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Durante el año laboral las parejas apenas tienen tiempo para compartir. Me refiero a tiempo de intimidad: conversaciones, hacer el amor, dedicarse el uno al otro. Muchas parejas caen en la rutina, hablan de los hijos, hacen las compras semanales, se reparten las tareas domésticas y comparten cuatro cosas del trabajo. Llega el verano y, de repente, tienen que convivir con la situación, que poco a poco se ha ido marchitando.
Uno de los pilares de las relaciones de pareja sanas es la comunicación. Comunicarse de forma relajada y empática crea complicidad. La mayoría de los conflictos se vuelven irresolubles por falta de entendimiento y comunicación. Es la primera vía para ajustar lo que no funciona. Una buena comunicación no va a recomponer una relación de pareja que esté rota, pero sí puede ser el mejor vehículo para mediar y respetarse.
¿Cómo puede afectar una mala comunicación en una pareja?
Una mala comunicación en pareja puede afectar negativamente en varios aspectos de la relación, entre ellos:
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- Falta de entendimiento mutuo: una mala o nula comunicación en pareja puede generar malentendidos. La falta de claridad y comprensión puede que ambas partes se sientan incomprendidas y llegar a causar frustración.
- Genera resentimientos: cuando los problemas no se hablan y resuelven a tiempo, se acumulan, se generan sentimientos negativos y por lo tanto, dañan la relación.
- Pérdida de confianza: la evasión de temas importantes y la expresión de sentimientos puede transmitir indiferencia o que algo se está ocultando. Esto genera inseguridad y desconfianza en la relación.
- Se crean más conflictos: la falta de comunicación en una relación hace que las discusiones escalen más rápido al no resolver las diferencias adecuadamente. Las discusiones se centran más en acusaciones o defensas que en resolver el problema.
- Desconexión emocional: al no compartir pensamientos, emociones y experiencias, la relación puede volverse distante, afectando a la intimidad.
La confianza es un aspecto clave para una buena comunicación
La confianza y mantener una comunicación asertiva es la base de una relación de pareja saludable. Trabajar en estos puntos puede prevenir muchos de los problemas antes mencionados y fortalecer el vínculo emocional y físico. A continuación, te contamos algunas formas de mejorar la comunicación en pareja.
Formas de mejorar la comunicación en pareja
Sigamos estas reglas para facilitar la comunicación con la pareja:
Escucha a tu pareja para mejorar la comunicación
Si deseas hablar, estate preparado sobre todo para escuchar. Escuchar es el primer paso para poder ser empático. Es imposible saber cómo se siente el otro y cuáles son sus motivaciones para solucionar un problema contigo si desconoces qué le pasa.
Trata de interpretar bien al otro
Las parejas que tienen conflictos tienden a malinterpretar los comentarios y las intenciones de la pareja. Por el contrario, las parejas con complicidad y las que se llevan bien tienden a bien interpretarse y hacen un esfuerzo por entender las intenciones del otro, tienen en cuenta el contexto, el estado emocional en el que se ha hecho una observación, y no sacan conclusiones generales de un simple comentario.
Pregunta antes de sacar conclusiones
Si no tienes clara la intención, pregunta, con amabilidad y educación, “¿qué quieres decir con eso?”. Muchos conflictos vienen por no preguntar, hacer juicios de valor sobre un comportamiento o un comentario, darle una explicación desde ese único juicio de valor y, sin contrastar si es así o no, enfadarse. Preguntar eliminará cualquier duda que tengas sobre la persona. No hagas preguntas para pillar al otro, ni en tono inquisidor.
Respeta los tiempos y los silencios del otro
Hay personas que necesitan resolver sus problemas en el acto, y obligan al otro a mantener una conversación sobre el tema. Pero si el otro necesita tiempo, porque está nervioso, frustrado o irascible, estarás obligando a la otra persona a hablar en un clima que no favorece el entendimiento. Será absurdo. Llegar a un acuerdo o tener una experiencia positiva de una conversación requiere un clima relajado y un estado emocional apropiado por parte de los dos.
Evita levantar la voz para mejorar la comunicación en pareja
Gritar es una agresión que solo provoca la huida o el ataque. Con cada grito pierdes el respeto a la persona y a ti mismo y generas una experiencia muy negativa. Difícilmente alguien querrá volver a mantener una conversación con alguien que puede descontrolarse y hacerle sentir mal.
En el autocontrol está la clave. La excusa de “me saca de quicio la persona o la situación” o “es que los nervios me pueden” no vale para justificar la agresividad verbal. Tampoco sigas manteniendo una conversación con quien te está gritando a ti.
Evita los reproches
No hagas comentarios como “contigo es imposible hablar, mira cómo te pones”. La única respuesta a esta expresión es “pues anda que tú”. Y en ese momento es mejor dejar de hablar. Habréis conseguido que la comunicación sea un ir y venir de reproches.
Pregunta qué desea hacer la otra persona
Así podréis llegar a una solución. Puedes formular preguntas como: “¿y tú qué deseas que hagamos?” o “¿qué soluciones se te ocurren a ti que nos puedan satisfacer a los dos?”.
Plantea las decisiones en términos de “nosotros”
Cuando implicas al otro, se siente partícipe de las decisiones. Un equipo que trabaja unido se aleja del “yo” y habla en términos de “nosotros”. Intenta emplear un “¿estamos de acuerdo?” en lugar de “¿estás de acuerdo?”.
Recapitulando, mejorar la comunicación en pareja es fundamental para la convivencia
Es muy desagradable no poder hablar de forma relajada con la pareja. Nos comunicamos a lo largo del día muchas veces y el hecho de poder tener estrategias para entendernos hará que sintamos un mayor bienestar. La comunicación asertiva implica expresar tus sentimientos, y pedir de manera clara, respetuosa y sincera tus necesidades, así como escuchar las de tu pareja.