A veces gastar un poco significa a la larga ahorrar más. Invertir en una mejor eficiencia energética del hogar, en un consumo menor de nuestro vehículo, o incluso dedicar nuestros recursos económicos para nuestra propia educación, son tres ejemplos que aplican a esta máxima.
Los resultados no son inmediatos, es cierto, y por ello muchas personas desisten y no mantienen el nivel de exigencia que a veces requiere. Tanto en esta cuestión como en el ahorro para la jubilación, hay que ir paso a paso. El problema de ahorrar es que al principio parece que cunde muy poco. Es como si te atasen los pies y fueses dando pasitos muy cortos. La gente hace esfuerzos y no avanza. Sin embargo, si perseveras, al final los pasos se van alargando y la rentabilidad te hace dar saltos enormes. Por eso es muy importante la constancia.
En este artículo te vamos a detallar algunas ideas que puedes poner en práctica en tu día a día para lograr ahorrar más invirtiendo sólo un poco. Son las siguientes:
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- Cafetera y termo: ¿Cuánto te gastas a la semana en café en el trabajo? ¿A cuánto asciende semanalmente el gasto de tu desayuno habitual? Pongamos un ejemplo: en la panadería el menú de desayuno, esto es, pasta y café o bocadillo y café, cuesta una media de 3 euros en una ciudad como Barcelona. Es decir, 15 euros a la semana, 60 al mes. Al año, suponiendo que se trabajan 48 de las 52 semanas, 2.880 euros. ¿Qué puedo hacer para ahorrar? Puedes comprarte una cafetera y un termo por 150-200 euros y ahorrar la mitad de lo que hubieras gastado.
- Hazte la comida: La lógica en este punto es la misma que en el anterior, aunque las cifras son mucho mayores. Supongamos que el menú medio de un restaurante en una ciudad como Madrid asciende de media a 10 euros. Son 50 en una semana laboral, 200 al mes y 9.600 euros anuales trabajando 48 de las 52 semanas del año. El ahorro en este punto es evidente. Si uno se hace la comida en casa y la lleva al trabajo, seguro que ahorrará e indudablemente comerá más sano que en cualquier restaurante. Aquí la inversión en tuppers o lunchbox es relativa y varía según la marca. En cualquier caso, nunca serán los casi 10.000 euros que se apuntan comiendo siempre de menú.
- Bombillas LED: El consumo energético de un hogar puede llegar a disminuir hasta entre un 30% y un 40% con un tipo de iluminación adecuada. Si tienes, por ejemplo, luces halógenas y las sustituyes por bombillas LED, lo notarás en tu factura de la luz al cabo de los meses. Por ejemplo, en un piso de 100 metros cuadrados con 40 puntos de luz, si se opta por bombillas LED uno deberá invertir una media de 8 euros por bombilla: 320 euros. A la larga el ahorro por el menor consumo será mayor que la inversión realizada. Además, según los expertos, los consumidores que están en el mercado regulado y aún no tienen contadores inteligentes integrados pueden conseguir ahorros superiores al 20% con sólo pedir a su compañía que les pase a la tarifa de discriminación horaria, la antigua tarifa nocturna.
- Lava tú mismo el coche: Mantener el vehículo limpio no sólo es una cuestión de higiene, sino de seguridad y hasta de conservación. La pregunta es: ¿cada cuánto se debe lavar el coche? Los fabricantes recomiendan entre una semana y 10 días, según el uso que se haga del vehículo. El precio medio del lavado de un turismo general asciende a unos 15 euros. Aproximadamente, unos 780 euros al año. Invertir en un kit de lavado de coche, que puede costar 100 euros, y dedicarle un poco de tiempo a este capítulo nos puede hacer ahorrar mucho dinero.
- Mantenimiento del coche: Diversos estudios apuntan a que el mantenimiento del coche puede llegar a ascender anualmente hasta los 1.800 euros, montante en el que se incluyen desde la reparación de averías hasta el recambio de piezas. Por esta razón es conveniente realizar revisiones periódicas (unos 150 euros semestrales) que nos ayuden a prever los posibles daños que pueda tener el vehículo para mitigarlos y ahorrarnos un dinero al final del año.
- Invierte en productos de ahorro para tu futuro: Planes de pensiones, planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) o seguros individuales de ahorro a largo plazo (SIALP) son tres herramientas para el ahorro de cara a la jubilación. Por poco que aportemos en cada uno de estos productos, a la larga veremos los beneficios de la persistencia en el ahorro.
- Invierte en tu educación: Crecer profesionalmente y el nivel educativo de cada uno están íntimamente ligados y son directamente proporcionales. A medida que uno adquiere más conocimientos, más capacitado está para poder escalar en su vida profesional. Por esta razón, si se invierte en la propia educación –por ejemplo, en un máster o un posgrado–, aumentan las posibilidades de ascender en una compañía y que ello suponga un aumento de sueldo.
- Termostato programable: El precio de un termostato programable va desde los 50 a los 300 euros, según la marca. Regular la temperatura adecuadamente supone ahorros en la factura que oscilan entre el 8% y el 13%. Es decir, a la larga, la compra de este aparato supondrá un ahorro para el bolsillo.
- Seguro médico: Nunca pasa nada hasta que pasa. Y cuando esto sucede lo mejor es contar con el mejor servicio médico disponible. Tener un seguro médico también es una inversión a largo plazo, que en el presente y en el futuro puede sernos muy útil para resolver las situaciones que se presentan en la vida.
- Dentista: La mayoría de personas visita al dentista una vez al año. El precio de las visitas es diferente según la consulta a la que se acuda. Conviene hacer números y valorar si es mejor ampliar la frecuencia con la que uno se cita con el estomatólogo o terminar pagando una buena suma por caries, empastes o endodoncias que quizá se podrían haber evitado bajo la supervisión de un facultativo.
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