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Los niños aprenden aquello que les puede ayudar en el futuro a través del juego y el ejemplo de los mayores. ¿Consideras que el ahorro infantil no es una prioridad? ¿Piensas que son demasiado pequeños para plantearle algo tan complejo? Estás equivocado. Los niños ahorradores son, casi siempre, adultos responsables con su economía.
Los niños de 5 o 6 años ya comienzan a ser conscientes de la utilidad del dinero. Es el momento perfecto para incorporar, adaptándonos a su desarrollo, prácticas, estrategias y juegos que los animen a ahorrar desde pequeños.
La cuestión principal, una vez que has decidido regalarles este aprendizaje tan beneficioso, es cómo hacerlo. En este artículo, queremos darte algunos buenos consejos.
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¿Cómo fomentar el ahorro infantil?
Los niños más caprichosos suelen ser aquellos que lo han tenido todo, dónde y cómo han querido y sin ningún tipo de esfuerzo. Pero los logros más ilusionantes son, precisamente, aquellos que nos ha costado más lograr y que, en cierto modo, han conllevado algún tipo de sacrificio o renuncia hasta alcanzarlos.
Por ello, los niños ahorradores no solo adquieren un mejor hábito al manejar el dinero, también se convierten en más maduros y menos dependientes del materialismo consumista.
Predicar con el ejemplo
Si ellos no te ven administrar bien el dinero y realizar ciertas renuncias para alcanzar metas mayores, difícilmente te harán caso cuando se lo propongas. Al contrario, si los acostumbras a verte planificar, organizar los gastos y manejar un presupuesto, estarán más predispuestos a intentarlo.
Asignarles una paga
Lo principal de esa propina semanal no es el dinero que reciben, sino la obligación inherente que les otorgamos para administrarla. Entrégales una cantidad periódica para sus gastos personales, con la libertad de utilizarla como quieran. Pero, claro, los caprichos que no puedan hacer frente con ella serán inalcanzables… salvo que sean capaces de ahorrar para obtenerlos.
Derechos y responsabilidades
La idea anterior es una aplicación práctica de este concepto. El niño debe comprender que los padres tenemos la obligación de satisfacer sus necesidades principales y de otorgarle una estabilidad financiera, pero también ha de entender que existen límites, y cuáles son.
Hacerle comprender que el trabajo, y por consiguiente el esfuerzo, generan dinero es un aspecto esencial. De este modo, puedes recompensarle por diferentes tareas y aprovechar estas labores formativo-educativas para explicarle por qué mamá y/o papá van a trabajar. Y por qué es imprescindible establecer límites a los gastos individuales y familiares.
Proyección de futuro
De este modo, al animarlos a ahorrar desde pequeños los estás animando a salir exclusivamente del presente para mirar al futuro. Guardar dinero supone tener la posibilidad de comprar o disfrutar de algo mejor mañana.
Hucha u otros métodos de ahorro
Es importante establecer un sistema concreto, y simbólico, de ahorro. Una hucha, un sobre situado en un lugar concreto o, incluso, una cuenta bancaria infantil son buenas opciones. Lo importante es que tenga acceso a ellos y pueda ver, periódicamente, los frutos que le está reportando su ahorro.
Como ves, el ahorro infantil es un área de aprendizaje sumamente interesante. ¿Te animas a intentarlo con los pequeños de casa?