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Aunque todos, en mayor o menor medida, hemos soñado alguna vez que nos tocaba el Gordo de Navidad, lo cierto es que podemos ser agraciados con un suculento premio de la lotería en cualquier momento del año. Un momento de suma felicidad que no debe hacernos perder el norte y en el que, a pesar de poder darnos algún capricho puntual, como cualquier otra inversión que realizamos a lo largo de nuestra vida, tenemos que pensar con la cabeza fría acerca de lo qué hacer si no toca la lotería.
Las cuentas con Hacienda
El primer paso, quizá el segundo después de haber abierto una botella de cava, es conocer qué parte de nuestro premio tendremos que ‘compartir’ con Hacienda.
Hasta el año 2012, las ganancias de los juegos de azar estaban exentas de tributar, pero, a raíz de la Ley 16/2012, de 27 de diciembre, el panorama es muy claro: tendremos que abonar al Fisco el 20 % de lo que supere el mínimo exento para estos premios, que en 2020 es de 40.000 euros. Es decir, que hasta esa cantidad de dinero será, por entero, nuestro, pero, a partir de ahí, uno de cada cinco euros irá a parar a las Arcas Públicas.
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Además, es importante saber que Hacienda cobra por adelantado, de modo que tendremos una retención en el IRPF como consecuencia del premio recibido. A la hora de hacer la declaración, deberemos incorporar lo ganado dentro del apartado de ‘Ganancias y pérdidas patrimoniales no derivadas de la transmisión de elementos patrimoniales’ y, más concretamente, en el apartado de ‘Premios obtenidos por la participación en juegos, rifas o combinaciones aleatorias sin fines publicitarios’.
En el caso de décimos compartidos y participaciones, los impuestos son los mismos, si bien no es necesario que todos los agraciados acudan al banco o a la administración de lotería conjuntamente. Los 40.000 euros sobre los que no se pagan impuestos se aplican a todo el décimo, no a cada ganador, por lo que se debe prorratear la cantidad entre el número de personas que comparten el premio según su porcentaje de participación.
Ayuda profesional si te toca la lotería
Una vez tengamos claro el dinero que finalmente nos corresponde, lo más oportuno es planificar de qué modo puede ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos vitales financieros. Para tener las ideas más claras, lo más conveniente es recurrir al consejo de un asesor profesional, que será clave para contribuir a que ordenemos nuestras prioridades y construyamos una cartera de inversiones que responda a nuestras metas en el largo plazo.
Diferentes opciones de inversión
Por ejemplo, una opción será decantarnos por distintos fondos de inversión, que son productos flexibles que nos permiten traspasar el dinero de un fondo a otro sin pagar impuestos, aunque sí tendremos que hacerlo al vender nuestras participaciones. Otra posibilidad es optar por los planes de pensiones, que son productos algo más rígidos que los fondos, pero que tienen como gran ventaja que nos podremos desgravar de la renta el dinero invertido. Como principal hándicap está el de que su fiscalidad es peor en el momento del rescate.
También podremos elegir comprar acciones, aunque suelen ser activos más volátiles y conllevan un mayor riesgo que la renta fija o un fondo de inversión. De todos modos, a muy largo plazo, como cinco o siete años, la historia nos dice que lo más probable es que acabemos cosechando rentabilidad por ellas, tanto por su venta como, si los tienen, por el reparto de dividendos.
Lo más aconsejable en todo caso es que el asesor financiero, una vez entienda nuestras necesidades y objetivos, así como nuestro perfil inversor, nos recomiende optar por un portfolio que combine productos con diferente nivel de riesgo.
Otra alternativa es invertir en inmobiliario, pero hay que tener en cuenta varios elementos antes de tomar una decisión en este sentido, como los impuestos que tendremos que pagar, como la plusvalía municipal u otros impuestos, lo complicado que es volver a transformar en dinero líquido la compra de una casa en un período corto de tiempo y la volatilidad de este mercado, en especial en los momentos de incertidumbre económica.
Qué no hacer si te toca la lotería
Si nos toca la lotería, hay una serie de actividades de las que debemos huir si no queremos llevarnos a la larga una sorpresa desagradable:
- Realizar compras compulsivas, más allá de algún capricho puntual.
- Dejarnos asesorar por personas equivocadas, que no tengan el perfil profesional adecuado.
- Abandonar nuestro trabajo, ya que la vida es muy larga y puede que no nos llegue con el dinero para cubrir todas nuestras necesidades futuras.