Enrique Borrajeros es Presidente del Comité de Comunicación del European Financial Planning Association (EFPA) en España.
Del 1 al 10, ¿qué nota le pondría a la cultura del ahorro en España y por qué?
Le pondría un 6, un aprobado alto. Creo que en los últimos tiempos hemos estado aprendiendo en función de la realidad, de ir enfrentándonos, quizá con retraso, a la situación que exigía cada momento. Creo que el inversor español ha delegado su responsabilidad y cuando uno delega la asunción de riesgos se preocupa poco por dos de los factores más importantes que tiene la inversión: el riesgo -sin duda, la fuente de la rentabilidad- y cambiar presente por futuro.
¿Puede explicar esta idea de cambiar presente por futuro?
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Es muy sencillo. La inversión permite afrontar gastos y alcanzar objetivos en el futuro que de otra manera quizá no se podrían aguantar porque los ingresos no son suficientes cuando se llega a la jubilación y uno se ve en la tesitura de tener que completarlos; o porque la necesidad de hacer cosas, de pagar una educación, de pagar una vivienda o de cualquier otro objetivo exige más recursos que los que uno podría obtener con el solo ahorro. Durante años hemos estado delegando nuestra función como inversores y probablemente el futuro nos exige que seamos mucho más inversores que lo hemos sido hasta ahora.
Si le hiciera la misma pregunta con la que hemos empezado esta entrevista dentro de cinco años tengo la sensación que aumentaría la nota a un 7 o un 8. ¿Es así?
Por supuesto. En el ámbito del ahorro personal todo va a ir a mejor. Creo que al inversor español se le han caído dos paraguas. El primero es el de la pensión pública. Cuando uno lleva toda la vida oyendo que las pensiones van a estar ahí cuando se necesiten para que cualquiera pueda vivir muchos años y muy bien para que ahora por un efecto demográfico y matemático esa promesa sea cada vez más difícil de cumplir de repente uno empieza a pensar que hay algo de cierto y que hay que empezar a preguntarse por el futuro de cada uno. El inversor se ha visto obligado a tomar conciencia desde ese punto de vista.
¿Y el otro paraguas?
El segundo paraguas es que la inversión favorita de los españoles hasta la fecha, el depósito bancario, ha dejado de dar retornos y ha dejado de ser interesante. Es en ese ejercicio en el que uno se da cuenta de que para alcanzar las metas futuras necesita una rentabilidad que como mínimo bata la inflación y el depósito ya no la facilita: entonces hay que empezar a preocuparse por el riesgo. Llegados a este punto es cuando se busca un asesoramiento más especializado, se intenta encontrar a alguien que ayude a entender dicho riesgo, cuánto, cómo gestionarlo y cómo hallar la estructura de inversión que permita alcanzar la rentabilidad objetivo con un nivel de riesgo razonable y bien diversificado. Una vez desaparecidos los dos paraguas, pensiones y depósitos, el inversor se ha visto obligado a buscarse la vida.
En su opinión, ¿qué productos son los más adecuados para una persona de 30 a 40 años para fomentar el ahorro?
Hay que primar el concepto de ahorro sin centrarlo en productos concretos. Lo que importa es que la gente ahorre para su jubilación pero también para comprarse una casa, para educar a sus hijos, para alcanzar un nivel de independencia económica que le permita lograr diferentes cosas en la vida. El problema es que nos dedicamos a primar productos y los productos tienen una serie de ventajas aunque al final no son buenos por sus características intrínsecas sino porque alguien lo señala. “El PPA es un buen producto”, dicen algunos. Bien, ¿y por qué no un fondo de inversión u otra cosa? Hay que primar la fórmula de ahorro y no el producto.
¿Y en cuanto a la jubilación?
Por otro lado, a lo largo de una vida tan larga de inversión para el ahorro como es el tema de la jubilación, que la inversión colectiva sea a través de fondos de inversión o pensiones es sin duda la herramienta más transparente, más segura, más versátil, la que da más flexibilidad, la que proporciona más posibilidades de poder combinar rentabilidad y riesgo…. El fondo de inversión y el fondo de pensiones a medio y largo plazo es la fórmula de ahorro más eficiente. A partir de ahí, antes de elegir qué producto escoger, debo entender bien qué combinación de activos financieros tienen esos productos por debajo que me van a permitir obtener la rentabilidad que busco con el riesgo que pueda asumir.
¿Qué recomendaciones hacen desde EFPA España para aquellos jóvenes que quieren ahorrar?
Cuando uno toma una decisión de ahorro lo que está haciendo es cambiar presente por futuro. El ahorro es consumo diferido. Cuando uno mira adelante lo que debe pensar es por qué está ahorrando, cuál es el objetivo de su ahorro. Si logra dar con el objetivo afina también con el horizonte temporal de inversión, cuánto va a necesitar. Cuando esto se tiene claro se puede comparar con la situación propia actual y con la capacidad de ahorro futura, momento para comparar cuál es el déficit ahorro que va a tener para poder alcanzar las metas. A los mercados financieros hay que pedirle ese extra en forma de rentabilidad.Esa rentabilidad permite ver el perfil de riesgo y si encaja con la situación de cada uno.
¿Qué propuesta hacen desde EFPA España sobre las pensiones?
El ahorrador lo que tiene que hacer es empezar cuanto antes. El futuro es suyo, no de otra persona. A veces nos da la sensación de que el ahorro va a pertenecer a otro. El futuro de cada uno es la responsabilidad de cada uno, como lo es el presente. Empezar cuanto antes y de la mano de alguien que vaya a acompañar en el camino para ayudar a entender el porqué de ese ahorro, del riesgo que se tiene que asumir, de las fórmulas de ahorro como los fondos de inversión y los fondos de pensiones, que son eficientes para cualquier tipo de ahorrador en cualquier etapa de su ciclo de ahorro. Hay que hacer un seguimiento continuado de las inversiones.