Tabla de contenidos
Según el Observatorio Social de las Personas Mayores de CCOO, las mujeres perciben unas pensiones de media un 32% más bajas que los hombres, aunque en las nuevas jubilaciones se ha reducido a alrededor del 21%. La brecha de género afecta a las mujeres en su jubilación y las diferencias entre hombres y mujeres siguen siendo significativas aún después de haber salido del mercado laboral.
¿Qué implica esta brecha para la planificación de la jubilación de las mujeres? Mejorar la seguridad financiera en la jubilación es vital para ellas, porque como hemos mencionado, las diferencias en las pensiones son el resultado de múltiples factores como carreras laborales más cortas o con interrupciones, más contratos a tiempo parcial, menores salarios a lo largo de la vida y otros desafíos a los que se enfrentan en el mercado laboral.
¿Qué es la brecha de género en las pensiones en España?
La brecha de género en las pensiones se refiere a la diferencia en la cuantía de las pensiones que cobran mujeres y hombres una vez jubilados. Esta brecha del 21% significa que, por cada 100 euros de pensión que recibe un hombre, una mujer percibe aproximadamente 79 euros en España. En la práctica, esto se traduce en menos ingresos mensuales durante la jubilación para las mujeres, lo que puede afectar su calidad de vida durante su retiro.
Haz tu simulación: Descubre el plan de ahorro ideal para tu futuro.
Con una pensión más baja, es más difícil para muchas mujeres hacer frente a gastos médicos, manutención diaria e imprevistos, aumentando el riesgo de inseguridad económica en la vejez. Si bien las generaciones más jóvenes muestran una brecha menor, el problema persiste y exige cambios sociales y económicos.
¿Cómo afecta la brecha salarial en la jubilación de las mujeres?
La brecha de género en las pensiones está estrechamente ligada a la brecha salarial durante la vida activa. A lo largo de sus carreras, las mujeres en España suelen ganar menos que los hombres en puestos equivalentes, ya sea por diferencias salariales directas o porque acceden en menor medida a puestos de mayor remuneración.
Esta desigualdad de ingresos no solo afecta el bolsillo en el presente, sino que cómo afecta la brecha salarial en la jubilación es crucial: con salarios más bajos, las mujeres cotizan menos a la Seguridad Social y tienen menos capacidad de ahorro para la jubilación. Es decir, una menor remuneración hoy resulta en una pensión más baja mañana, así como en menos ahorros privados acumulados.
Según apuntó Natalia de Santiago, experta en finanzas, en una reciente jornada Aula dentro del programa de formación sobre economía y finanzas de CaixaBank, las mujeres “al tener menores ingresos a lo largo de su carrera, cotizan menos y reciben pensiones inferiores, con una brecha aproximada del 20% respecto a los hombres”.
Esto quiere decir que, incluso antes de jubilarse, muchas mujeres ya encaran una desventaja en términos de ahorro. Por ejemplo, si un hombre y una mujer ahorran ambos el 10% de su sueldo, la cantidad absoluta que acumulará ella será menor si su sueldo es más bajo.
Además, las mujeres participan menos en inversiones y productos financieros de alto rendimiento, lo que las priva de oportunidades de hacer crecer sus ahorros. Todo ello mina la seguridad financiera en la jubilación de las mujeres, quienes llegan a la etapa de retiro con menos patrimonio y colchón económico. Por tanto, la brecha salarial durante la vida laboral se transforma en una brecha de género en las pensiones al jubilarse.
Maternidad y cuidados: el impacto en la carrera laboral y la jubilación
Otro factor clave que explica la brecha de género en las pensiones es el impacto de la maternidad y las responsabilidades de cuidado familiar en la carrera de muchas mujeres. Tener hijos suele implicar tomar excedencias, reducciones de jornada o incluso abandonar temporalmente el mercado laboral para poder conciliar trabajo y familia.
Estas decisiones, que en su mayoría siguen recayendo en las mujeres, tienen un coste a largo plazo: menos años cotizados, menores ingresos acumulados y, por tanto, pensiones más reducidas al jubilarse.
