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Por ello, cuando se trata de elegir un frigorífico, optar por una nevera de bajo consumo es una elección inteligente tanto para tu bolsillo como para el medio ambiente. Además, existen consejos prácticos para minimizar aún más el gasto energético de tu nevera y maximizar tus ahorros.
En este artículo exploramos el consumo de energía de una nevera en kWh, cómo elegir un modelo de bajo consumo o la importancia de descongelar el congelador para reducir el consumo energético. Además, te proporcionamos consejos prácticos del consumo de tu nevera para el ahorro energético con el objetivo de optimizar su funcionamiento. Sigue leyendo para descubrir cómo tomar decisiones inteligentes en la compra y el uso de tu nevera y así reducir el impacto en tu factura de la luz. ¡Empezamos!
¿Cuántos kWh consume una nevera? La etiqueta energética
El consumo de una nevera dependerá además de su eficiencia energética del modelo y el uso que se le dé. Generalmente, la nevera es el electrodoméstico que más energía consume en un hogar, después de la calefacción y el aire acondicionado. Las neveras pueden consumir entre 0,48 kWh y hasta 1,77 kWh al día, lo que representa un coste mucho mayor a largo plazo.
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El impacto de la etiqueta energética
La etiqueta energética es una herramienta fundamental para conocer el consumo de energía de cualquier electrodoméstico y, según las etiquetas energéticas, los frigoríficos de bajo consumo se clasifican entre las letras A, B y C.
A partir de 2021, el nuevo etiquetado se implementó en todos los electrodomésticos vendidos en la Unión Europea, incluidas las neveras. Se eliminaron las categorías A +, A++ y A ++ por una escala de clasificación de la eficiencia energética simplificada con las letras A, B, C, D, F y G, siendo A (más eficiente) y G (menos eficiente). Esto facilita la tarea de elegir un frigorífico eficiente, ya que puedes comparar rápidamente el consumo energético entre diferentes modelos.
Así, las neveras que forman parte del grupo A y B son las más eficientes y consumen menos, entre 0,48 kWh y 0,78 kWh por día. Por otro lado, los modelos con clasificación F y G pueden consumir hasta 1,77 kWh al día.
Cabe destacar que esta nueva clasificación sobre eficiencia energética de los aparatos eléctricos no equivale a la anterior clasificación. Por lo que una nevera A+++ puede pasar a etiquetarse como clase B, C o incluso inferior.
La importancia de descongelar el congelador para reducir el consumo energético
El impacto de la escarcha en el consumo energético de tu nevera es significativo. Cuando el congelador acumula una capa de hielo o escarcha, este se convierte en un aislante que impide que el frigorífico funcione de manera eficiente. Esto obliga al aparato a trabajar más, lo que implica que incremente su consumo de electricidad.
Es crucial descongelar el congelador regularmente para evitar la acumulación de hielo. Si el hielo acumula más de 5 mm de grosor, puede hacer que el congelador consuma hasta un 30% más de energía. Por lo tanto, programar una descongelación cada ciertos meses, dependiendo del uso, es una excelente manera de reducir el consumo energético.
¿Cómo elegir una nevera de bajo consumo y ahorrar energía?
A la hora de seleccionar un frigorífico, la eficiencia y el ahorro de energía son cruciales. Estos electrodomésticos representan aproximadamente el 30,6% del consumo de energía en nuestros hogares, según un estudio del IDAE sobre los consumos del sector residencial en España. Por lo tanto, tomar la decisión adecuada tendrá un impacto significativo en nuestra factura eléctrica y, por supuesto, en el medio ambiente.
Si estás considerando comprar una nevera nueva, los modelos con la letra A, B y C son los más eficientes. Pero más allá de la etiqueta energética, hay otros factores a considerar. Sigue estas recomendaciones:
- Revisa la etiqueta energética, opta por modelos clasificados con las letras A, B o C. Estos modelos son más eficientes y consumen menos energía.
- Empieza por evaluar tus necesidades de almacenamiento. Piensa en cuántas personas utilizarán el frigorífico y elige un tamaño adecuado. Los frigoríficos más grandes suelen consumir más energía, incluso si son de bajo consumo.
- Considera la tecnología del compresor, porque los compresores, presentes en muchas neveras de bajo consumo, ajustan su potencia según la demanda, lo que ayuda a reducir el consumo de energía.
