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¿Te suena esa historia de alguien que pagó 260.000 euros por el dibujo de una roca en PNG? Parece ficción, pero ocurrió de verdad. Los NFT están revolucionando el mundo del arte y dejando anécdotas para el recuerdo, y es que nadie imaginaba que algunas obras digitales llegarán a valorarse por encima de obras de arte físicas.
En este post vamos a intentar hacer una definición para todos los públicos, y para ello veremos en qué consisten, para qué sirven y algunos ejemplos de NFT para asentar conceptos. ¡Empezamos!
NFT: ¿Qué es?
Las siglas NFT significan exactamente “Non-Fungible Token”, es decir, Token no fungible. Aunque todo esto suene a chino, vamos a tratar de explicarlo de manera sencilla. Vayamos por partes.
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¿Qué es un token? ‘Token’ sería algo así como ‘ficha’ en inglés, y puede ser un objeto físico o digital al que se le da un cierto valor en cierto contexto o para determinada comunidad, aunque el propio objeto no tenga ese valor en sí mismo.
¿Y qué significa ‘no fungible’? Un bien fungible es un bien sustituible, en valor, por otro igual o similar, por ejemplo, un billete de 10 euros. Este billete se puede sustituir perfectamente por otro de 10 y no pierde valor. Además, cuando utilices el billete para pagar algo, este se consume. En cambio, los bienes no fungibles no se pueden sustituir, son únicos. Por ejemplo, un cuadro es un bien no fungible, ya que no se consume al disfrutarse y no puede ser sustituido por otro cuadro.
Y los NFT son también bienes no fungibles, son activos únicos que no se pueden intercambiar por otros de igual valor, ya que no hay dos NFT equivalentes. Podemos pensar en los NFT como en una obra de arte única, por ejemplo, Las Meninas de Velázquez. El cuadro de Las Meninas solo existe en el Museo del Prado, no existe otro igual, y si quisiéramos tenerlo, tendríamos que comprarlo (en caso de que estuviera a la venta). Otra opción sería tener una réplica o copia, pero ya no sería el original, que es lo que le da el valor que realmente tiene.
Al igual que con las obras de arte, los NFT valen lo que la gente quiera pagar por ellos. Estos tokens no fungibles son unidades digitales individuales y únicas, que puede ser:
- Imagen
- Vídeo
- Audio
- Texto
- Archivo comprimido.
Cada una de estas unidades digitales va asociada a un identificador en el que se registran una serie de metadatos:
- Nombre del autor.
- Valor inicial.
- Historial de ventas en su caso.
Estos metadatos se sirven de la tecnología blockchain para asegurar la autenticidad de la pieza y así garantizar que no se pueda duplicar. Los NFT se asocian a obras de arte, coleccionables, canciones, productos, memes, cromos, terrenos en videojuegos… En definitiva, casi cualquier cosa que pueda registrarse de manera digital.
NFT: ¿Para qué sirve?
Como hemos visto, los NFT funcionan a través de la tecnología blockchain, que quizá te suene por el boom de los últimos años de las criptomonedas.
Cada NFT va asociado a un certificado digital de autenticidad que no se puede modificar. Por lo tanto, si adquieres un NFT, tendrás constancia de su primer valor que tenía, de cuántos dueños ha tenido y por cuánto lo compraste.
Ya sabemos lo que son los NFT, pero, ¿para qué sirven? Si lo aplicamos al mundo del arte y la cultura, pongamos por ejemplo, una ilustración o una canción, cuando pagamos el NFT no estamos pagando por tener la obra en propiedad. Estamos pagando por la prueba de propiedad de esa obra. Algo así como la escritura de un piso, que indica que lo tienes en propiedad.
NFT: ejemplos
Ya lo hemos avanzado, pero un NFT puede ir asociado desde un dibujo de una piedra hasta un meme, pasando por un tuit o incluso un Da Vinci.
Si todavía tienes dudas de qué puede ser un NFT, ahí van unos ejemplos:
- Un cromo digital de Cristiano Ronaldo vendido por 240.000 euros.
- El primer tuit de Jack Dorsey, cofundador de Twitter, vendido por 2,9 millones de dólares.
- El museo Hermitage, en San Petersburgo, subastó NFT de obras de su colección de Van Gogh, Kandinsky, Da Vinci, Monet y Giorgione por casi medio millón de euros.
- Cromos de las grandes jugadas de NBA de la historia vendidos por hasta 300 dólares.
Recapitulando
En definitiva, un NFT es una unidad digital individual y única que va asociada a un identificador en el que se registran una serie de metadatos. Comprar un NFT supone comprar el derecho de una propiedad digital, de manera que nos proporcione un cierto beneficio en el futuro, por ejemplo, con su venta. Está volviéndose especialmente popular entre artistas para conseguir apoyo y poder financiar sus proyectos.
Al igual que ocurre con las obras de arte, los NFT valen lo que la gente esté dispuesta a pagar por ellos. Por eso un tuit ha llegado a valer casi 3 millones de dólares.