Diversos estudios cuantifican la llamada «penalización por maternidad». Por ejemplo, en España se ha observado que tras el nacimiento del primer hijo la caída de los ingresos laborales de las madres es un 33% mayor que la de los padres
Esa pérdida de ingresos en los años siguientes al parto significa menos capacidad de ahorro y de cotización para la mujer. Muchos padres no sufren esa interrupción en su vida laboral o la sufren en menor medida.
No solo la maternidad afecta. También el tiempo dedicado al cuidado de familiares, como atender a padres/madres mayores, cónyuges enfermos u otros dependientes, suele ser asumido en gran proporción por mujeres. Muchas reducen su jornada de trabajo o piden excedencias para cuidar de familiares, sacrificando ingresos presentes y futuros.
Las mujeres a menudo cargan con la conciliación familiar, lo cual provoca en ocasiones la interrupción de sus carreras profesionales. Cada periodo fuera del mercado laboral o cada reducción de horas trabajadas se traduce en cotizaciones no realizadas. Con menos años cotizados o bases de cotización más bajas, la pensión de jubilación resultante será menor.
Educación financiera: una aliada para una jubilación de la mujer
Frente a estas desventajas, la educación financiera se alza como una herramienta fundamental para mejorar la planificación de la jubilación, especialmente en el caso de las mujeres.
En la sesión ‘Mujer, dinero y futuro: cómo planificar tu jubilación’ del programa Aula de formación de CaixaBank celebrada recientemente, la divulgadora financiera Natalia de Santiago compartió conclusiones muy relevantes. Una de sus frases resumió a la perfección la situación: «Las mujeres vivimos más, pero con menos dinero».
Las mujeres suelen tener mayor esperanza de vida que los hombres, pero llegan a la jubilación con menos recursos económicos. Esto hace imprescindible tomar medidas proactivas en la gestión del dinero.
Tener conocimientos básicos sobre ahorro, inversión, pensiones y productos financieros permite tomar decisiones informadas y evitar errores que puedan costar caro en el futuro. Por ejemplo, entender cómo funcionan las pensiones públicas, qué opciones de planes privados existen o cómo invertir los ahorros de forma adecuada puede marcar una gran diferencia en el resultado final.
La experta Natalia de Santiago señaló que actualmente muchas personas, especialmente mujeres jóvenes, necesitan conocimientos financieros básicos, para poder desarrollar su capacidad de inversión y ahorro a lo largo de la vida.
Promover la educación financiera, ya sea a través de talleres, cursos en línea, seminarios como el de CaixaBank, ayuda a las mujeres a decidir, con previsión y a tomar las riendas de su futuro financiero para planificar su jubilación, compensando en parte las brechas de ingresos con estrategias de ahorro e inversión efectivas.
Comenzar a ahorrar cuanto antes para la jubilación
Uno de los consejos más reiterados por los expertos en planificación financiera (y especialmente relevante para las mujeres) es empezar un plan de ahorro lo antes posible de cara a la jubilación. ¿Por qué tanta insistencia en comenzar temprano? La razón es el poder del interés compuesto.
Este concepto significa, básicamente, que los rendimientos que genera tu dinero invertido se reinvierten, generando a su vez más rendimientos en el futuro. Es como una bola de nieve financiera: con el tiempo suficiente, un ahorro pequeño puede convertirse en una cantidad importante gracias a la acumulación de intereses sobre los intereses.
Mientras más joven empieces a ahorrar o invertir para tu jubilación, más tiempo tendrá tu dinero para crecer de forma exponencial. Pero si no pudiste ahorrar antes, no todo está perdido: nunca es tarde para empezar a planificar tu jubilación. ¡Te contamos cómo hacerlo!
Cómo pueden las mujeres mejorar su pensión de jubilación
Hemos visto los desafíos y obstáculos que explican la brecha de género en las pensiones. Pero, ¿qué pueden hacer las mujeres para mejorar su pensión de jubilación y tener un retiro más tranquilo desde el punto de vista financiero? Algunas medidas y consejos prácticos enfocados especialmente en las mujeres trabajadoras de hoy son los siguientes:
Conoce tus derechos en la Seguridad Social
El sistema público también contempla algunos recursos y derechos pensados para corregir, en parte, las desigualdades.
