Llegar a la jubilación con un buen estado de salud comporta cuidarse para empezar a disfrutar de esta nueva etapa. A día de hoy, los españoles tenemos una mayor esperanza de vida con una media que se sitúa en torno a los 20 años. Esto significa que tendremos más tiempo para dedicarnos a todas esas actividades a las que durante años no hemos podido destinar suficiente atención. ¿Sabemos cómo prepararnos?
Cuerpo y mente van unidos así que lo primero que hay que tener en cuenta para contribuir a un estado de salud favorable es una dieta equilibrada y una actividad física que la complemente. Por este motivo es importante tener siempre unos hábitos saludables.
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Combatir el sedentarismo
Durante estos últimos meses, los medios de comunicación se hacen eco de noticias en las que se explica que el sedentarismo es uno de los grandes causantes de dolencias y enfermedades en nuestros días situándose, prácticamente, como la nueva “epidemia” del S.XXI.
Recientemente, la Organización Mundial de Salud (OMS) hizo público un estudio en el que avisaba que alrededor de un 60% de la población mundial no realiza ningún tipo de actividad física. Las principales causas que explica la OMS están vinculadas al escaso ejercicio físico durante el tiempo de ocio, y a un mayor sedentarismo en nuestra vida laboral y personal.
Las largas jornadas laborales dificultan la posibilidad de hacer ejercicio pero incluso trabajando podemos combatir el sedentarismo. Subir escaleras en nuestro centro de trabajo en lugar de coger el ascensor, caminar una hora al día o incluso saltar a la cuerda son actividades que, dedicando apenas 30 minutos diarios, contribuyen a un estilo de vida saludable. Además, si sueles desplazarte en coche y la distancia es corta, siempre que te sea posible déjalo aparcado y hazlo caminando. De esta manera contribuirás a disminuir la contaminación y a que tu cuerpo esté en continuo movimiento.
El hecho de que nuestro cuerpo se ejercite facilita que las articulaciones se muevan, mejorando la circulación sanguínea y disminuyendo la presión arterial. Además, también mejoramos la regulación de azúcar en sangre y se previenen enfermedades cardiovasculares.
Una dieta equilibrada
Además del ejercicio físico, la nutrición también es un factor importante para alcanzar la edad jubilación de una manera saludable. La comida mediterránea, que está muy asentada en nuestro país, nos previene de la aparición de multitud de enfermedades, y nos ayuda a vivir con una mayor calidad de vida.
La fruta, el pescado, la verdura, la carne y el aceite de oliva son alimentos adecuados para nuestro organismo y que, por tanto, deben formar parte de nuestra alimentación.
Como complemento a la comida es importante beber dos litros de agua al día. El agua hace que nuestro cuerpo esté hidratado y ayuda a que el organismo funcione correctamente.
Un estilo de vida que aglutine una dieta equilibrada y ejercicio físico influirá positivamente en nuestra salud durante la jubilación. Cuidar nuestro cuerpo permitirá que una vez jubilados podamos disfrutar de esta nueva etapa con un total bienestar.