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Estrategia, competitividad, reglas, reconocimiento olímpico y aptitudes físicas. Podríamos estar hablando de cualquier deporte, ¿verdad? Pues todas estas características son propias del ajedrez. Seguro que alguna vez te has planteado si el ajedrez es un deporte.
Un tablero de 64 casillas blancas y negras, 16 piezas por jugador y un único objetivo, derrocar al rey contrario, jaque mate. Si se juega sentado y sin moverse, ¿el ajedrez es un deporte o un juego?, ¿podemos hablar de gimnasia para nuestro cerebro? Vamos a resolver todas tus dudas en este post, además de ver todo lo que el ajedrez puede hacer por tu cerebro, ¡sigue leyendo!
Los orígenes y beneficios del ajedrez
El ajedrez es un juego milenario inventado en la India y se difundió por toda Asia gracias a las rutas comerciales. Más tarde, alrededor del año 600 después de Cristo el ajedrez llegó a Rusia y Persia.
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Con algunas sutiles modificaciones, entre los siglos IX y X el ajedrez termina de consolidarse como el juego que es hoy en día. Y es que sí, además de deporte, el ajedrez también puede considerarse un juego, un pasatiempo, incluso una ciencia.
Es común pensar que las personas que juegan habitualmente al ajedrez son personas muy inteligentes, pero ¿alguna vez te has parado a pensar por qué? ¿juegan porque son inteligentes o son más inteligentes porque juegan? Pues la realidad es que, efectivamente, el ajedrez estimula la inteligencia, la capacidad de concentración, de análisis y de síntesis. Además, entrena la memoria y potencia la creatividad y la imaginación al obligarte a pensar en todas las jugadas posibles y las probabilidades de ganar o perder al hacer unos movimientos u otros.
Jugar habitualmente al ajedrez desarrolla habilidades cognitivas como la memoria, el pensamiento lógico, el cálculo espacial o la capacidad de pensar y estar atento a varias cosas a la vez. Cualidades que, está demostrado, tienen un papel fundamental en el buen estado de nuestra memoria y de nuestra mente. Estamos muy acostumbrados a cuidar nuestro cuerpo realizando ejercicio y controlando nuestra alimentación, entonces ¿por qué no cuidar también nuestro cerebro? El ajedrez es la gimnasia ideal, como ahora veremos, para entrenar nuestro cerebro. De esta manera, podremos retrasar su envejecimiento y prevenir enfermedades como el alzheimer o la demencia.
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Entonces, ¿es el ajedrez un deporte?
La respuesta es sí, y vamos a explicarte por qué. Al igual que en cualquier otro deporte, el objetivo es ganar contra tu oponente, existen competiciones oficiales por niveles y requiere de una buena condición física y mental.
Y es que, según la RAE, el deporte es una “actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas”, así que, según esta definición, el ajedrez es un deporte. Vamos a ver todas estas características que hacen que este famoso juego de estrategia esté reconocido por el Comité Olímpico Internacional.
Campeonato oficial y clasificación de sus jugadores
El campeonato mundial de ajedrez se celebra cada año desde 1886, por lo que acumula una importante tradición. Hay competiciones de todos los niveles y edades, y se juega a todas las escalas. Torneos en colegios, universidades, ciudades, países y a nivel mundial.
Además, en 1960, se organizó de manera oficial el sistema de clasificación de jugadores, que más tarde tomaron como modelo muchos otros deportes, como el fútbol americano, el rugby, el béisbol, el baloncesto o el golf. Es un sistema para baremar y clasificar a los jugadores por niveles muy fiables. Solo en España hay unas 30.000 personas federadas.
Para regular estas competiciones, existe una normativa y un código de comportamiento para los jugadores. Pueden ser penalizados por negarse a estrechar la mano del contrincante o por utilizar el teléfono móvil. Incluso hay una política antidopaje.
Competitividad y disciplina
El objetivo principal de una partida de ajedrez es ganar a nuestro adversario. Es un duelo intenso de estrategia entre los dos jugadores, y un solo error puede suponer perder la partida, por lo que la concentración es fundamental. Aunque no suponga un gran desgaste muscular, los jugadores están en constante estado de alerta mental y física.
El ajedrez también requiere de un alto nivel de disciplina, entrenar es necesario para no perder la agilidad mental que supone este deporte.
Condición física
Es inevitable, un gran esfuerzo mental requiere de una buena condición física. Los jugadores de ajedrez deben mantener una concentración excepcional durante horas y horas (la partida más larga de ajedrez duró más de ocho horas), lo que supone un estrés sostenido. Por eso, es esencial llevar una buena alimentación y condición física: buen pulso, respiración y presión arterial.
En los campeonatos del mundo, los jugadores cuentan incluso con preparadores físicos y nutricionistas para estar en la mejor forma posible.
Reconocimiento oficial
Por si todos estos criterios no fueran suficientes, el Comité Olímpico Internacional reconoció el ajedrez como deporte en el año 2000, y 24 de los 27 Estados miembros de la Unión Europea también lo hacen.
Recapitulando
No hay duda, el ajedrez está considerado oficialmente como deporte, pero esta decisión tiene, como hemos visto, una base muy sólida. La competitividad y la disciplina de los jugadores es esencial en el ajedrez, dos atributos que van muy unidos a una buena condición física. El nivel de estrés y concentración necesarios en una partida de ajedrez requieren de un buen estado físico que acompañe.
Todos estos aspectos hacen que sea el deporte ideal para retrasar el envejecimiento cerebral y su tablero, el gimnasio perfecto para nuestra mente.