La dieta mediterránea es sinónimo de salud, sabor y nutrición. No en vano fue considerada hace algunos años patrimonio de la humanidad, y, desde luego, es una opción excelente para comer sano y con sabor día tras día.
Un buen número de estudios han establecido que la alimentación y el envejecimiento guardan una relación muy importante. De hecho, parece demostrado que la dieta mediterránea es la más perfecta que existe para disfrutar de un envejecimiento más lento. ¿Te preguntas cómo se llegó a esta conclusión? Un estudio dirigido desde la Universidad de Londres, realizado entre 5.800 ancianos de países mediterráneos, ofreció información y conclusiones muy significativas a este respecto.
Los beneficios de la dieta mediterránea para los ancianos
En condiciones normales, la vejez viene acompañada de un alto riesgo de caídas, problemas físicos, mermas de salud, discapacidades y una progresiva reducción de la autonomía. Es lógico: el envejecimiento es así. La cuestión es la siguiente: ¿cuándo empezamos a envejecer y con qué rapidez y progresión? Ahí está la clave. Las investigaciones científicas han sido concluyentes: aquellos ancianos que disfrutaron durante su existencia de la dieta mediterránea tienen un riesgo mucho menor de convertirse en ancianos frágiles, y cuando lo hacen es más tarde.
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Es decir, la alimentación mediterránea disminuye y pospone los efectos negativos de la vejez. Lo cual es, en sí mismo, una noticia más que destacable. La verdad es que la calidad de vida de las personas mayores depende en gran medida del tipo de alimentación por el que han optado. La presencia destacada de frutas y verduras, nueces, legumbres, cereales integrales y aceite de oliva es determinante. Todavía estás a tiempo: empieza a convertir estos productos en alimentos básicos de tu dieta.
Atributos de esta dieta durante el envejecimiento
Los estudios se dirigen ahora a concretar en qué medida cuantitativa la alimentación mediterránea y el envejecimiento se encuentran conectados. Lo que parece incuestionable es que, durante la edad de oro, mantener este tipo de planteamiento alimentario tiene que ser positivo.
Como atributos positivos de la ingesta mediterránea en las personas mayores, podemos mencionar los siguientes:
- Menor fragilidad y, en consecuencia, riesgo inferior de caídas, fracturas, discapacidades e inmovilidades.
- Mejor salud cerebral, lo que aleja las posibilidades de experimentar una demencia senil, al tiempo que posibilita unas mejores prestaciones en términos de memoria, capacidad cognitiva, reflejos y habilidades lingüísticas, entre otras.
- Mayor vigor físico, lo que coloca a los ancianos en una situación mejor para soportar o evitar determinadas enfermedades.
- Calidad de vida superior. Como consecuencia de ese bienestar físico, pero no solo por ello, los ancianos que han comido mediterráneamente a lo largo de su vida se sienten mejor, más satisfechos y mejor adaptados a su entorno.
- No lo dudes: si quieres tener una vejez más plácida y saludable, practica la dieta mediterránea. Y si tienes ancianos a tu cuidado, potencia este planteamiento alimentario. Porque más importante que vivir mucho es vivir bien y, desde luego, desde VidaCaixa queremos verte feliz durante mucho, mucho tiempo. ¿Te animas a comer mejor para envejecer a gusto?