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La diferencia entre cerrar el grifo mientras te lavas las manos y no hacerlo es de nada menos que 10 litros de agua. Multiplicado por las veces que te lavas las manos al día y los días del mes, el número es enorme. El ahorro tanto para tu bolsillo como para el planeta al cabo del tiempo puede ser importante.
Hablamos de cerrar el grifo, pero puede aplicarse a cualquier derroche de agua innecesario o que se puede gastar para alguna otra tarea. ¿Te has parado a pensar en la cantidad de agua que desperdicias al día? ¿Te planteas reducir tu consumo? Este post te da todas las claves para comenzar a ahorrar agua en casa. ¡Empezamos!
Formas de ahorrar agua en casa
Pueden parecer insignificantes, pero cada pequeño gesto suma. En general, se trata de cambios en nuestras costumbres que implican pequeños ahorros, pero que, a la larga y sumando unos a otros, se notan. Aquí te van unos cuantos consejos generales que puedes aplicar en tu casa para reducir tu consumo de agua sin apenas darte cuenta:
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- Controla el riego: aprovecha el agua de lluvia para regar tus plantas, riega en las últimas horas del día para evitar la evaporación y establece un sistema de riego por goteo.
- Revisa con frecuencia las fugas en la grifería, tanto en baño como en cocina. Aunque sea gota a gota, a la larga genera pérdidas considerables de agua.
- Instala aireadores o reductores del caudal en los grifos, que permiten economizar hasta un 50% el consumo de agua.
Pero, para responder la pregunta que planteamos en el título del post, ¿cuánto cuesta no cerrar el grifo? Vamos a hacer un sencillo cálculo. En España el metro cúbico de agua (1000 litros) cuesta 1,89 euros de media. Por lo tanto, cada litro cuesta unos 0,00189 euros. Parece un número muy bajo, pero un litro de agua sale muy rápidamente del grifo. Es más, a continuación verás algunos ejemplos de gasto de agua en las acciones del día a día.
En el baño
- Elige ducharte en lugar de bañarte. En una ducha gastas unos 150 litros menos por día que en un baño, o sea, unos nueve euros al mes.
- Instala grifería termostática, permite obtener una temperatura constante y por tanto no desperdiciar el agua que sale fría.
- Si no tienes grifería termostática, reutiliza el agua que se desperdicia mientras esperas a que salga caliente, por ejemplo, para regar las plantas, para fregar el suelo o para lavar el coche.
- Cierra el grifo al lavarte los dientes, afeitarte o enjabonarte. Con este simple gesto puedes ahorrar unos 30 litros de agua cada día, es decir, unos 2 euros al mes.
- Trata de no utilizar tanto la cisterna. Para ello, deja de pensar en el inodoro como una papelera y no tires tus residuos en él, puedes ahorrar unos 10 litros por día, unos 60 céntimos al mes.
En la cocina
- Invierte en un lavavajillas en lugar de fregar a mano. Ahorrarás unos 30 litros, o sea, dos euros al mes.
- Si friegas a mano, cierra el grifo mientras lo haces. De hecho, la mejor forma de ahorrar al fregar es llenar un poco la pila de agua y utilizarla para desincrustar la suciedad de los platos.
- Pon la lavadora y el lavavajillas solo cuando estén llenos (en el caso de la lavadora esto es cuando está a tres cuartos de su capacidad). Puedes ahorrarte hasta 60 euros al año entre los dos.
- Evita la costumbre de descongelar alimentos bajo el agua caliente. Un ahorro de 22 litros y más de un euro cada mes.
- Si tienes la ocasión, elige electrodomésticos con etiqueta A+, A++ o A+++, en especial para la lavadora y el lavavajillas. Estos electrodomésticos consiguen ahorrar hasta un 50% de agua gracias a los programas económicos y los de media carga.
Recapitulando
Aunque cada litro de agua parezca insignificante, sumando la cantidad que necesitas para tus acciones diarias más básicas, el número se eleva considerablemente. Lavarse las manos y los dientes, afeitarse, ducharse, lavar los platos, poner lavadoras, regar… Sería realmente complicado vivir sin agua.
Para convertirte en un experto en ahorro de agua en casa ten en cuenta dos acciones: reducir y reutilizar. Chequea toda la grifería de tu casa a menudo para asegurarte de que no hay fugas y piensa en instalar aireadores, que permiten conservar una buena presión a la vez que se ahorra agua. Elige opciones y electrodomésticos más ecológicos y acuérdate de reutilizar el agua que de otra forma se desperdiciaría. Puede servirte para un montón de cosas, entre ellas en tareas de limpieza o para regar tus plantas. El planeta te lo agradecerá.