Todo indica que en el futuro tendremos que jubilarnos más tarde para mantener en funcionamiento el sistema de pensiones.
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Si de los 65 años como edad de jubilación estamos pasando ahora progresivamente hasta los 67 en 2027, trabajar hasta los 70 o más allá no parece nada descabellado para las generaciones venideras. Lejos del pesimismo que puede suponer tener que alargar la vida laboral, la ciencia avala que mantenerse activo es beneficioso para la salud. Veámoslo.
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Según los resultados de un estudio publicado en el Journal of Epidemiology & Community Health, el riesgo de morir por cualquier causa entre aquellos que alargan su vida laboral un solo año desciende un 11% y la posibilidad de vivir más aumenta entre aquellos que deciden mantenerse activos entre los 66 y los 72 años.
Los datos del estudio indican que prolongar la carrera profesional cuenta con beneficios en la salud independientemente de si se es hombre o mujer, del estilo de vida que se haya adoptado, el nivel educativo, los ingresos o la ocupación.
La investigación concluye que mantenerse activo más años posibilita retrasar el declive físico y cognitivo natural que conlleva el paso de los años en el ser humano y también reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Por otro lado, otro estudio, en este caso realizado en la Oregon State University en Estados Unidos, concluye que el riesgo de morir para aquellos que en lugar de jubilarse a los 65 lo hacen a los 67 disminuye un 21%; a los 70, un 44%, y a los 72, un 56%.
Más datos. Según el Institute of Economic Affairs, jubilarse aumenta un 40% la probabilidad de que una persona pueda desarrollar una depresión. La Universidad de Columbia, por su parte, indica en una investigación que la motivación que supone seguir activos más allá de la edad de jubilación está íntimamente relacionada con el mantenimiento de una mente saludable.
En España existen tres posibilidades para trabajar más allá de la edad de jubilación del momento. Son estas tres:
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La jubilación parcial: permite acceder a la pensión y tener una vida laboral a tiempo parcial. A esta modalidad de jubilación se puede optar antes del final legal de la etapa laboral.
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La jubilación flexible: aplica a aquellos pensionistas que se han jubilado totalmente y que quieren volver a la vida activa. Se les reduce la pensión en función de la jornada.
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Trabajar por cuenta propia: únicamente si no se superan unos ingresos establecidos.
En la entrada del blog de VidaCaixa ¿Es posible trabajar después de la jubilación? hablamos con Elena Ariño, orientadora laboral, formadora y blogger de plandempleo.com sobre esta cuestión.
En su opinión, hay tres cosas que debe hacer una persona que se acaba de jubilar:
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Mantener una actividad de cualquier índole. Algo que le satisfaga y que implique buenas rutinas, algo que le llene.
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Tener una vida social muy dinámica. Contar con una red social alrededor cuando eres mayor es crucial. Hay que buscar los vínculos de amistad no solo en la familia sino también en otros ámbitos. Jubilarse no es el final de la vida profesional y social.
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Convencernos de que la jubilación no es el final, es un cambio de estado que podemos aprovechar para hacer todo aquello que no pudimos llevar a cabo durante nuestra carrera laboral.
En cuanto a investigaciones sobre longevidad se refiere, destaca la realizada por el investigador y divulgador estadounidense Dan Buettner. Se llama proyecto Blue Zones y en el blog de VidaCaixa lo explicamos en la entrada ¿Cuál es el secreto de los lugares del mundo con mayor esperanza de vida?
De la investigación realizada por Buettner se concluye que las zonas más longevas del mundo son Okinawa, en Japón; Salinus, en Cerdeña; Nicoya, en Costa Rica; Icaria, en Grecia, y Loma Linda, en California, y que todas ellas tienen los siguientes factores en común:
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No fuman.
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Reducen al mínimo el consumo de carne y tienen una dieta basada en vegetales.
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Sus ciudadanos caminan a todas partes y realizan actividades físicas con regularidad.
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Sus relaciones sociales son estables, periódicas y continuadas.
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Su núcleo familiar permanece unido.
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