Medir la felicidad es algo muy subjetivo. Definida como el estado de gran satisfacción tanto espiritual como física. En el pasado, cuando se relacionaba con la economía, se pensaba que los ingresos eran la principal y única razón de ser plenamente felices. Sin embargo, más adelante veremos que esto no es estrictamente así. El crecimiento exponencial en la investigación de economía y felicidad ha dado origen a un campo nuevo dentro de la disciplina económica, denominado la economía de la felicidad.
Se trata de la ciencia que estudia el equilibrio que hay entre la felicidad y la realidad económica. Esta idea se asocia más a factores que mejoran la calidad de vida de las personas y no solo en el crecimiento económico o en indicadores monetarios. ¡Te lo contamos!
Factores determinantes en la economía de la felicidad
La economía de la felicidad considera que existen otros factores emocionales, psicológicos y sociales, más allá de los económicos, que influyen en nuestro bienestar, tanto en un contexto global como si hablamos individualmente. Entre estos factores podemos destacar:
¿Quieres saber cómo afrontar la ruta de tu vida? ¡Descúbrelo!
Si bien es cierto que a mayores ingresos, mayor es la tranquilidad o la felicidad a la que podemos acceder, no todo se basa en el dinero. En el contexto de un país, esto sugiere que un aumento en el Producto Interno Bruto (PIB) puede contribuir a una sociedad más feliz, mientras que a nivel personal, cualquier aumento en el salario puede generar una sensación temporal de mayor felicidad.
Del mismo modo que disponer de una estabilidad financiera nos aporta una gran sensación de bienestar ya que el flujo constante de ingresos nos garantiza poder llevar a cabo nuestros planes. A nivel nacional, podemos decir que la economía de la felicidad se consigue cuando en períodos de crisis económicas, se puede mantener un cierto nivel de bienestar para todos los ciudadanos.
La salud, por supuesto, es otro de los puntos que determinan una mayor felicidad. A nivel personal, nos permite mantenernos activos y poder cumplir todos nuestros objetivos con éxito.
Desde la perspectiva de un país, esto implica contar con servicios de salud de calidad para beneficio de toda la sociedad.
La calidad laboral, que puede incluir aspectos como contratos estables, oportunidades de desarrollo profesional y un ambiente laboral positivo que contribuye al rendimiento del trabajador es otro factor importante.
Por último, pero no menos importante, las relaciones sociales, tanto en el ámbito laboral como en el personal y familiar, también influyen y mucho en el bienestar emocional de las personas. Así mismo, la libertad personal y el tiempo de ocio son fundamentales para disfrutar del tiempo libre.
Cómo mejorar la economía de la felicidad a través de las finanzas
Teniendo en cuenta estos elementos, una manera eficaz de invertir en su economía de la felicidad y en la de su familia puede ser gestionando sus finanzas. Te contamos algunas de las mejores recomendaciones:
- Protégete a ti mismo y a los tuyos ante posibles contratiempos. Mitigar los gastos de una enfermedad inesperada, un accidente que cause una discapacidad grave o, en el peor de los casos, el fallecimiento, es una manera de ser previsor que puede mantener nuestra economía de la felicidad. En la actualidad, hay una amplia gama de seguros que cubren diferentes aspectos de la vida cotidiana, como la salud, la vida, el automóvil o el hogar. Incluso hay algunos que ofrecen oportunidades de inversión a largo plazo, como los seguros de ahorro y vida.
- Crea un colchón para el futuro. Ahorrar es una manera proactiva de asegurar nuestra felicidad del futuro. Por ejemplo, planificar financieramente nuestra jubilación y saber que contamos con un fondo para cuando dejemos de trabajar nos proporciona tranquilidad. Destinar una parte de nuestros ingresos a hacer aportaciones a un plan de pensiones puede ser una buena opción. Además, nos estaremos beneficiando de grandes ventajas fiscales a la hora de pagar nuestros impuestos a Hacienda.
- Gastar con prudencia. Llevar un registro de cuáles son nuestros gastos y planificar nuestra economía financiera es esencial para garantizar que los gastos mensuales no superen a los ingresos. A pesar de los cambios que experimentamos a lo largo de la vida y que afectan nuestra situación financiera, una planificación adecuada nos permite ahorrar y estar preparados económicamente para lo que depare el futuro.
Recapitulando
La economía de la felicidad nos recuerda que la riqueza va mucho más allá de unos ingresos altos y muchos ceros en la cuenta bancaria. Trata de cuestionar los aspectos emocionales, sociales y físicos que aportan bienestar de manera subjetiva a las personas. Si bien el dinero es importante, no es el único factor. La estabilidad financiera, la salud, la calidad laboral y las relaciones sociales y personales también influyen significativamente.
Mejorar nuestra economía de la felicidad implica no solo administrar sabiamente nuestras finanzas, sino también invertir en nuestro bienestar a largo plazo. Es momento de buscar un equilibrio entre el crecimiento económico y la calidad de vida de las personas.