Vivimos más años, tenemos menos hijos y la salud se democratiza cada vez más para incrementar nuestra esperanza de vida. Las pirámides poblacionales pronto perderán sus nombres ante un gran giro demográfico sin precedentes: la ola plateada.
Según el experto en demografía Ilias Iakovidis, en los últimos 20 años la esperanza de vida a nivel mundial se ha incrementado 6 años, y se espera que cada cinco años aumente un año más. El envejecimiento es, para PWC, una de las grandes megatrends económicas. En 2050 habrá, por primera vez en la historia de la humanidad, más personas mayores que jóvenes. Y Europa es una de las regiones donde la ola plateada se hará sentir con más fuerza.
Annika Ahtonen, policy analyst, con los datos de EUROSTAT en la mano, predice que en Europa las personas de más de 65 años, que actualmente en los 27 estados miembros representan el 17%, serán el 30% de la población en 2060. Y mientras que la proporción de población en activo se reducirá, los jubilados ganarán terreno. Se estima que en el 2060, los países miembros tendrán que destinar un 30% de su PIB a las jubilaciones y al cuidado de sus mayores. Y, como señala Ahtonen, aún desconocemos de dónde saldrá el dinero para mantener la sostenibilidad de las estructuras económicas y el estado del bienestar. “El sistema de pensiones está obsoleto y es preciso replantearlo desde la base”, afirma Dr George Leeson, Co-Director del Instituto del Envejecimiento de la Universidad de Oxford.
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España no está al margen. Junto con Japón, es el país con mayor esperanza de vida: 83 años. En 2017 ya era el país con más personas mayores de Europa: el 20% de su población. Y se espera que en 2050, más del 40% de la población superará los 65 años.
La percepción que pesa sobre el envejecimiento, señala el OCED, suele asociarse a un segmento dependiente y desligado de la economía, a la baja productividad y a la sobrecarga que supone en el gasto público. No obstante, este escenario demográfico futuro hacia el que nos encaminamos, nos predispone a un imperativo social y económico de innovación, tanto social, como organizacional y tecnológica. Tal vez el envejecimiento y el desarrollo tecnológico tengan algo en común.
Silver Economy: ¿En qué consiste?
El concepto Silver Economy fue creado por la Universidad de Oxford para definir la actividad económica de un segmento de la población prácticamente inexplorado: >50 años. Silver toma su nombre del característico color de ‘las canas’. La Silver Economy se centra en el consumo de productos y servicios derivados de la necesidad de este segmento de la sociedad y en la creación de nuevos nichos de mercado específicos con alto potencial de generación de beneficios.
La Unión Europea desde el 2015 impulsa la Silver Economy para convertir el envejecimiento en una nueva oportunidad de crear una economía de gran potencial. Los policy makers y las empresas se han centrado, normalmente, en segmentos generacionales más jóvenes, desdeñando o infravalorando el envejecimiento activo. Pero con la crisis, los silver seniors han sido el único segmento que ha mantenido su capacidad adquisitiva, consumiendo productos y servicios y generando una economía sólida. Este segmento, lejos de ser homogéneo, puede dividirse en función de la edad:
- Maduros (Mature): De los 51 a los 64 años.
- Viejóvenes (Young-Old): De los 65 a los 74 años.
- Medioviejos (Middle-Old): De los 75 a los 84 años.
- Viejos (Old): De los 85 a los 94 años.
- Muy viejos (Very Old): Mayores de 95 años.
Independientemente de su edad, por sus condiciones físicas e intelectuales, su autonomía y sus necesidades, tenemos:
Asimismo, se trata de un segmento que suele disponer de recursos económicos suficientes y tiene capacidad de acceder a servicios no solo de salud sino de ocio y viaje. Los seniors tienen necesidades específicas; los expertos en Silver Economy distinguen diferentes segmentos económicos asociados a esta:
Sí, la solidez económica de la Silver Economy abre la puerta a la creación de empleo y de nuevos negocios en las actividades económicas más insospechadas, como los seguros de vida.