Consejos de ahorro energético para tu nevera
Más allá de elegir un modelo eficiente, existen varios consejos prácticos para optimizar el consumo energético de tu frigorífico y reducir la factura eléctrica:
- Abre la puerta lo menos posible y ciérrala siempre rápidamente. Cada vez que abres la puerta de la nevera, el aire frío escapa y el aparato consume más energía para enfriar el interior nuevamente. Dejarse la puerta de la nevera abierta puede suponer un consumo extra muy elevado.
- Ajusta el termostato tanto en el compartimento de refrigeración como en el de congelación en función de la temperatura ambiente o la época del año. Mantén el frigorífico a una temperatura de entre 3°C y 6°C y el congelador a -18°C. Temperaturas más bajas incrementan el consumo energético sin mejorar la conservación de los alimentos.
- Comprueba que las gomas de las puertas de tu nevera se encuentran en buen estado y permiten que se cierre bien. Si las gomas están deterioradas, el aire frío se escapará y el frigorífico tendrá que consumir más energía para mantener la temperatura.
- Mantén la parte trasera de tu frigorífico limpio y sin exceso de polvo. Limpia las bobinas de la parte trasera al menos una vez al año para asegurar un funcionamiento eficiente.
- Otro factor muy importante relacionado con el ahorro de energía tiene que ver con la temperatura de los alimentos: no es aconsejable introducirlos calientes en el frigorífico. Además de que pueden dañarse, el vapor hará que el frigorífico cree escarcha. No enfriará, sino que hará de aislante, lo que se traducirá en un gran consumo extra de energía.
- Para no crear hielo en exceso, también es importante limpiar el frigorífico en profundidad de vez en cuando.
- A su vez, de nada sirve tener un frigorífico eficiente si no lo vas a colocar en el lugar adecuado. La temperatura exterior le afectará, así que búscale su sitio fresco y ventilado en la cocina. Evita que le dé la luz del sol de forma directa y otras fuentes de calor, como el horno.
Como puedes observar, existen diversos factores para lograr un ahorro de energía con el frigorífico, aunque todo comienza por elegir el más eficiente.
¿Cuál es el ahorro anual con una nevera de bajo consumo?
Como hemos mencionado, el consumo eficiente de una nevera tiene un impacto significativo en tus gastos energéticos. Optar por neveras de bajo consumo, como las clasificadas con etiqueta A, B o C no solo beneficia al medio ambiente, sino que también alivia tu economía familiar a lo largo del tiempo.
¿Pero cuál es el verdadero ahorro anual que puedes esperar? Por ejemplo, si compramos un frigorífico con etiqueta C, el consumo de energía durante 15 años será de 8.130 kWh, lo que equivale a 813€. Mientras que si decidimos apostar por una nevera de clase A, el consumo de energía durante el mismo periodo de tiempo es de 5.420 euros y su coste económico es de 542€. Por lo tanto, hablamos de un ahorro de 271€.
Pero el ahorro no se detiene ahí. Existen consejos prácticos para reducir aún más tu factura de electricidad con tu nevera. Al aplicar estos consejos de ahorro energético, como mantener la temperatura óptima y asegurarte de que la puerta esté siempre bien cerrada, puedes maximizar el rendimiento de tu frigorífico y minimizar el consumo energético.
¿Cuál es la temperatura idónea para el ahorro de la nevera?
Los frigoríficos poseen una temperatura ideal tanto para el ahorro de energía como para que los alimentos se mantengan mejor. Lo más habitual al configurar este aspecto es tenerlo entre 3 y 5 °C, aunque en la mayoría de las ocasiones será más que suficiente con 6 °C.
Por otro lado, es un error muy frecuente pensar que, a menor temperatura, mejor se conservarán los alimentos. De hecho, incluso puede generar que se rompa la cadena del frío y se echen a perder.
Por lo tanto, no conviene bajar demasiado la temperatura del frigorífico, ya que esto hará que aumente el gasto de energía y, por tanto, de la factura, pues este electrodoméstico representa más de un 30% del consumo energético. Además, forzar la temperatura puede afectar a su capacidad de aislamiento.
Recapitulando
Optimizar el consumo de tu nevera es esencial para reducir la factura eléctrica y contribuir al ahorro en el hogar, ya que se trata del electrodoméstico que más energía consume. Cuando hablamos de elegir un frigorífico, optar por uno de bajo consumo con la etiqueta A es una decisión de compra muy inteligente. Además, regular su temperatura, mantenerlo limpio y evitar abrir en exceso su puerta son algunas de las prácticas que también ayudan en la factura de la luz y contribuyen a un futuro más sostenible. ¡Sigue estos consejos y disfruta de un hogar más eficiente y económico!