A veces tomamos la decisión empujados por factores externos, por “necesidad”. Otras veces se trata de una decisión muy meditada y voluntaria. Sea de una forma u otra, reinventarse o atreverse a hacer algo para lo que “socialmente” no tenemos edad, es un ejemplo de valentía personal y coraje. A medida que pasa el tiempo, maduramos y llegamos a la edad de la jubilación, nos autoconvencemos de que ya no toca hacer según qué cosas o comenzar nuevos proyectos que nos puedan ilusionar, y en la mayoría de los casos la verdadera razón son nuestros miedos, los convencionalismos y las normas no escritas que nos dicen lo que podemos y no podemos hacer a según qué edades.
¿Quién no se ha visto diciendo alguna vez “ya no tengo edad para esto” o “es que yo ya soy muy mayor”? Las siguientes historias de personas conocidas nos muestran cómo, la mayoría de las veces, los límites los ponemos nosotros mismos. Y solo son un ejemplo de otras tantas personas para las que el paso del tiempo puede significar una oportunidad:
Johanna Quaas: gimnasia deportiva
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Enfundada en un maillot de color verde, hace unas piruetas y unos giros aptos solo para deportistas de élite. Hasta aquí todo parece “normal”, si no fuera porque la gimnasta de la que estamos hablando tiene 86 años y una sorprendente fuerza y elasticidad que ya querrían tener muchos jóvenes de 20. Un ejemplo, en este caso, de perseverancia y de ilusión por seguir haciendo lo que a uno le apasiona.
Carlos Soria: alpinista
Es el alpinista más veterano del planeta y está inmerso en el reto de convertirse en la persona con más edad que ha culminado coronado las 14 cimas más altas del mundo. A sus 76 años, tiene un estado de salud envidiable y no deja de hacer lo que más le gusta: escalar algunas de las montañas más espectaculares del mundo. Y recientemente ha colaborado con el repostero Jordi Roca (a quien dobla en edad), embarcándose en una aventura por el Annapurna para grabar el documental El heladero del Himalaya.
María Galiana: actriz
La abuela Herminia de la familia Alcántara, de la popular serie Cuéntame, debutó a los 50 años, después de media vida trabajando como profesora de historia de en un instituto de Sevilla. De hecho, para su papel en la película Solas, con el que ganó un Goya, tuvo que pedir permiso laboral. Tras jubilarse como profesora sigue en el mundo de la interpretación, especialmente en televisión y teatro.
Daphne Selfe: modelo
Podría ser la abuela de muchas de sus compañeras de trabajo, ya que tiene 50 años más que la mayoría de modelos, pero Daphne Selfe ocupa un lugar muy destacado en el mundo de la moda y no renuncia a su melena plateada y a mostrar sus arrugas con naturalidad. Tiene 86 años y lleva casi 20 trabajando y desfilando para los mejores diseñadores. Y eso es especialmente difícil en un sector dominado por la juventud.
John Pemberton: Coca-Cola
O lo que es lo mismo: el químico y farmacéutico que creó y patentó la Coca-Cola a finales del siglo XIX. Y lo hizo a los 55 años. Si Pemberton hubiera pensado que era demasiado mayor para trabajar en una curiosa mezcla de ingredientes, entre los que se encontraban la hoja de la planta de coca y el agua de soda, posiblemente hoy no sabríamos lo que es una de las bebidas más consumidas del mundo.
Arianna Huffington: The Huffington Post
Es una de las mujeres más influyentes en los medios estadounidenses, según Forbes. Su diario on line tiene ediciones en países como España, Francia, Canadá, EE. UU. y el Reino Unido, entre otros. Ha conseguido más de 100 millones de lectores gracias a una forma diferente de presentar los contenidos y a la importancia de contar con una plantilla amplia de bloggers de diferentes ámbitos. Y no fue hasta los 54 años cuando que decidió ponerse manos a lo obra con la idea.
George R. R. Martin: Juego de tronos
A lo mejor su nombre no te suena, pero si te decimos que es el autor de la saga Canción de hielo y fuego, adaptada para la televisión con el título Juego de tronos, uno se hace una idea de quién es George R. R. Martin, uno de los escritores de literatura fantástica, ciencia ficción y terror más prolíficos de los últimos años. A sus 66 años, sigue dedicando su tiempo a escribir sobre las aventuras de los protagonistas de Juego de tronos y no ve el momento de dejar su viejo ordenador para dedicarse a otra cosa que no sea la literatura.
Héroes anónimos, pero no por ello menos héroes
La vitalidad, la perseverancia y el optimismo no tienen edad. En una época en la que la juventud se sobrevalora por encima de muchas otras cosas, es importante recordar el papel de las personas mayores en la sociedad y todo lo que pueden seguir aportando. Al final, se trata de complementarse entre todos y aprender de lo que nos pueden aportar los demás. A nuestro alrededor hay personas mayores que son para la sociedad y para su entorno todo un ejemplo a seguir. No habrán creado grandes empresas mundialmente conocidas, pero es posible que con su fuerza y autoconfianza sirvan de inspiración para otras personas. Por eso, es importante aceptar el paso del tiempo con naturalidad e ir más allá, al plantearnos si realmente no podemos hacer algo porque tenemos algún tipo de limitación o porque nos están gobernando nuestros miedos. Seguro que la respuesta nos sorprende en más de una ocasión.