El ahorro es fundamental en tiempos de incertidumbre como los actuales. Fomentarlo en cualquier ámbito es positivo y beneficioso para aquellos que toman la decisión de mirar al futuro desde el presente. Todo cuenta para que los euros no se despidan de nuestro bolsillo para no volver jamás: desde el café y el cruasán de la mañana a las copas y cenas con los amigos el fin de semana, por citar dos ejemplos.
La tasa de ahorro de los hogares españoles, la tercera más baja de la zona, solo superada por Grecia y Portugal, se situó en el total de 2018 en menos del 5% de la renta bruta disponible, solo una décima por encima de su mínimo histórico. El salario más frecuente en España era de 17.482 euros al año en 2017 (último dato completo disponible), siendo el sueldo medio bruto de 23.646,50 euros.
Dos datos que ponen de relieve la dificultad para ahorrar con la que se enfrentan multitud de personas día a día en España. Y es que gestionar adecuadamente los recursos disponibles se ha convertido en una necesidad. Suprimir gastos superfluos o minimizar costes con un poco de imaginación pueden ser el salvavidas del bolsillo para más de uno.
Haz tu simulación: Organiza tus finanzas y ahorra con el método 50/30/20
En Japón llevan muchos años utilizando un método para mantener las cuentas personales a raya. Se trata del Kakebo, que significa “libro de cuentas para la economía doméstica”. El objetivo de este manual no es otro que ahorrar cada vez más y mejor.
¿Funciona? Depende de la constancia de cada uno. Si uno no se hace trampas al solitario y es constante en su empeño de querer saber en qué se gasta cada céntimo a lo largo de un período determinado de tiempo, el método brindará sus frutos.
¿Cómo funciona el método Kakebo?
En realidad se trata de un método de ahorro muy sencillo que rezuma sentido común. Formalmente es un cuaderno en el que conviven un calendario y una agenda, donde se anotan cada uno de los gastos que se llevan a cabo a diario. ¿Fácil, verdad? La única dificultad, y no es baladí, es no engañarse uno mismo. Todo debe ser anotado. Todo. ¿Que me compro un ordenador? Anotado. ¿Que me compro un chicle? También. Ahí está la clave.
Con Kakebo uno puede decidir cuánto quiere ahorrar cada mes, anotando todos los gastos e ingresos, organizando todas las compras que se realicen por categorías, examinando los resultados semanalmente. Dicho en otros términos, uno tratará de organizar sus gastos personales y para ello, de manera periódica, irá apuntando en qué vuela su dinero a diario.
Seis pasos para comprender mejor cómo funciona el Kakebo:
- Anotar los ingresos: Desde el sueldo hasta cualquier variable (comisiones, propinas…).
- Controlar los gastos fijos: luz, gas, agua, wifi, gimnasio…
- Objetivo de ahorro: ¿Cuánto se quiere ahorrar? Debe ser un objetivo asumible.
- Establece un presupuesto: ¿Qué dinero puedes gastar semanalmente?
- Haz balance: ¿Has logrado los objetivos?
- Rectifica: Si detectas errores en tus gastos, cambia de hábitos y vuelve a empezar.
Todos aquellos que han utilizado este método explican que el resultado es sorprendente, que se puede ahorrar aunque ni por asombro lo creían posible.
Las categorías de gastos en Kakebo se corresponden con los siguientes apartados:
- Supervivencia: gastos indispensables para alimentación, salud, transporte, etc.
- Ocio y vicio: gastos relacionados con el tiempo libre.
- Cultura: enriquecimiento cultural y físico.
- Extras: emergencias, gastos especiales.
¿Cuál es el origen del Kakebo?
Se trata de un invento centenario. El primero se puso a la venta en Japón en 1904 y lo creó Motoko Hani, a quien se considera la primera mujer periodista del país. Fundó una revista femenina, la más antigua en territorio japonés, que se llamaba La Compañera de la Mujer. De hecho, tanto el Kakebo como la publicación que dirigía, tenían como objetivo que las mujeres japonesas llevaran el control de la economía doméstica. De algún modo, Motoko Hani entregaba herramientas a las mujeres para ganar independencia en una sociedad por aquel entonces en pleno proceso de modernización.
En España, este manual de control financiero personal fue publicado por primera vez en 2014 por la editorial barcelonesa Blackie Books, que debido a su éxito llevó a cabo varias ediciones del libro. Existen numerosos tipos de kakebos en Japón. Los modelos se adaptan a todo tipo de públicos, desde familias hasta solteros o adolescentes. En algunos de estos manuales, los usuarios simplemente pegan los tiques de lo que consumen y, actualmente, las generaciones más jóvenes optan por las apps Kakebo en su smartphone.
Fuente: «Kakebo, libro de cuentas para ahorros domésticos», Blackie Books.
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