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Es una realidad, nuestra población está cada vez más envejecida, y es que el grupo de personas que superan los 60 años es el que más aumenta respecto a las demás franjas de edad. Y sí, podemos considerar un éxito el aumento de la esperanza de vida, pero también debemos tomarlo como un desafío.
La jubilación no es el final, sino el comienzo de una nueva y emocionante etapa de la vida. Lejos de ser un periodo de inactividad, la jubilación puede ser una oportunidad para explorar nuevos intereses, alcanzar metas postergadas y descubrir talentos ocultos. Muchos encuentran que, con la libertad de tiempo y la sabiduría acumulada, pueden alcanzar un éxito significativo, y lo hemos contado en Ruta67, el mejor ejemplo está en los ‘Granfluencers’, que cuentan con miles de seguidores en sus redes sociales.
La historia está llena de ejemplos inspiradores de personas que lograron grandes cosas después de jubilarse. Desde emprender nuevos negocios hasta dedicarse a la pintura, la escritura, o el voluntariado, el éxito no tiene edad. Lo importante es mantener una mentalidad abierta y proactiva, y estar dispuesto a embarcarse en nuevas actividades.
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El envejecimiento activo es clave para llegar a la jubilación con un buen estado de salud y una buena calidad de vida, y así aprovechar al máximo los años de vejez. Por eso, en este post te contamos en qué consiste exactamente, cómo favorecerlo y algunos ejemplos de cómo el envejecimiento activo te permitirá disfrutar al máximo de esta etapa de tu vida. ¿Comenzamos?
¿Qué es el envejecimiento activo?
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define el envejecimiento activo como “el proceso de optimización de las oportunidades del bienestar físico, mental y social con el objetivo de fomentar la vida saludable y la calidad de vida durante la vejez”.
Podríamos decir que, en pocas palabras, el envejecimiento activo es el proceso para llegar en la mejor forma, tanto física como mental, a la vejez y disfrutar de esta etapa de la vida. Esto supone cuidar activamente de nuestro cuerpo y nuestra mente, de nuestras emociones y del contacto con nuestro entorno.
El envejecimiento activo involucra también áreas esenciales para mejorar la calidad de vida, como la economía y los ahorros, la vida social y la cultural. Esto supone mantener y seguir unos correctos hábitos diarios.
Todos estos aspectos favorecen la independencia física e intelectual de las personas mayores, y es que mejoran su salud y evitan posibles enfermedades que puedan entorpecer esta última etapa de su vida.
Propósitos del envejecimiento activo
En definitiva, este proceso persigue los siguientes objetivos:
- Aumentar la esperanza de vida a la vez que se mejora la calidad de vida de las personas mayores.
- Favorecer la autonomía de los mayores.
- Estimular la integración de las personas mayores en todas las áreas de la sociedad (cultural, económica, social y política).
- Dejar de asociar la vejez con la enfermedad, la dependencia y el hastío.
Envejecimiento activo: una ventana al éxito
No hay nada que no se entienda con ejemplos reales. Iris Apfel tenía un negocio de telas que fundó con su marido y ya jubilada, trece años después de cerrar el negocio de su marido, empezó a restaurar telas y muebles para la Casa Blanca. Llegó a trabajar para nueve presidentes, desde Harry Truman hasta Bill Clinton. Fue su forma de vestir, y no el interiorismo, lo que le llevó a la fama de forma casi accidental, con 97 años consiguió un contrato de modelo para una agencia internacional y llegó a la portada de Vogue.
Otro caso, otra mujer. Julia Child trabajó en una agencia de publicidad y más tarde como mecanógrafa en el Servicio de Información norteamericano durante la II Guerra Mundial. Le dieron un puesto mayor como asistente de investigación en la división de Inteligencia Secreta y tras la guerra le destinaron a París, junto a su marido, también del servicio de Información. Allí conoció la cocina francesa y decidió estudiar a sus 50 años en Le Cordon Blue, más tarde se unió a un club femenino de cocina francesa para norteamericanas donde conoció a dos amigas con las que inició su proyecto: traducir al inglés las recetas francesas, haciéndolas más prácticas e interesantes. Publicó el libro de recetas que fue superventas y aclamado por la crítica. Saltó a la televisión y se convirtió durante más de 20 años en una de las divulgadoras gastronómicas más importantes del mundo.
Cuando dicen que la edad es un número es por algo. Como estos hay muchos casos de éxito, con más o menos repercusión, pero que gracias a tener pequeñas inquietudes y manteniéndose activas durante su envejecimiento, lograron el éxito en su jubilación.
El envejecimiento activo es clave para llegar a la jubilación con un buen estado de salud y una buena calidad de vida, y así aprovechar al máximo los años de vejez.
Cómo favorecer el envejecimiento activo
Muy relacionado con el último objetivo de dejar de asociar la vejez con la enfermedad, la dependencia y el hastío, es importante comprender que el envejecimiento activo es tarea de toda la sociedad: se trata de romper con la creencia de que las personas mayores son una carga y comenzar a ver el envejecimiento como un proceso agradable.
