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Conflictos sociales, incremento de la inflación, cesta de la compra más cara e incertidumbre laboral. Estas son algunas de las preocupaciones que rondan la cabeza de muchas personas y que afectan a su economía familiar.
Si hay algo en lo que todas las personas coincidimos es que buscamos vivir con tranquilidad, sin miedo al endeudamiento o al futuro económico. La tranquilidad financiera se alcanza a través de información que nos ayude a gestionar nuestros ingresos y gastos de forma eficiente y eficaz para nuestro presente y futuro.
Para ello, primero debemos alcanzar el equilibrio económico, y aunque este término se utiliza mucho en empresas, te diremos que también tiene mucho que ver con la economía doméstica. ¡Te contamos más a continuación!
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Qué es el equilibrio económico
En palabras técnicas, el equilibrio económico es un estado en el que las fuerzas que mueven una economía se mantienen estables y no cambian. Una situación en la que oferta y demanda se igualan.
En el ámbito familiar, el equilibrio económico también existe: lo podemos llamar equilibrio económico doméstico y se alcanza cuando ingresos y gastos son iguales, o cuando los ingresos son más elevados que los gastos. Es decir, los ingresos tienen la capacidad suficiente para cubrir los gastos, una balanza equilibrada.
El equilibrio financiero doméstico es esencial para gestionar la economía doméstica. ¿Acaso hay alguien que no persiga el equilibrio económico? Una situación idílica que nos permita vivir con tranquilidad y sin que la gestión del dinero suponga una causa de estrés.
Pero entonces, ¿cómo se alcanza ese estado de equilibrio? Para llegar a tener un equilibrio económico tenemos que ser conscientes de que no solo se trata de tener una nómina fija, hay que tener en cuenta la importancia de la educación financiera y lo que hacemos con nuestros ingresos: ¿los gestionamos bien?, ¿destinamos una parte al ahorro?, ¿nuestros gastos superan a nuestros ingresos? Si esto último sucede, ¡Houston, tenemos un problema!
Pero no te preocupes, estamos aquí para contarte cómo mejorar tu situación financiera y llegar al aclamado y perseguido equilibrio económico. Y lo más importante, alcanzar una seguridad económica que nos permita vivir relajados y sin preocupaciones.
Las ventajas del equilibrio económico
Conocer cuál es nuestro equilibrio económico doméstico nos permite conocer al detalle la situación económica en la que nos encontramos, por lo que:
- Nos da información importante para nuestra toma de decisiones.
- Nos ayuda a enfrentarnos a futuros escenarios y posibles situaciones imprevistas.
- Evitamos caer en números rojos y podemos planificar y marcarnos objetivos.
Así se alcanza el equilibrio económico doméstico
Si siguiéramos el concepto a rajatabla, solo nos centraríamos en que nuestros gastos e ingresos coincidieran. Pero el objetivo del equilibrio económico va más allá. Se trata de que seamos solventes con nuestros gastos, pero que además podamos seguir viviendo con cierta tranquilidad y mejorar nuestro bienestar emocional.
¡Te contamos algunas acciones que puedes llevar a cabo para mejorar tu salud financiera!
Sé realista: conoce tus ingresos y tus gastos
Lo primero que debemos de tener en cuenta es conocer bien nuestras fuentes de ingresos y nuestros gastos.
¡Coge papel y lápiz! Anota la cantidad de ingresos mensuales fijos o variables (en este caso, haz una media de los últimos seis meses) y luego escribe todos los gastos a los que sueles hacer frente mensualmente. Incluye tanto gastos fijos, como pueden ser facturas o vivienda, y otros gastos variables como los relacionados con el ocio, la cesta de la compra o la gasolina.
Una vez tengas ambas cantidades finales, es hora de contrastarlas y hacer un balance económico familiar. ¿Tus ingresos son suficientes para solventar tus gastos?, ¿tienes más gastos que ingresos, o bien te encuentras en equilibrio económico? Es el momento de plantearse tomar cartas en el asunto.
Ahorrar
Una vez tenemos claros nuestros niveles de ingresos y gastos, y si nos encontramos en una situación de superávit, quizás debemos plantearnos comenzar a ahorrar (si es que todavía no lo hacemos).
La importancia del ahorro es algo de lo que debemos de ser conscientes. Ahorrar nos permite sacar el máximo partido a nuestros ingresos. Si no sabes por dónde empezar, te recomendamos echarle un ojo a nuestro post sobre la técnica 50/20/30, un método de ahorro que permite planificar el ahorro dividiendo la nómina en tres partes, o algunos cambios de conducta para conseguir ahorrar mejor.
Crear un colchón financiero
Lo bueno de tener un equilibrio económico es que no tenemos un superávit de gastos en comparación con nuestros ingresos, sin embargo, ¿tu economía está preparada para asumir imprevistos?
Sí, esos imprevistos que pueden afectar a tus finanzas como una avería de coche, una situación de desempleo o una subida en la factura de la luz. Si crees que no podrías hacer frente a estos gastos inesperados, te aconsejamos contar con un colchón financiero.
Tu nivel de endeudamiento
Con un saldo negativo es complicado llegar a un equilibrio económico, ¡pero eso no quiere decir que sea imposible!
Para poner tu balance a cero, empieza a liquidar lo antes posible tus deudas activas con familiares, amigos o entidades financieras. Reduciendo o eliminando tu endeudamiento reducirás el porcentaje de dinero de tus gastos y podrás llegar a un equilibrio financiero e incluso comenzar a ahorrar, si todavía no lo hacías. ¡Lo ideal sería que nuestras deudas no sean superiores al 35% de nuestros ingresos!
Recapitulando
Conseguir el equilibrio económico en nuestra economía familiar no es tan complicado como parece, aunque está claro que según la situación, en algunos casos costará más alcanzarlo que en otros. Eso sí, te aseguramos que siguiendo las acciones que te hemos planteado, podrás ir más allá de igualar tus gastos y tus ingresos. Así, podrás comenzar a ahorrar y planificar con el objetivo de que tu economía sea sostenible, ¡lo que te aportará tranquilidad para tu día a día!
