El matrimonio es sano. Así de contundentes y decisivos han sido los resultados de un estudio elaborado por la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), el cual ha llegado a la conclusión de que el matrimonio tiene efectos positivos sobre la salud. ¿Por qué? Los autores lo tienen claro: el beneficio viene marcado por el papel que juega cada miembro de la pareja en procurar que el otro se cuide, especialmente importante a partir de los 40.
En una semana como ésta en el que “el amor está en el aire”, estudios como el mencionado revelan la importancia de las relaciones humanas para el bienestar de las personas. En este sentido, el Dr. Luis Rojas Marcos, psiquiatra y miembro de la Academia de Medicina de Nueva York, considera fundamental cultivar el afecto y la relación con los demás a lo largo de toda la vida si queremos mantener vínculos duraderos que nos garanticen un futuro feliz.
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Son muchos los que defienden las relaciones humanas como el verdadero secreto para una buena salud. Este “nuevo tratamiento médico” prolonga la vida y no tiene efecto secundario alguno. Un estudio del Departamento de Psicología de la Universidad de Brigham, en Utah (Estados Unidos), va más allá y asegura que las buenas relaciones humanas disminuyen la obesidad y la mortalidad.
El psicólogo Tomás Navarro, autor de Fortaleza emocional, coincide con la idea de que la vida en pareja aporta muchos beneficios: “Somos animales sociales y las exigencias de la vida se soportan mejor en compañía”.
¿Cómo conseguir una vida en pareja plena? ¿Qué rasgos comunes reúnen las relaciones saludables? Navarro tiene la respuesta: “Una buena comunicación, una relación de igual a igual, confianza el uno en el otro y capacidad de ayudarse y apoyarse mutuamente. Además de estos factores, debemos añadir otros como los beneficios fisiológicos y psicológicos de la práctica habitual de sexo, de mantener momentos íntimos y la repartición de la carga de trabajo y responsabilidades”.
Por el contrario “un matrimonio tóxico puede provocar muy mala salud”, apunta el psicólogo, por lo que en el caso de no reunir las características comentadas, es aconsejable abarcar el problema y buscar soluciones para reorientar la relación entre la pareja.
¿Y si en San Valentín estamos solteros? ¡Quiérete a ti mismo!
Pero no todo el mundo tiene algo que celebrar hoy. ¿O sí? Dedicamos el 14 de febrero al amor hacia nuestra pareja, preparamos cenas románticas y las tiendas se llenan de corazones… ¿Pero por qué no hay un día en el calendario dedicado a celebrar el amor hacia nosotros mismos? La autoestima es, asegura Tomás Navarro, la base para que el amor hacia los otros sea sincero y seguro.
“Quererse a uno mismo es básico, es más, es fundamental”, dice Navarro. Pero no es necesariamente fácil. “Hemos recibido una educación que confunde la humildad con la sumisión, una educación que nos conduce a buscar en otra persona lo que nos falta, con lo que depositamos unas expectativas inadecuadas”, apunta el psicólogo.
“A menudo interiorizamos ‘sentencias’ que han dictado de nosotros determinadas personas como los padres, profesores, pareja, hermanos u otras personas significativas, sin tan solo someterlas a juicio o sin contrastarlas, de tal manera que las damos por ciertas cuando tan solo son opiniones”, remarca Navarro. “La mejor manera de tener una autoestima sólida es tomando el control de tu vida y ganando en independencia”.
Para ello, la receta es clara: Navarro recomienda definir unos objetivos para las diferentes áreas de nuestra vida (relaciones de pareja, familia, trabajo, amigos, deporte o tiempo libre) y trazar un plan para conseguirlos. “No confíes tu futuro a la suerte, es mejor que lo decidas tú y que te lo trabajes tú”, remarca.
Pues… ¡manos a la obra!, pero con una premisa clara: “Debes creer en ti, tener una fortaleza emocional que te permita creer en tus posibilidades a pesar de no disponer de ningún indicio claro que te de seguridad”, dice. “La fe en ti mismo te permite iniciar aventuras nuevas ya que eres consciente de tus recursos y, a pesar de no tener ninguna certeza, te conoces capaz de ir avanzando y tomando las mejores decisiones”.
Así pues, sólo o acompañado, recuerda que las relaciones, tanto de pareja como con uno mismo, son claves para pasar un buen San Valentín.