En cuanto a las personas mayores, deben centrarse en cuidar todos los aspectos de su vida, en seguir practicando sus aficiones, en no perder el contacto con su entorno social, en mantener la mente activa aunque ya no trabajen… Y es que el envejecimiento activo abarca todo esto y mucho más. Vamos a repasar cómo aplicar el envejecimiento activo con ejemplos y claves.
Vida activa
Mantener nuestro cuerpo activo es esencial para conservar una buena salud física y mental. Al dejar de trabajar, nuestra actividad física diaria se reduce obligatoriamente. Debemos esforzarnos en sustituir ese movimiento con otras actividades, como paseos matutinos, estiramientos o simplemente realizar nuestros desplazamientos a pie en lugar de utilizar el coche o algún transporte público. Pequeños cambios en el día a día que mejorarán nuestras articulaciones, músculos, coordinación y agilidad.
Además de mantener un estilo de vida activo, es muy positivo realizar ejercicios específicos, adaptados a nuestros gustos y capacidades físicas. Lo ideal sería practicar unos 20 o 30 minutos diarios de ejercicios aeróbicos, es decir, andar, nadar, pasear en bici, bailar…
El deporte es una forma perfecta de socializar, de modo que una buena idea podría ser apuntarse a paseos en grupo, excursiones por el monte, clases de natación o yoga y otras actividades físicas organizadas. Ejercicio y vida social, dos en uno.
Alimentación equilibrada
Una dieta sana y equilibrada es la base del bienestar personal, así que no podíamos dejarla fuera de nuestra lista de claves para el envejecimiento activo. No nos equivocamos si te aconsejamos priorizar las verduras, frutas, hortalizas y legumbres de temporada. Los alimentos frescos de proximidad son claves para mantener un estado de salud óptimo.
Por supuesto, es importante consultar con nuestro médico para llevar una dieta perfectamente adaptada a nuestra salud. Por ejemplo, en el caso de tener problemas de colesterol, azúcar, tensión alta…, será conveniente eliminar algunos elementos de nuestra alimentación y favorecer otros.
Vida social
A veces no le damos la suficiente importancia, pero mantener un contacto estable y sano con las personas de nuestro entorno es esencial para envejecer de manera feliz y conservar nuestra autoestima.
Las relaciones sociales nos aportan confianza, seguridad y alegrías diarias, por lo que es importante no descuidarlas para evitar la soledad no deseada, el desánimo o incluso enfermedades mentales como la depresión.
Mente activa
Nuestra mente forma los cimientos de nuestra estabilidad y bienestar personal. Realizar habitualmente ejercicios que estimulen nuestra memoria, como el ajedrez o pasatiempos como los sudokus, los crucigramas… Leer habitualmente, estar al tanto sobre lo que ocurre en el mundo, ir al cine o al teatro; en definitiva, tratar de mantenerse culturizados e informados y aprovechar al máximo todo el tiempo libre del que se disfruta en la vejez.
Es clave favorecer nuestras capacidades cognitivas para retrasar el envejecimiento de nuestro cerebro y mantener nuestra mente activa.
La jubilación: una oportunidad de oro
Para algunos, la jubilación es el momento perfecto para viajar y conocer el mundo. Para otros, es una oportunidad para regresar a la escuela y aprender algo nuevo. No faltan aquellos que encuentran una profunda satisfacción en devolver a la comunidad, ofreciendo su tiempo y experiencia a causas que les importan.
El secreto del éxito tras la jubilación radica en la pasión y la perseverancia. Es crucial mantenerse físicamente activo, mentalmente estimulado y socialmente conectado. Rodearse de una red de apoyo, ya sean amigos, familiares o comunidades de interés, puede ser clave para encontrar y mantener la motivación. Entre las claves está:
- Mantener una vida activa para conservar una buena salud física y mental. Llevar una dieta sana es la base del bienestar personal.
- Cuidar el contacto social y las relaciones es vital para conservar la autoestima, vivir felices, y mejorar la confianza, el ánimo e incluso evitar enfermedades mentales como la depresión.
- Fomentar la ilusión por nuevos proyectos, iniciativas o tareas, por muy sencillas que sean, favorecen nuestras capacidades cognitivas y ayudan a mantener la actividad.
El envejecimiento activo es tarea de toda la sociedad: se trata de romper con la creencia de que las personas mayores son una carga y comenzar a ver el envejecimiento como un proceso agradable.
El envejecimiento activo como compromiso social
Cada vez somos más conscientes de la necesidad de llegar a la vejez en buenas condiciones, tanto físicas como mentales. Este es el objetivo del envejecimiento activo.
La jubilación es una puerta abierta a un sinfín de posibilidades. Ya sea para continuar con tu carrera profesional o para explorar nuevas aficiones, incluso para dedicarte al bienestar de los demás, el éxito puede llegar en cualquier momento y a cualquier edad. La clave está en abrazar esta nueva etapa con actitud positiva.
Pero es importante tener una cosa clara: el envejecimiento de la población nos concierne a todos, mayores y jóvenes por igual. En su caso, los mayores tienen un papel protagonista en su bienestar a la hora de cuidarse por dentro y por fuera, pero también el resto de la sociedad debe contribuir a que se sientan parte activa de la vida pública, a cuidar de ellos, a hacer del mundo un lugar perfecto para envejecer.