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No todo el mundo lleva bien cumplir años: cuando eres adolescente estás deseando cumplir los 18 para poder hacer “cosas de mayores” y cuando cumples más años, te alegras cada vez que alguien te echa menos años de los que tienes. ¿Quién no ha escuchado a algún conocido decir ‘Ay si yo pillara los 20 años con todo lo que sé ahora’?
Seguro que también tienes un amigo o amiga al que siempre le pedían la documentación por no aparentar la edad que realmente tenía. O un sobrino que, con 17 años, ha empezado a desarrollarse y parece que tiene más edad. Pero, ¿esto por qué pasa? La explicación más sencilla es que no todos los tejidos del cuerpo humano tienen exactamente la misma edad. En este artículo vamos a explicar qué es la edad biológica y cómo calcularla.
Edad biológica: qué es y en qué se diferencia de la edad cronológica
Los años que pasan desde que nacemos hasta el día de hoy son lo que entendemos como edad al uso, aunque concretamente se trata de la edad cronológica. Se suele relacionar el ser joven con el estar sano, tener más vitalidad y ser más fuerte, pero no tiene por qué. Cada persona tiene un estilo de vida diferente, han pasado unas enfermedades u otras, distinta alimentación y una genética única. Esto hace que los años pasen de forma diferente en cada persona y cambie completamente la manera en la que afectan los años a cada persona.
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Teniendo esto en cuenta, podemos indicar que la edad biológica es el estado real de envejecimiento en el que se encuentra el cuerpo humano, según las condiciones de salud, genéticas y de estilo de vida que ha tenido. Por ejemplo, una persona joven que no ha tenido una alimentación saludable, no hace deporte y consume bebidas alcohólicas y tabaco constantemente, no tendrá la misma edad biológica que una persona con los mismos años que entrena frecuentemente, come variado y no fuma.
Desde un punto de vista más científico, cada célula del cuerpo humano puede tener una edad diferente. Por ejemplo, nuestra edad cronológica puede ser de 50 años, pero nuestro hígado más de 60 y nuestro cerebro 35 años.
La principal diferencia entre edad biológica y edad cronológica es lo que son y la manera en la que se mide. La edad biológica determina el estado de envejecimiento del cuerpo, mientras que la cronológica únicamente indica el tiempo transcurrido desde la fecha de nacimiento. Por su parte, la edad cronológica no tiene una unidad de medida concreta, se basa en el rendimiento del cuerpo y su estado de salud. Además, también existe la edad cronológica emocional, que refleja la madurez emocional de cada persona.
De qué depende la edad biológica
La edad biológica depende de una combinación de factores genéticos y ambientales que afectan el estado de salud y el envejecimiento del cuerpo. Estos factores interactúan de manera compleja y pueden variar de una persona a otra. Algunos de los principales factores que influyen en la edad biológica son los siguientes:
- Genética: La genética juega un papel importante a la hora de saber cómo envejecemos. Algunas personas pueden heredar una tendencia genética a envejecer de manera más lenta o más rápida, a blanquear el pelo ante o la aparición de signos de la edad de manera más anticipada o tardía.
- Estilo de vida: Los hábitos diarios, como la dieta, el ejercicio, el sueño y el consumo de tabaco o alcohol, pueden tener un impacto significativo en la salud y el envejecimiento del cuerpo. Un estilo de vida saludable puede ayudar a mantener una edad biológica más joven. Consumir una dieta equilibrada es esencial para mantener la salud y prevenir el envejecimiento prematuro.
- Actividad física: Hacer ejercicio de manera regular tiene numerosos beneficios para la salud, como mantener la masa muscular, mejorar la circulación y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
- Exposición a factores ambientales y tóxicos: Las personas que han trabajado bajo la exposición a sustancias tóxicas o radiación pueden ver su salud afectada negativamente.
- Salud mental: La salud mental también juega un papel importante en el envejecimiento. Como hemos visto en el punto anterior, el estrés, la ansiedad y la depresión pueden tener un impacto en la salud física y acelerar el envejecimiento.
Cómo calcular la edad biológica
Ahora que ya hemos diferenciado entre ambos tipos de edad, puede que nos venga en mente la duda sobre cómo calcular la edad biológica. Es importante destacar que la edad biológica no se puede medir de forma exacta y es una estimación basada en los factores mencionados en el punto anterior, entre muchos otros. Pero que no haya una unidad de medida concreta no ha frenado a la ciencia de intentarlo. Existen diferentes formas de estimar cuál es nuestra edad biológica:
- Telómeros: este biomarcador son los extremos de las cadenas de ADN, y se replican cada vez que una célula se divide. Esta acción de acortamiento está relacionada con el envejecimiento, conforme pasa el tiempo más cortos son los telómeros. Otros factores externos como el tabaco, el estrés, etc. están relacionados con el acortamiento de los telómeros.
- Metilación: este modelo de cálculo de edad biológica está basado en la epigenética, es decir, en el estudio de los cambios en el ADN según los genes heredados. A través de este método, se puede predecir el riesgo existente de sufrir ciertas enfermedades genéticas.
- Pruebas físicas: se pueden realizar pruebas de resistencia, fuerza, equilibrio o flexibilidad para determinar el envejecimiento real del cuerpo.
- Sistema inmunitario y salud del cuerpo: a través de pruebas médicas como una análisis de sangre, podemos determinar la situación de nuestro sistema: azúcar en sangre, colesterol, falta de vitaminas, etc.
¿Se puede reducir la edad biológica?
Sí, es posible reducir la edad biológica y disminuir los efectos del envejecimiento mediante una serie de medidas saludables. Evidentemente no se puede frenar completamente el paso del tiempo, pero podemos influir en cómo nuestro cuerpo envejece. Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, manejo del estrés y suficiente descanso, puede tener un impacto positivo en nuestra edad biológica.
Estudios científicos han demostrado que mantener una alimentación rica en nutrientes y antioxidantes, junto con una rutina de ejercicio consistente, puede mejorar la salud celular y proteger los telómeros, lo que disminuye la edad biológica. Además, la práctica de técnicas de relajación y el cuidado de la salud mental también contribuyen a un envejecimiento más saludable.
De forma muy breve
En conclusión, la edad biológica es una medida más relevante para nuestro bienestar y envejecimiento que la edad cronológica. A través de una combinación de estilo de vida saludable, manejo del estrés y atención médica adecuada, podemos trabajar para reducir nuestra edad biológica y disfrutar de una vida más larga y saludable. El envejecimiento no tiene por qué ser un proceso negativo, y cuidar de nuestro cuerpo y mente nos permitirá aprovechar al máximo cada etapa de la vida.