Sí, mi abuela tiene un canal de Youtube en el que cuelga vídeos de tres minutos. Tiene 91 años y en junio cumple 92. No estudió una carrera universitaria y ha trabajado como empresaria de un pequeño negocio de artículos de lujo de cocina. ¿Por qué os cuento esto? Porque es importante saber que la vejez es la que uno elige y que hay mayores que siguen siendo jóvenes con 91 años. Lo que cuenta para sentirse joven no es la edad que figura en el DNI, sino la actitud, la ilusión por la vida y tener nuevos proyectos. Mi abuela ha empezado un nuevo proyecto a los 91 años.
Cuando la gente inicia un proyecto piensa en el largo plazo, que sea rentable, que le dure toda la vida. Así que choca que alguien de 91 años inicie algo que no sabemos lo que va a durar. Y esto me parece un claro ejemplo del carpe diem, vivir el momento presente. Disfrutar de cada momento de la vida. Una vida a la que le pueden quedar diez años o un cuarto de hora. Da igual. Lo genial es que el día que mi abuela nos deje se irá con la mochila llena de experiencias, enriquecida con las nuevas tecnologías y habiendo disfrutado de todos sus años de vida. Ella no es mayor, ella solo tiene 91 años.
Cualquier proyecto que uno inicia tiene una serie de ventajas, pero todavía tiene más si se empieza a esta edad:
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- Entretenimiento. La jubilación y la vejez parecen periodos en los que uno está de tránsito, ocupando su tiempo muerto, sin nuevas ilusiones ni motivaciones en la vida. Una edad en la que uno se ocupa de lo que sobra, estorba o ayudando a los demás: cuidar de los nietos, llevar un sobre a correos, cocinar para los hijos que trabajan. El hecho de poder entretenerte con algo que genera ilusión es alegrar la mente y el alma.
- Planificación. Mi abuela graba los domingos su vídeo, pero se pasa toda la semana pensando en el tema del que va a hablar. También piensa en qué se va a poner, ya que sabe que mucha gente ve varios vídeos seguidos y no quiere repetir ropa. Ella sigue siendo muy coqueta.
- Fomenta la psicomotricidad fina, la atención, la memoria, el orden mental y muchas otras funciones cognitivas. No solo tiene que pensar en el tema, sino que lo escribe, se hace un esquema, le da orden, lo resume y trata de memorizarlo.
- Gana en autoestima. Tener un canal de Youtube con 91 años está siendo una actividad digna de admiración por parte de jóvenes y no tan jóvenes. Se siente admirada, querida y valorada.
- Cuida su imagen personal. El domingo se maquilla, se peina el día anterior, elige su ropa; incluso está pensando que tiene que salir a comprarse ropa nueva para no repetir vestimenta.
- Se comunica e interactúa. Las redes sociales, como es Youtube, permiten que tus seguidores te dejen mensajes. Ella está pendiente de quién le escribe y contesta a todo el mundo. Con ello está relacionándose continuamente. Para una persona mayor, que sale poco y a la que le quedan pocos amigos, poder relacionarse con gente desconocida de todas las edades es un placer mayúsculo.
- Su cerebro se mantiene joven y activo. Ya sabemos que: músculo que no se ejercita, músculo que se atrofia. Con la mente ocurre lo mismo. Hablar de un tema distinto cada semana conlleva incluso una labor de investigación. Busca fechas, información, aprende, pregunta…
Los temas que ha tratado hasta ahora han sido tres:
Eva y la tecnología:
Separaciones, matrimonios y libertad:
Eva y el fútbol:
No hay que tener miedo a lo nuevo, solo hay que enfrentarse a ello. Cuando ella anima a otros mayores a hacer lo mismo, algunos le dicen que no tienen nada interesante que compartir, o que les da vergüenza, o que a sus hijos no les parece apropiado o que no se atreven. Nuestros mayores tienen derecho a compartir tanto como lo hacen los quinceañeros. Tienen historia, experiencia, consejos, ideas que son interesantísimas de oír, y poder aprender de ellos es un lujo que tiene fecha de caducidad. Es más, que un mayor no se abra un canal de Youtube es un desperdicio para la humanidad.