El esquema del IRPF se divide en dos partes, la base imponible general y la base imponible del ahorro: en la primera se contemplan las rentas de trabajo, las de alquiler de inmuebles, o las prestaciones de planes de pensiones, mientras que en la base imponible de ahorro se tributan las rentas de inversiones en productos financieros.
Sin duda, hacer la declaración de la renta puede ser una tarea tediosa, que implica confusión en algunos términos muy específicos, como por ejemplo: la diferencia entre la base imponible general y la del ahorro.
En el complejo mundo de la fiscalidad, entender los conceptos básicos es fundamental, en concreto, e esquema del IRPF es algo complejo que conviene conocer, entre los elementos clave están las bases imponible general y del ahorro.
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¿Cuál es la base imponible general?
La base imponible general es la cantidad sobre la que se aplica el impuesto sobre la renta, es decir, el IRPF. Se trata de un concepto que está relacionado con la declaración de la renta y depende de la cuantía que tenemos que pagar en concepto de IRPF. Se refleja en la nómina y es la base de todos los ingresos o rentas percibidas del contribuyente a las que se aplica un gravamen. La base imponible general recoge los rendimientos del salario, es decir, los rendimientos de trabajo o de actividades económicas a lo largo de un ejercicio físico. También se incluyen determinados rendimientos del capital inmobiliario o ganancias patrimoniales.
¿Cómo se calcula la base imponible general? Se calcula restando las reducciones y deducciones aplicables a la renta total del contribuyente. Esta base imponible abarca los ingresos obtenidos por el trabajo, los rendimientos de actividades económicas, las ganancias patrimoniales y otros ingresos.
La base imponible general se calcula sumando los saldos de varios tipos de rendimientos e imputaciones de renta, como rendimientos del trabajo, capital inmobiliario, capital mobiliario, entre otros. Si el saldo resultante es positivo, se integra en la base imponible general, pero si es negativo, se compensa con ganancias y pérdidas patrimoniales.
¿Cuál es la base imponible del ahorro?
La base imponible del ahorro comprende los ingresos derivados de la inversión y el ahorro, como intereses de cuentas bancarias, dividendos de acciones, ganancias y pérdidas patrimoniales, entre otros. En este caso, la base imponible de ahorro se refiere a los rendimientos del capital mobiliario, intereses bancarios, ganancias derivadas de fondos de inversión, acciones, depósitos financieros, amortizaciones, etc.
¿Cómo se calcula la base imponible del ahorro? Para calcular la base imponible del ahorro, es necesario considerar dos componentes principales:
- Rendimientos del capital mobiliario: Incluyen intereses de cuentas bancarias, bonos, dividendos de acciones, entre otros. Si el saldo resultante es positivo, se incluye en la base imponible. Si es negativo, puede compensarse con hasta el 25 % del saldo positivo del siguiente componente y, en caso de persistir, se podrá compensar durante los próximos 4 años.
- Ganancias y pérdidas patrimoniales: Comprenden las ganancias y pérdidas derivadas de la venta de elementos patrimoniales, como inmuebles o fondos de inversión. Al igual que en el caso anterior, si el saldo es positivo, se integra en la base imponible. Si es negativo, puede compensarse con hasta el 25 % del saldo positivo del primer componente y, de persistir, se podrá compensar durante los siguientes 4 años.
La base imponible del ahorro es esencial para aquellos que realizan inversiones y operaciones patrimoniales, como la compra y venta de acciones o la transmisión de inmuebles. Asegúrate de incluir adecuadamente estos ingresos en tu declaración de la renta para evitar posibles problemas fiscales en el futuro.
Una vez obtenida la base imponible del ahorro, se pueden aplicar las reducciones correspondientes para calcular la base liquidable del ahorro que, junto a la cuota íntegra, determinará el tramo y el tipo impositivo que se deben aplicar.
La base imponible del ahorro es especialmente importante para aquellos contribuyentes que realizan inversiones habitualmente, compran y venden acciones o deuda pública, así como para quienes hayan vendido una vivienda o cualquier otro inmueble en el pasado ejercicio. En estos casos, no deben olvidar incluir este tipo de conceptos dentro de la base imponible del ahorro de la declaración de la renta que presentarán en 2024.
→ Más información sobre ¿Cuál es la diferencia entre base imponible y base liquidable?
El esquema del IRPF: la estructura básica de la declaración de la renta
Para entender el esquema del IRPF, Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), hay que tener claro que este tributo es un tributo personal y directo que grava la renta obtenida por las personas físicas en un año fiscal. Y este esquema impositivo se divide en dos bases imponibles principales: la base imponible general y la base imponible del ahorro.
La base imponible general incluye ingresos como salarios, pensiones y rendimientos de actividades económicas, mientras que la base imponible del ahorro comprende los rendimientos del capital mobiliario, ganancias patrimoniales y otros ingresos derivados del ahorro.
Además, es importante destacar que el IRPF permite una serie de compensaciones y deducciones, cuya información detallada se puede consultar en la sede electrónica de la Agencia Tributaria. También, la tributación conjunta está sujeta a estas compensaciones, y la escala de gravamen varía según la comunidad autónoma de residencia.
