Ahorrar podría ser un propósito maravilloso de enero. Ahorrar permite anticiparte a dificultades que no siempre se pueden controlar. También ayuda a mantener una economía sostenible. Gastamos muchísimo más de lo que necesitamos. Esta cultura de comprar como símbolo de felicidad nos lleva a derrochar en pequeñas tonterías que a lo largo de nuestras vidas suman un montante importante.
Cuando empecé a ser autónoma, es decir, desde mis inicios, me dio mucho miedo ponerme enferma y no tener una baja. Así que llevo más de veinte años pagando un seguro que cubre esta contingencia en caso de baja por enfermedad. En 23 años como profesional no he cogido ni una sola baja. Pero nunca sabemos las vueltas que puede dar la vida. Me gusta ser precavida. Me gusta sentirme segura, apoyada y no depender de nadie. Así que, además de mi pago de autónomos, pago este seguro, mi seguro de responsabilidad civil y un plan de pensiones. Y me supone un esfuerzo, pero la seguridad me da control y serenidad.
Ahorrar es una conducta responsable. Es cierto que a muchas personas, entre sus salarios precarios, la hipoteca y las demandas del día a día, ahorrar les supone una tarea imposible. Ahorrar tampoco es una conducta que forme parte de nuestra cultura. La cultura de tener vivienda en propiedad te lleva a pensar que ya tienes el ahorro de tu vida. Pero durante el día a día pueden surgir imprevistos, pequeños y grandes, que a veces obligan a pedir un préstamo o a no poder implicarte en temas que pueden ser importantes.
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¿Por qué nos cuesta tanto ahorrar?
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La incapacidad económica. Hay gente a la que de verdad no les llega con sus ingresos, sin más.
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El atractivo del placer inmediato. Ahorrar es una conducta a largo plazo. Y ya sabemos que la dopamina, el neurotransmisor de la recompensa, desea ser siempre satisfecha de inmediato. Ahora, ya, como si no hubiera un mañana. Es tan grande el deseo que nos genera la dopamina, que dejamos de atender hábitos de vida saludables y también aquellos que tienen que ver con nuestra seguridad, como ahorrar.
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La ausencia de peligro. La juventud no teme al futuro. Y es normal, para ellos está demasiado lejos. Nadie cree que pueda enfermar mañana y que por ello necesite una asistencia urgente, que pueda tener que dejar de trabajar, que necesite un apoyo en casa, que pueda tener un familiar dependiente, etcétera, etcétera.
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La falta de responsabilidad. “Alguien se ocupará de mí”. Muchas son las personas que cuentan con el apoyo económico de padres y familiares, que a las malas, estarían para echar un cable.
Hace años leí un libro que me impactó: Coaching para el éxito, de Talane Miedaner. Os lo recomiendo muchísimo. Me llamó la atención, desde la visión americana, la importancia que tiene para ellos la idea de ahorrar. También me impresionó lo endeudados que estaban muchos de ellos con el gasto incontrolado de sus tarjetas. De todos los casos de que hablaba el libro, casi la totalidad habían llegado a tener serios problemas financieros en sus vidas por culpa del gasto descontrolado.
Para no vernos en una situación similar, os aconsejo una serie de medidas que pueden ayudaros a potenciar la conducta de ahorrar.
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No cuentes con lo que no es tuyo. ¿Qué significa? Las personas cobran una nómina o sus facturas. En ese dinero, a pesar de haberlo ganado tú, hay una gran parte que no es tuya: la hipoteca, los seguros, el material escolar, el recibo del seguro médico, etc. Cuanto antes apartes ese dinero, menos probabilidad tendrás de gastar lo que luego te hará falta. Puedes abrir una segunda cuenta en la que inmediatamente ingreses todo aquello que es un gasto fijo, como el IVA de tus facturas. No es tuyo. Si lo dejas en tu cuenta, tendrás la ilusión óptica de pensar que tienes más de lo que es, y cuando llegue el pago del trimestre te costará más afrontarlo.
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¿Podrías renunciar a algo? Si eres de los que con sus ingresos sinceramente no puede apartar nada, ¿podrías renunciar a algo? ¿Tabaco, salir a correr por el parque en lugar de pagar un gimnasio, comprar en el mercado de abastos una vez a la semana en lugar de comprar comida procesada en el supermercado, que es mucho más cara y menos saludable…? Piénsalo bien. Dale un giro a la situación; siempre hay algo a lo que podemos renunciar, sin tener que renunciar a nuestras aficiones o calidad de vida.
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Aparta algo cada mes. Ten una cuenta paralela de ahorro o una hucha en casa en la que puedas meter parte de lo que ingresas. Trata de que esa cuenta o esa hucha sean intocables. Siempre surgen imprevistos. Una pequeña intervención, la ortodoncia de los niños, un regalo de boda, etc. Talane Miedaner proponía ahorrar el diez por ciento de lo que ingresas.
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Piensa en el futuro. Ahora no lo ves, pero el futuro está mucho más cerca de lo que imaginas. ¿No te has dado cuenta de lo rápido que ha pasado 2017? Busca un plan de pensiones basado en tus necesidades y aporta un mínimo. Solo se trata de adquirir el hábito de apartar algo. Poco a poco, juntarás un pequeño ahorro que te animará a seguir haciéndolo.
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No te entrampes con bodas, vacaciones, comuniones, etc. Aprendamos a vivir con menos y a la altura de nuestros ingresos. Sinceramente, la felicidad no está en invitar a la comunión de la niña a cuatrocientas personas, ni en regalarle la tablet. Si crees que esto es la felicidad, igual habría que empezar a revisar la escala de valores.
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Paga tus deudas. Como dice Talane en su libro, las deudas nos llevan a estar más endeudados. Buscas pagar con una tarjeta la liquidez que ya no te queda en la otra. Hay profesionales que pueden ayudarte con esto. Trata de refinanciar y agrupar tus deudas y, durante un tiempo, vivir de tal manera que te permita sanear tu economía.
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Crea una reserva de dinero. Ahorrar durante unos años y tener una reserva que te permita dejar de trabajar unos meses sería una motivación genial y una tranquilidad absoluta. Mucha gente vive agobiada pensando que un día puede perder su trabajo o que le encantaría poder formarse y aspirar a otra cosa, pero no se lo puede permitir. Trata de apartar un porcentaje de tu salario durante un tiempo hasta que tengas una reserva de unos seis meses para poder vivir sin trabajar.
Todo son ideas, espero que alguna sea viable en tu sistema. Te animo a probarlo durante este 2018 y a sentir la tranquilidad de tener dinero ahorrado.