Por ejemplo, existe un complemento para la reducción de la brecha de género en las pensiones contributivas, destinado a compensar el perjuicio que sufren mayoritariamente las mujeres tras tener hijos. Este complemento, que sustituyó al antiguo complemento por maternidad, es una compensación en tu pensión por cada hijo o hija que hayas tenido. En 2025, la cuantía de este complemento es de 33,20 euros al mes por hijo reconocido. No es una suma muy elevada, pero es un derecho que conviene solicitar si cumples los requisitos.
Convenio de cuidados y compensación por lagunas de cotización
Asimismo, si tu vida laboral se vio interrumpida para cuidar familiares, infórmate sobre convenios especiales de cotización o coberturas como el convenio de cuidadores no profesionales, que puede cubrir lagunas de cotización mientras cuidas a un familiar dependiente.
También recuerda que, para acceder a la pensión contributiva, necesitas haber cotizado un mínimo de años; si ves que te faltan, valora opciones para completar esos años (por ejemplo, alargar un poco más tu vida laboral activa si es posible). Conocer y ejercer estos derechos puede mejorar en algo tu pensión futura.
Planifica tus gastos con ayuda del simulador de tu jubilación
Planifica tu jubilación de forma integral, más allá de ahorrar dinero, una buena planificación implica estimar cuánto necesitarás el día de mañana. Utiliza herramientas como simuladores de jubilación para proyectar tu pensión pública estimada y ver si habrá una diferencia respecto a tus gastos esperados.
Ten en cuenta factores como la inflación, tu estado de salud, si tendrás gastos importantes (por ejemplo, alquiler o hipoteca en la jubilación) y también tu esperanza de vida. Muchas mujeres viven más años que los hombres, por lo que sus ahorros deben durar más tiempo.
Planifica para 20 o 30 años de retiro, no solo para unos pocos. Si identificas con tiempo que habrá un desfase entre tus ingresos (pensión pública + rentas de ahorros) y tus gastos, podrás tomar medidas desde ya: incrementar el ahorro, buscar ingresos complementarios, reducir deuda antes de jubilarte, etc.
Educación financiera: planes de pensiones, ahorro e inversión
La educación financiera es poder. Dedica tiempo a informarte sobre temas de ahorro, inversión y jubilación. Cuanto más entiendas sobre cómo gestionar tu dinero, mejores decisiones podrás tomar para aumentar tus ahorros para la jubilación. La planificación de la jubilación empieza por conocer las opciones y herramientas disponibles.
Lo importante es la constancia, reserva una porción de tus ingresos todos los meses para tu hucha de jubilación. Automáticamente, puedes domiciliar una transferencia a una cuenta o plan de pensiones nada más cobrar tu nómina, de modo que te pagas a ti misma primero. Si eres disciplinada y conviertes el ahorro en un hábito, con el tiempo verás crecer tus ahorros para la jubilación. Y recuerda aumentar esa aportación en la medida que tus ingresos lo permitan.
Aprovecha los planes de pensiones y beneficios de tu empresa. Infórmate si tu empresa ofrece algún plan de pensiones de empleo u otros beneficios para la jubilación. Si tienes la suerte de contar con este beneficio, ¡no lo dejes pasar!
En caso de que tu empresa no ofrezca un plan, plantéate abrir un plan de pensiones privado o un plan de ahorro a largo plazo por tu cuenta. VidaCaixa, por ejemplo, ofrece diversas opciones de planes de pensiones adaptados a diferentes perfiles. Lo importante es destinar parte de tus ingresos a inversiones a largo plazo que complementen la pensión pública.
En conclusión
La brecha de género en las pensiones es un desafío real que puede comprometer la calidad de vida de las mujeres en la jubilación. Las causas son estructurales (brecha salarial, roles de cuidado, carreras truncadas), pero conocerlas nos permite anticiparnos.
Cada mujer puede, y debe, tomar las riendas de su futuro financiero: informarse, planificar y aprovechar todas las herramientas a su alcance.
Empezar a ahorrar temprano, formarse en finanzas personales y reclamar los derechos disponibles son pasos esenciales para cerrar la brecha. Al mismo tiempo, es importante que como sociedad sigamos avanzando hacia la igualdad efectiva, de modo que en las próximas décadas hablar de brecha de género en las pensiones sea solo un recuerdo histórico.
Por lo pronto, una buena planificación y decisiones financieras inteligentes pueden ayudar a que vivamos más, pero con el dinero suficiente para disfrutar esa etapa dorada con tranquilidad.