Los fondos de pensiones han seguido la misma estrategia de meses anteriores, sobreponderando el peso de la deuda pública española, lo que está permitiendo que se obtengan retornos superiores a los índices de referencia, y asumiendo una duración inferior a los mismos.
Sin duda, el protagonista del mes fue el Banco Central Europeo (BCE) y su decisión de volver a inyectar liquidez al sistema, pero sobre todo la rebaja de tipos de interés hasta situar el tipo de depósito en terreno negativo. Además, ha vuelto a dejar la puerta abierta para nuevas medidas de estímulo monetario, sin descartar la compra de deuda pública de los países miembros de la zona euro, si fuera necesario en el futuro, aunque este escenario se considera como poco probable.
Por el momento, el BCE ya ha manifestado que quiere evitar a toda costa el riesgo de deflación, y el objetivo de reducir los tipos Euribor y poner fin a la esterilización procedente de los LTRO ya se ha conseguido.
Reserva Federal
Por otro lado, la Reserva Federal ha continuado con su programa de reducir, progresivamente, la inyección de liquidez en 10 billones USD mensuales, pero sin poner una fecha próxima a la subida de tipos de interés. La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, ha vuelto a señalar que los tipos oficiales permanecerán en niveles reducidos por tiempo considerable, asumiendo que más vale esperar a tomar medidas más agresivas hasta constatar que tanto el crecimiento económico como la inflación vuelven a reputar.
El riesgo, tal y como se ha apuntado en otras ocasiones, está en un repunte de la inflación, más allá del deseado, que pudiera forzarle a subidas más agresivas de los tipos de interés, y sobre todo, la pérdida de credibilidad de la institución como garante de la estabilidad de los precios.
Habrá que estar muy atentos a la publicación de los datos de empleo, y posibles señales de inflación para poner una fecha a la subida de los tipos de interés, que de momento no se esperan antes del segundo trimestre de 2015.
La intervención de los bancos centrales se ha visto reflejada en la evolución de las curvas de deuda pública, destacando el bono Alemán a 5 años en el 0.35%, y el 10 años en el 1.25%.
Asimismo, la deuda pública periférica ha mejorado en el mes, con el diferencial del bono español frente al Alemán en 140 puntos básicos, lo que sitúa la referencia a 10 años en el 2.65%.
En general, los niveles alcanzados no se justifican a largo plazo, pero es posible que todavía se mantengan alrededor de los niveles actuales, ya que la búsqueda de rentabilidad se ha intensificado con la decisión adoptada por el banco central europeo.
Esta situación también se ha visto reflejada en la evolución de la renta fija privada, donde el diferencial al que cotizan de media, las empresas con rango de inversión, se sitúa cerca de los niveles mínimos históricos.
De hecho, durante estos últimos meses se ha observado una importante emisión de bonos corporativos, que se han colocado con éxito, y lo que es más relevante, con un nivel de sobredemanda significativo, que ha obligado a un importante nivel de prorrateo en la adjudicación.
Los fondos de pensiones han seguido la misma estrategia de meses anteriores, sobreponderando el peso de la deuda pública española, lo que está permitiendo que se obtengan retornos superiores a los índices de referencia, y asumiendo una duración inferior a los mismos.
Hay que estar atento a los movimientos de mercado, para reducir la duración de la cartera, y evitar el impacto negativo cuando se produzcan las primeras señales de subida de los tipos de interés.
Renta fija privada y renta variable
En relación a la renta fija privada, se opta por la cautela. Los diferenciales han seguido estrechándose después de los movimientos de los bancos centrales, hasta dejar muchos emisores cotizando con rentabilidades en niveles mínimos históricos y, sobre todo, con diferenciales a niveles pre-crisis. Se sigue apostando por empresas solventes con generación de Cash-flow y poco apalancadas, y en emisiones líquidas que permitan hacer cambios en la cartera, cuando sea el momento, con el menor impacto en el precio.
La renta variable ha seguido evolucionando de forma positiva, con alguno de los principales índices de referencia como el SP500 en Estados Unidos y el índice Dax en Alemania en máximos históricos.
Una vez más, el detonante principal está siendo la decisión de los bancos centrales, y la ausencia de alternativas para muchos inversores en un entorno de rentabilidades cerca de cero en los principales mercados de renta fija.
Mejora de los principales indicadores económicos
En todo caso, y al margen del apoyo de los bancos centrales, se considera que los principales indicadores económicos han mejorado durante el segundo trimestre, y posiblemente irán ganando fuerza en los próximos. Esta situación será especialmente notable en USA, ya que la evolución negativa del primer trimestre se debió al impacto negativo de un invierno muy frío, pero que se verá contrarrestado por una fuerte expansión en el segundo, donde se cree que se pueda llegar a superar el 2%.
Además, se ha alejado el riesgo de una desaceleración brusca en China, lo que ha ayudado a mejorar el sentimiento del mercado hacia la renta variable, y en especial hacia los mercados emergentes, que en este último mes han subido con fuerza, hasta alcanzar rentabilidades en el año por encima del 7%.
La evolución del resto de mercados también ha sido positiva, destacando el índice Eurostoxx50, con un alza del 4% en el primer semestre, del 7% en el índice SP500, y del 6% para el índice MSCI mundial.
La perspectiva para las empresas cotizadas sigue siendo favorable; el mercado no está caro, y las empresas, tanto en USA como en Europa, están logrando batir a la previsión de los analistas, con un 74% y 50% respectivamente, en el primer trimestre del año.
Por otro lado el consenso del mercado apuesta por una alza en los beneficios en 2014, destacando la previsión de un 9% para el SP500, de un 7% para el las empresa europeas, y de un 8,4% para el conjunto de empresas del índice MSCI mundial.
Con esta previsión, los fondos de pensiones, han seguido sobreponderando el peso de la renta variable en las carteras, y en especial en Europa, donde la palanca del Banco Central europeo se prevé que siga siendo un arma atenuante de posibles riesgos, pero sobre todo por la valoración a la que cotizan las empresa cotizadas, con un descuento importante frente al resto de los principales mercados.
La fortaleza del euro ha afectado, hasta ahora, de forma negativa a las empresas europeas, pero la previsión es que se vaya debilitando progresivamente a lo largo de los próximos meses, en un escenario de menores estímulos en EEUU, y una mayor laxitud del BCE. Este efecto, si llegara a materializarse, como se espera, debería repercutir favorablemente en las empresas exportadoras europeas, justificando una expansión de los múltiplos a los que cotizan.
A pesar de que las coberturas de renta variable contratadas a principio de año no se han llegado a necesitar, sin embargo siguen vigentes en las carteras, lo que permite mantener la exposición de renta variable con mayor tranquilidad, y a un coste razonable, que ya está reconocido casi en su totalidad a fecha actual.
En general podemos decir, que la estrategia está resultando favorable, con la rentabilidad de los fondos de pensiones en los niveles más altos del ejercicio, y logrando la mayoría de ellos superar ampliamente el rendimiento de los índices de referencia. Y lo que es más importante, con un nivel de volatilidad, o riesgo inferior.
Subdirección General de Inversiones de VidaCaixa
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