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Cuando pensamos en jubilarnos antes de tiempo tendemos a creer que la jubilación anticipada es la única opción e incluso la confundimos con la prejubilación. Pero no son lo mismo aunque lo parezca. Si entramos en materia veremos como tienen sus diferencias técnicas y prácticas.
En el panorama laboral actual las prejubilaciones son una opción a considerar para aquellos trabajadores que buscan una transición más suave hacia la jubilación. Puede que no sea la más ventajosa, ya que con la última reforma de las pensiones de 2024 la modalidad que se lleva premio doble es la jubilación demorada. El plan del gobierno es bonificar a los trabajadores que retrasen voluntariamente su retiro.
En este artículo te contamos en detalle qué son las prejubilaciones, cómo funcionan o sus implicaciones en la Seguridad Social, entre otros aspectos.
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Prejubilaciones: qué son y en qué se diferencian de la jubilación anticipada
Para entender cómo funcionan hay que saber qué son las prejubilaciones y cuál es la diferencia principal con la jubilación anticipada. La prejubilación es un tipo de acuerdo entre la empresa y el trabajador en el que finaliza la relación laboral existente bajo la condición de que se permita al trabajador alcanzar la edad de jubilación manteniendo unas garantías económicas similares a las que tenía mientras trabajaba.
Por ejemplo, si un trabajador se encuentra cerca de la edad de jubilación pero aún no cumple los requisitos que marca la ley para retirarse de manera anticipada, podría solicitar a la empresa la prejubilación.
Puede darse la situación de que una empresa tenga que hacer un despido múltiple o un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) O Expediente de Regulación de Empleo (ERE), y de esta forma, se compense el despido con una indemnización que ayude hasta alcanzar la edad de jubilación correspondiente.
¿Qué diferencias hay entre prejubilación y jubilación anticipada?
La principal diferencia es que la jubilación anticipada está enmarcada dentro de los tipos de retiro que ofrece la Seguridad Social, concretamente es un tipo de pensión contributiva. Además, es este organismo público quien paga la pensión, no la propia empresa.
El propósito del retiro anticipado es permitir que las personas que quieran voluntariamente puedan dejar de trabajar dos años antes de la edad legal de jubilación estándar, es decir, la jubilación a los 63 años, incluso si ya se habían prejubilado anteriormente. No obstante, es esencial tener 35 años de cotizaciones y que al menos dos de ellos se encuentren en los últimos 15 años. Una vez se opta por la jubilación anticipada, el acuerdo de prejubilación con la empresa finaliza y se integra en el sistema público de pensiones.
Desde 2021 y hasta ahora el objetivo del Gobierno ha sido desincentivar la jubilación anticipada, de ahí que en la última reforma de las pensiones se hayan ampliado las medidas de bonificación o incentivo a las jubilaciones demoradas mediante un porcentaje adicional en las pensiones por cada año cotizado después de alcanzar la edad ordinaria de jubilación, o una cantidad fija basada en los años de cotización.
Pero aunque se penalice el anticipo de la jubilación, según las estadísticas del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones muestran en el último año que uno de cada tres trabajadores deciden jubilarse a los 63 años y cobrando una pensión media de 1.767 euros, lo que supone 300 euros más que los que se jubilan respetando la edad ordinaria de jubilación legal.
Otro punto que diferencia la prejubilación de la jubilación anticipada es que esta última no es compatible con el subsidio por desempleo ni la solicitud del subsidio de desempleo. Por otro lado, es posible combinarla con planes de pensiones privados.
Finalmente, es importante recordar que la prejubilación no es una decisión individual del empleado, sino que siempre requiere el consentimiento de la empresa, la cual no está obligada a aceptarla. En cambio, la Seguridad Social no puede rechazar una solicitud de jubilación anticipada si el solicitante cumple con los requisitos establecidos para obtenerla.
Legalidad de la prejubilación
Como norma general, la prejubilación no está reconocida como una de las categorías de jubilación dentro de la Seguridad Social. Sin embargo se menciona en el artículo 161 bis de la Ley General de la Seguridad Social, introducida por la Ley 40/2007, distinguiéndose de la jubilación anticipada.
