Tabla de contenidos
¿Has escuchado alguna vez hablar de la biofilia? Significa amor a la vida, amor a lo vivo. La acuñó Edward Osborne Wilson y titulado precisamente así, Biophilia, publicado en 1984 y que ganó dos premios Pulitzer. En psicología se ha estudiado la biofilia y se ha descubierto que cuanto más nos alejamos de la naturaleza y sobre todo del verde, más infelices nos sentimos. Un estudio publicado en la revista Scientific Report sugiere que cuanto más contacto tienen las personas con la naturaleza, más oportunidad de realizar actividades placenteras.
Las personas sentimos una conexión especial con los entornos naturales, mientras que los entornos artificiales, como las ciudades, suelen desequilibrarnos más, como así demostraron unos estudios realizados en Alemania. En los que se concluía que las personas que viven en zonas urbanas tienen entre un cuarenta y un cien por cien más de riesgo de padecer problemas psicológicos en comparación con las personas que viven en pueblos o en la naturaleza.
La naturaleza nos proporciona paz, silencio, calma. Pero lo cierto es que nos la estamos cargando. A muchas personas les afecta muchísimo esta destrucción. De hecho, la Asociación Estadounidense de Psicología describe la «ecoansiedad» como un «temor crónico de un cataclismo ambiental», un estrés causado por «observar los impactos aparentemente irrevocables del cambio climático, y preocuparse por el futuro de uno mismo, de los niños y las generaciones futuras».
Haz tu simulación: Descubre el plan de ahorro ideal para tu futuro.
La ONU señaló el año pasado que quedan menos de 12 años para evitar los efectos más catastróficos del cambio climático. Muchas personas ahora piden a sus gobiernos e instituciones que apuesten por una política que proteja al planeta.
Tratemos entre todos de cuidar del planeta. Porque cuidar del planeta es cuidar del futuro, de nuestra salud mental y física. Y porque tanta belleza como nos rodea es un regalo y tenemos la responsabilidad de protegerlo y permitir que las futuras generaciones puedan disfrutarlo.
¿En qué beneficia la naturaleza a tu salud mental?
Estar en contacto con la naturaleza ayuda a disminuir constantes como la presión arterial, la respiración y el ritmo cardiaco
Un paseo por la naturaleza reconforta nuestra salud física. La mente interpreta que se encuentra en lugar apacible, rodeado de belleza, seguro, y con ello nuestro sistema nervioso se relaja. Para conseguir estos beneficios no necesitas viajar fuera de tu ciudad, puedes pasear por un parque verde, trabajar en un huerto urbano o tener plantas en tu terraza o jardín.
Plantar, cosechar, pasear en silencio, sin mirar el móvil o escuchar nada por los auriculares, son prácticas meditativas
De hecho, puedes meditar andando y cuidando de tus plantas. Solo observa los colores, los sonidos, el silencio, los olores, el tacto de tus manos con la tierra. Deja que tu mente divague sin querer controlar nada. Los beneficios de la meditación, hoy en día científicamente demostrados, hablan de que mejora nuestra empatía, genera neurotransmisores relacionades con la felicidad y la serenidad, nos ayuda a estar más presentes y disfrutar de los momentos diarios, favorece la calidad del sueño y mejora funciones cognitivas, entre muchos de ellos.
Apreciar la belleza, verbalizarla, puede favorecer la gratitud
Cuando estamos rodeados de imágenes que nos sobrecogen, unas vistas desde lo alto, una cascada, un lago precioso, el colorido de las flores, la altura de árboles centenarios, la piedra, un volcán… podemos quedarnos extasiados. Hay personas que incluso lloran de la emoción. Se llama síndrome de Stendhal. En ese momento puedes pararte, sentarte, disfrutar y dar las gracias por esas vistas, por la experiencia, por la emoción vivida. A mí me ha ocurrido en dos ocasiones, a los pies del Teide, la imagen de esos cuatro mil metros de golpe me pareció completamente sobrecogedora, y otra vez en los lagos de los picos de Europa. Me siento agradecida por esa experiencia y después de tantos años que han pasado, no se me olvida. Lo que nos impresiona, no se nos olvida.
Ayuda a educar y educarte en valores
Cuidar de la naturaleza, respetar los animales, las plantes, los ríos, limpiar la basura del campo (esta actividad la realizábamos en el colegio Alemán en la clase de ética y moral), hablar con tus hijos mientras estás de excursión sobre temas relacionados con el amor a la tierra, con el cuidado de la vida, con el respeto, puede ser una forma preciosa de educar en valores y conectar con ellos con temas destinos a los cotidianos. Esto también aumentará el compromiso de tus hijos con la naturaleza de cara al futuro.
Favorece la creatividad
Piensa en verde. No, no es un anuncio de cerveza. La vegetación nos hace más creativos. Tener flores y plantas en el entorno laboral, así como en los patios de los colegios, incrementa en un 15% la creatividad. La naturaleza nos calma y nos da serenidad, porque desde los ancestros significaba tener comida. Lo mismo ocurre cuando apuestas por el color verde en tu decoración.
La naturaleza reduce tus niveles de ansiedad, porque reduce la hormona de la ansiedad, el famoso cortisol.
Llega la primavera, es el momento ideal para aprovechar más tanto paraje y entorno precioso que ofrece nuestra tierra. Aprovechen unos días de escapada o sus vacaciones para rodearse de mar, excursiones, montes, bosques, naturaleza. Y todo lo que estas experiencias conllevan, silencio, calma, un ritmo lento, y, sobre todo, desconexión digital. No necesitas hacer grandes excusiones para disfrutar de la naturaleza. Haz ejercicio al aire libre, pero en medio de dos calles llenas de coche. Busca parques para correr, pasear, monta en bicicleta, ten plantas en casa y aprende a cuidarlas, visita espacios verdes.