Si hay algo de lo que me siento especialmente orgullosa es de los grandes lectores que tengo en casa. Mis hijos leen y leen mucho. No es nada sencillo habituarte a leer cuando la tecnología, como los videojuegos, el ordenador, la televisión y los móviles, nos ofrecen tanta diversión y mucho más atractiva en cuanto a estímulos que lo que puede ofrecer un libro. Colores, sonidos, velocidad de reacción, toma de decisiones, superación, ganar o compartir son las grandes ventajas de los juegos audiovisuales frente a las páginas de un libro. Son muchos los estímulos y la riqueza de los mismos, y no nos engañemos, también benefician a niños y mayores en sus funciones cognitivas y ejecutivas.
Pero, ¿qué ventajas podemos sacar de la lectura? ¿Por qué es importante leer a cualquier edad?
- Mejora el vocabulario y, con ello, nuestras destrezas comunicativas. Leer permite aprender nuevas palabras y expresiones y esto mejora la riqueza con la que nos expresamos. Aquellas personas que tienen dificultades para encontrar el término o que lo expresan de forma incorrecta, pueden sentir ridículo y, con ello, evitar comunicarse.
- Nivel cultural o de conocimiento más elevado. La falta de lectura también se relaciona con bajo nivel cultural, menor velocidad lectora y menor creatividad, entre otras. Quien tiene el hábito de leer también suele tener curiosidad. A pesar de que solemos ser muy selectivos con aquello que leemos, eligiendo temas que nos atraen, es cierto que quien lee, está más al día. Porque quien se aburre leyendo, a veces no es capaz ni de leer la prensa diaria. Mientras que el lector de fantasía, ciencia, historia, novelas, da igual la temática que sea, obtiene con ello conocimiento. Incluso seleccionando mucho el tipo de lectura, te permite tener información específica sobre un tema concreto. Cuando sabemos que sabemos, nos expresamos con seguridad, y emitimos opiniones porque nos sentimos respaldados y seguros de nuestro conocimiento.
- Potencia la imaginación y la creatividad. Leer requiere un esfuerzo creativo. Las palabras se convierten en historias que uno crea en su mente. Imaginamos el escenario, los personajes, les damos color, sentimientos, vida. Todo esto es imposible generarlo con otro tipo de estímulos audiovisuales como la televisión o los videojuegos, donde te lo dan todo hecho.
- Estimula el pensamiento crítico. No solo fomenta la imaginación, sino que también incrementa la capacidad crítica. Cuanta más información tenemos y más diversa, más capacidad tenemos para saber qué nos gusta, qué no, con qué comulgamos, qué aceptamos y qué rechazamos. La ausencia de información y de conocimiento nos lleva a comportarnos como borregos, siguiendo aquello que nos dictan, sin más.
- Leer mejora la concentración, la atención y la memoria. Leer es una tarea cognitiva compleja que requiere estar atento a letras, frases, darles sentido, imaginar y, a la vez, desatender lo que distrae. Mejora la comprensión de relaciones entre las cosas y la formación de conceptos. Leer estimula un constante aprendizaje que, a edades en las que se pierden facultades, ayuda a enlentecer el deterioro cognitivo.
- Leer está relacionado con la confianza, la autoestima y la seguridad. Las personas con un bagaje cultural son capaces de participar en conversaciones de todo tipo y se sienten con argumentos y formación suficientes para opinar. Saber que sabes es fundamental para poder participar. Nadie quiere quedar como inculto, torpe o falto de conocimiento. Nos gusta agradar a las personas, sentirnos valorados, y la aprobación por parte de los demás está relacionada también con nuestro valor añadido. La cultura que aporta la lectura hace que te sientas más seguro a la hora de expresar opiniones en grupo. Se tiene un fundamento que justifica lo que se habla, y el lector tiene opiniones contrastadas sobre determinados temas, lo que le permite debatir con conocimiento. La lectura mejora tus relaciones personales y sociales. Y esto es una fuente de bienestar y felicidad.
- Mejora los estados anímicos. Una historia divertida, amena, de esas que enganchan, nos hace sentir bien. Empatizamos con los personajes y vivimos sus vidas, y llegamos a experimentar las mismas emociones. Leer puede llegar a estimular neurotransmisores como la dopamina. Muchas personas mayores dicen encontrarse solas, pero un buen libro puede darte compañía, placer y bienestar.
¿Quieres saber cómo afrontar la ruta de tu vida? ¡Descúbrelo!
Uno de los motivos por los que la gente dice no leer es la falta de tiempo. Pero las personas jubiladas tienen mucho, así que es mejor no perderlo. Una manera maravillosa de estar en contacto con la lectura es contar cuentos a los nietos. Los niños disfrutan con ello y los mayores se benefician de todas sus ventajas.
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Aprovecha estos días que quedan de descanso para coger el hábito del gran lector.