La normativa indica que el tiempo que dure la prejubilación no puede exceder los 2 años, a la hora de la verdad encontramos cada vez más casos en los que personas más jóvenes se acogen a la prejubilación, incluso aquellos que faltan más de una década para poder jubilarse.
En resumen, la prejubilación no está definida dentro del marco jurídico español, es decir, no existe una regulación legal en torno a ella.
Requisitos para prejubilarse
Como hemos visto, las prejubilaciones y la Seguridad Social no van de la mano, por lo que tampoco existen unas condiciones legales y necesarias para poder prejubilarse. No obstante, las empresas suelen ofrecer esta opción a las personas que:
- Superen los 55 años de edad
- Aún no cumplen los requisitos mínimos para solicitar la jubilación anticipada
- Aunque tengan los años cotizados suficientes para jubilarse, no cumplen la edad requerida
- Determinada antigüedad dentro de la empresa y se necesite “hacer hueco” a las nuevas incorporaciones
- La compañía puede optar por establecer un Convenio Especial en colaboración con la Seguridad Social, a través del cual asume la responsabilidad de pagar las contribuciones de la persona que se prejubiló a partir del momento en que culminan las prestaciones por desempleo. Esta cobertura permanece vigente hasta que el trabajador reúna los requisitos para acceder a la jubilación anticipada.
Hablemos de las prejubilaciones parciales
Las prejubilaciones parciales son una variante dentro del mundo de la prejubilación. Estos programas permiten a los empleados reducir su carga laboral y tiempo de trabajo antes de su jubilación completa. En lugar de dejar de trabajar por completo, los empleados pueden optar por trabajar a tiempo parcial mientras se benefician de una parte de sus prestaciones de jubilación.
En la última reforma de las pensiones en 2024, el Gobierno ha llegado a un pacto con los agentes sociales para la regulación de las modalidades de compatibilidad de trabajo y pensión, con lo que, según indica el Ministerio, se busca que los trabajadores puedan realizar una salida del mercado de trabajo «más progresiva y flexible», en línea con los países del entorno, así como más adaptada a las condiciones y situaciones de cada persona trabajadora.
En el sistema público de pensiones y según recoge la norma, se puede acceder a la jubilación parcial con un contrato de relevo, una modalidad para compatibilizar trabajo y pensión. Entre los cambios pactados afectan a esta modalidad, los trabajadores podrán compatibilizar el trabajo a tiempo parcial con la pensión pero tres años antes de la edad legal de jubilación en lugar de dos como hasta ahora.
Se establecen límites en la reducción de la jornada y además, se mejoran las condiciones del trabajador relevista, ya que su contratación tendrá que ser indefinida y a tiempo completo en un puesto no amortizable.
En el acuerdo se ha decidido mantener hasta 2029 incluido las condiciones particulares y más ventajosas de la jubilación parcial para los trabajadores de la industria manufacturera, que además verán mejoras en su cotización durante este periodo.
Este enfoque gradual hacia la jubilación puede ser atractivo para aquellos que desean mantener un nivel de actividad laboral, mantener la conexión con su lugar de trabajo y asegurarse de que sus ingresos no se reduzcan drásticamente. Las prejubilaciones parciales también pueden ser beneficiosas para las empresas, ya que les permite retener la experiencia y conocimientos de empleados valiosos durante un período de tiempo prolongado.
Para concluir
En resumen, las prejubilaciones se presentan como una opción atractiva para aquellos trabajadores que buscan una transición más suave hacia la jubilación y para las empresas que buscan adaptarse a un cambio en el mercado laboral.
Aunque las prejubilaciones ofrecen beneficios claros, es importante considerar cuidadosamente cómo afectarán a los ingresos y a las prestaciones de seguridad social a largo plazo. Como hemos mencionado, agregan un enfoque flexible a la ecuación, permitiendo a los empleados reducir gradualmente su carga de trabajo mientras se benefician de prestaciones de jubilación.
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