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La Navidad es el momento del año en el que tiramos todo por la ventana. Es euforia, regalos y, cómo no, algo de excesos. Vivimos en una sociedad en la que, ya de por sí, se invita al consumismo. El mercado nos ofrece continuamente productos y servicios que, a pesar de no necesitar, nos pueden facilitar aún más la vida, y muchas veces pensamos que nos hacen más felices, más poderosos o más atractivos.
Regalamos más de lo que los demás aprecian. Regalamos sin sentido, comprando por comprar, para cubrir el expediente. Diez bufandas, cinco pijamas, siete perfumes. Regalar nos hace sentir bien, porque nos gusta ver disfrutar e ilusionar a los demás. Por eso, y más en estas fechas, es importante no perder el rumbo y tener siempre presente que lo importante es la ilusión, la intención y el espíritu festivo.
Muchas veces, los regalos en sí pasan a un segundo plano. Pero, ¿cómo hacer para que el consumismo no nos invada? ¿Cómo potenciar la magia de estas fiestas sin recurrir al exceso de regalos? Este post pretende ayudarte a practicar el consumo responsable esta Navidad, ¡sigue leyendo!
El consumismo en Navidad
Es inevitable, Navidad y consumismo van de la mano en nuestro imaginario colectivo. Más allá de la ilusión de juntarnos con nuestros seres queridos, el buen comer y las luces por todas partes, en navidades regalamos y nos regalan. Y esto nos encanta.
Un consumo responsable implica controlar la cantidad de regalos que compramos, el dinero que invertimos, y que el gasto que realizamos contribuya a la sostenibilidad del medio ambiente y de la mano de obra. Por eso, es importante tener en cuenta distintos aspectos a la hora de planificar nuestras compras navideñas, no solo en cuanto a regalos, también en cuanto a comidas, cenas y dulces, tan típicos durante estas fechas.
Consejos para un consumo responsable durante la Navidad
Vamos a entrar en materia. Si buscamos un consumo responsable estas Navidades mientras te sientes orgulloso de tus compras navideñas, toma nota de nuestros consejos. Porque nada nos hace sentir tan bien como actuar conforme a nuestros valores:
Más no es sinónimo de “cuánto te quiero”
Muchas veces no sabemos qué regalar a alguien que tiene de todo y aún así compramos por comprar. El consumo responsable esta Navidad es posible y va muy unido con la educación que recibes en tu casa. Enseña a tus hijos a dar valor a lo que reciben. Los coloridos catálogos de regalos o los anuncios de niños felices que se portan bien mientras juegan confunden a niños y padres. Habla con tus hijos pequeños y con los menos pequeños. Explícales que los Reyes Magos o Papá Noel tienen muchas casas en las que repartir. Cuéntales que el valor del regalo está en pensar en la persona, en poder tener tiempo para disfrutarlo, y no en la cantidad de regalos.
Amigo invisible, una alternativa al consumismo de Navidad
Es una gran alternativa para no comprar decenas de regalos para todos, incluso para amigos o familiares con los que no tienes tanta relación. Con el amigo invisible cada uno tiene que ocuparse solo de otra persona y de dar con un regalo más acertado. Así le dedicará más atención, podrá personalizarlo más y ahorrar en regalos esta Navidad.
Busca el precio justo
Se puede poner un valor económico máximo para los regalos que se consensúe con todos. Piensa en los presupuestos de la familia. Hay gente que va más holgada económicamente hablando y otra a quien le cuesta más hacer regalos. El regalo más caro no es símbolo de poder ni de amor. Es símbolo de que tienes más dinero. A pesar de que hay personas muy generosas que son muy sacrificadas y dan lo que no tienen, no es aquí donde está el valor. El valor está en el tiempo de calidad que pasamos en familia y con amigos, compartir, ayudar a quien lo necesita, incluso el hecho de tratar de ser mejor persona, aunque sea en estos días.
Navidad y solidaridad
¡Va por ti! Si decidimos gastar menos en las compras navideñas, ¿no sería genial destinar parte del dinero que ahorramos a alguna persona o asociación que sí lo necesite de verdad? Decide con tus hijos a quién irá destinada esa parte del presupuesto y apuesta por la solidaridad en Navidad.
Compra, en la medida que los regalos elegidos te lo permitan, en tiendas de comercio justo. Explica a quien regalas por qué lo has elegido, por qué esa tienda, la responsabilidad que supone comprar en el comercio justo, etc. Seguro que así encuentra un valor añadido al regalo.
Compra en pequeños comercios
Los comercios pequeños suelen tener productos más exclusivos, cuidan más el detalle, te asesoran con una atención más personalizada… Los grandes almacenes y las cadenas comerciales generan un nivel de competitividad con precios, horarios y variedad que terminan por devorar a las tiendas de barrio.
No dejes las compras para última hora
Las prisas nos llevan a tomar decisiones impulsivas. Buscas rápido y corriendo cómo ir tachando regalos de la lista, pero lo haces sin pensar. En ese momento te ves tan agobiado que te importa menos pasarte del presupuesto, porque comprar en ese momento te quita la ansiedad de tener los regalos sin comprar.
En definitiva
Practicar el consumo responsable en Navidad implica darle más valor a lo que realmente importa: los momentos con los tuyos, las risas, los reencuentros, las comidas y cenas interminables, un pequeño detalle preparado con mucha ilusión.
Y acuérdate de la alimentación responsable con tanta cena y comida. No es el fin del mundo. Tranquilidad, después de Reyes las cigalas se siguen reproduciendo. Ni hay que pagarlas a precio de oro ni hay que comprar más de las que se puedan consumir.