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La energía solar es uno de los principales tipos de energía renovable y tiene un papel clave en la transición energética. En un mundo donde los efectos del cambio climático se hacen notar, toda la ayuda que puedas aportar es bien recibida. Con las fuentes de energía renovables, como la solar, puedes conseguir ahorrar en la factura de la luz a final de mes.
La energía solar ayuda a impulsar economías más limpias que protejan el medio ambiente, mejoren el bienestar de las personas y garanticen la sostenibilidad de las empresas. Pero ¿qué es la energía solar y cómo funciona realmente? Te contamos más en este post.
¿Qué es la energía del sol?
Los avances tecnológicos han transformado la energía solar en una de las más eficientes y económicas del sector de las renovables por ser una fuente inagotable de energía. La energía solar es una forma de energía renovable que se obtiene directamente de la radiación solar.
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Funciona a través de la captación de la radiación solar mediante tecnologías como paneles solares fotovoltaicos o térmicos, que convierten la energía del sol en electricidad o calor utilizable.
Este tipo de tecnología para convertir recursos renovables en energía limpia contribuye no solo a la sostenibilidad del planeta, sino que también atrae la inversión, genera empleo y aumenta la competitividad de las empresas. En VidaCaixa estamos comprometidos con la sostenibilidad y estamos liderando las iniciativas del sector asegurador con un compromiso consciente.
¿Cómo se genera la energía solar?
Pero si quieres conocer más en profundidad como la luz solar se convierte en energía, sigue leyendo este post para saber cómo funciona el proceso de captación y conversión de la energía solar:
¿Cómo se obtiene la energía solar? La captación de la radiación solar se realiza a través de paneles solares que están compuestos por células fotovoltaicas. Estas células contienen materiales semiconductores como el silicio y, cuando la luz solar incide sobre estas células, los fotones de luz excitan los electrones en el material, generando una corriente eléctrica.
Una vez se ha captado la radiación solar, ahora se tiene que transformar en energía. En el caso de los paneles solares fotovoltaicos, la energía solar captada se convierte directamente en electricidad. Las células fotovoltaicas están conectadas entre sí en un circuito, y cuando la luz solar las golpea, generan una corriente eléctrica continua.
Ahora bien, en muchos casos, la corriente continua generada por los paneles solares se invierte en corriente alterna, que es la forma de electricidad que se utiliza en la mayoría de los hogares y negocios. Esto se logra mediante un dispositivo llamado inversor.
La electricidad generada por los paneles solares se puede usar en el momento, pero también es posible almacenar esta energía. Para ello se instalan baterías que guardan el exceso de energía y sirven para las horas en las que no hay luz solar disponible, como durante la noche.
¿Qué otro tipo de energía solar existe?
Además de la energía solar fotovoltaica, también existe la energía solar térmica. En este caso, se utiliza la radiación solar para calentar un fluido, como agua o aire, que luego se utiliza para calefacción, producción de vapor para generación de electricidad, o para calentar agua sanitaria en hogares y negocios.
¿Cómo podemos aprovechar la energía solar?
La energía solar es una fuente de energía limpia y renovable que ofrece numerosos beneficios, como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la independencia energética y la creación de empleo en el sector de las energías renovables. Sin embargo, su eficiencia y rentabilidad pueden variar según factores como la ubicación geográfica, la disponibilidad de luz solar y la tecnología utilizada.
Efectos positivos en el ámbito doméstico
Puedes conseguir un gran ahorro para tu comunidad de vecinos o para tu propio hogar con la instalación de un sistema de paneles solares, ya que se genera suficiente energía para todo el edificio y, en caso de que generéis un excedente, cabe la posibilidad de volcarlo a la red general y obtener un beneficio o una reducción significativa de la factura de la luz.
Uno de los primeros efectos que notarás es la disminución en el gasto energético. El uso de estas energías, del mismo modo que ocurre con los electrodomésticos altamente eficientes, es un ahorro de casi el 90%. Además, también puedes usar otros elementos, como por ejemplo recurrir a bombillas de bajo consumo o a las LED. Estas últimas ofrecen unos rendimientos de más de 6.000 horas de funcionamiento ininterrumpido con muy poco consumo.
