la enfermedad. Pero además están la pérdida de interés, la ira o la agresividad, las alucinaciones visuales, la desinhibición o los cambios en los hábitos de sueño, además de la desconfianza de otras personas o familiares.
4. Pensamiento y razonamiento
La enfermedad de alzhéimer dificulta concentrarse y pensar, en especial sobre conceptos abstractos. Hacer más de una tarea a la vez resulta especialmente difícil, gestionar la economía y pagar las facturas como hemos mencionado antes. Pero, a la larga, es posible que una persona con la enfermedad de alzhéimer no sea capaz de reconocer ni manejar sus propias responsabilidades diarias.
La dificultad para seguir o participar en una conversación es otro síntoma temprano. Las personas con alzhéimer pueden detenerse a mitad de una conversación sin idea de cómo continuar o repetir lo que ya han dicho. También pueden tener problemas para encontrar las palabras correctas o llamar a las cosas por nombres incorrectos.
Su razonamiento puede trastornarse en determinadas situaciones en las que resulta complicado hacer entender a la persona que lo padece algunas cuestiones, incluso normas sociales de comportamiento y de educación que pierden en algunas situaciones. Razonar con las personas que sufren demencia es cada vez más complicado.
5. Toma de decisiones
El juicio y la toma de decisiones se ven afectados en las primeras etapas del alzhéimer. Esto puede manifestarse en el descuido del aseo personal o en la toma de decisiones financieras irresponsables. Las personas pueden volverse vulnerables a estafas o engaños debido a su incapacidad para evaluar adecuadamente una situación.
6. Habilidades preservadas
A pesar de los cambios importantes en la memoria y las habilidades, las personas que tienen la enfermedad de alzhéimer son capaces de conservar ciertas habilidades, incluso cuando los síntomas empeoran. Entre las habilidades que se conservan pueden estar leer o escuchar libros, contar historias, compartir recuerdos, cantar, escuchar música, bailar, dibujar o hacer manualidades.
Estas habilidades pueden conservarse durante más tiempo porque las controlan partes del cerebro que se ven afectadas con el avance de la enfermedad.
7. Dificultad para completar actividades familiares
A medida que la enfermedad progresa, las tareas cotidianas que solían ser fáciles de realizar se vuelven desafiantes. Esto puede incluir dificultades para cocinar, usar electrodomésticos comunes, o incluso recordar las reglas de un juego familiar.
Las actividades rutinarias que requieren completar pasos en orden se convierten en un problema. Esto puede incluir planear y elaborar una comida, o jugar un juego favorito. Con el tiempo, las personas con enfermedad de alzhéimer avanzada se olvidan de cómo hacer tareas básicas, como vestirse y bañarse.
8. Problemas con el lenguaje o el habla
Pérdida de la capacidad para encontrar palabras correctas. La dificultad para seguir o participar en una conversación es otro síntoma temprano. Las personas con alzhéimer pueden detenerse a mitad de una conversación sin idea de cómo continuar o repetir lo que ya han dicho. También pueden tener problemas para encontrar las palabras correctas o llamar a las cosas por sus nombres incorrectos.
Pueden tener problemas al seguir o participar en una conversación. Es posible, también, que paren en medio de conversar sin idea de cómo seguir o que repitan mucho lo que dicen. Puede ser que luchen por encontrar las palabras correctas o el vocabulario apropiado.
9. Pérdida de la capacidad de volver sobre sus pasos
Un síntoma común es la tendencia a colocar objetos en lugares inusuales y la incapacidad para recordar dónde los pusieron. Esto puede llevar a acusaciones injustas de robo cuando no pueden encontrar lo que están buscando. Es lo que también se conoce como pérdida de la capacidad de volver sobre sus pasos, es decir, tienen dificultades para reconocer la tarea inmediatamente anterior a lo que están haciendo.
10. Aislamiento Social
Finalmente, muchas personas con demencia senil o alzhéimer comienzan a retirarse de actividades sociales, hobbies y otros compromisos. Esto se debe a la incomodidad que sienten al no poder seguir conversaciones o debido a los cambios en su personalidad. Este aislamiento puede exacerbar otros síntomas y acelerar la progresión de la enfermedad.
Importancia del diagnóstico temprano
Reconocer y actuar sobre los 10 síntomas de demencia senil y el alzhéimer es crucial para un manejo efectivo de la enfermedad. Un diagnóstico temprano permite a los pacientes y a sus familias planificar el futuro, acceder a tratamientos que pueden ayudar a aliviar algunos de los síntomas y mejorar la calidad de vida. Además, puede abrir la puerta a ensayos clínicos y terapias experimentales.
Si alguien muestra uno o más de estos 10 primeros síntomas del alzhéimer o demencia senil, es importante buscar atención médica de inmediato. Los profesionales de la salud pueden realizar pruebas para evaluar la memoria, el razonamiento y otras habilidades cognitivas, y determinar si los síntomas se deben a alzhéimer, demencia senil u otra causa.
Conclusión
El alzhéimer y la demencia senil son enfermedades devastadoras, no solo para quienes las padecen, sino también para sus seres queridos. Conocer y reconocer los 10 primeros síntomas del alzhéimer y la demencia senil puede marcar una gran diferencia en el manejo de la enfermedad. Aunque no existe una cura, el diagnóstico temprano permite intervenciones que pueden mejorar la calidad de vida y ayudar a las familias a navegar los desafíos que trae consigo la enfermedad. Mantenerse informado y actuar rápidamente es esencial para enfrentar esta difícil realidad.