A medida que nos hacemos mayores nuestro organismo experimenta algunos cambios corporales que repercuten en nuestro cuerpo. Pérdida de fuerza, de masa ósea y de movilidad, digestiones más lentas, menos salivación y disminución del gusto, olfato, vista y oído son algunos de los síntomas del paso de los años. Pero… ¿existe algún remedio para combatir estos cambios? ¡Sí! La alimentación puede ser la llave para vivir una etapa madura más feliz.
Comer sano es esencial para hacerse mayor con salud. El secreto está en aprender desde pequeños a cuidarse comiendo los alimentos que más nos ayuden a mantenernos sanos, por lo que la educación nutricional que inculcan los padres es clave.
Según la edad que tengamos y el momento vital en el que nos encontremos, las necesidades de nuestro organismo son diferentes. “En épocas de crecimiento se requiere un mayor aporte energético y los hidratos de carbono son una buena fuente (pan, pasta, arroz, legumbres, patata…), pero no se deben olvidar las frutas, verduras, lácteos y el resto de grupos”, explica Cristina Lafuente, nutricionista de Alimenta . En otras épocas, como en la edad adulta o en el embarazo, los lácteos cobran gran importancia para cubrir los requerimientos de calcio.
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“En general, la variedad de alimentos que tomamos desde que nacemos hasta que morimos debería ser prácticamente la misma”, señalan desde Alimenta. No obstante, nuestro paladar y nuestros gustos cambian a medida que nos hacemos mayores: cuando somos pequeños apreciamos más el sabor dulce y a medida que vamos creciendo nos gustan más los sabores amargos (como el café o la cerveza).
Según los expertos, las personas -estén en la edad que estén- necesitan tomar de todo. “Quizás una de las diferencias es el aporte energético, que de pequeños es mayor, especialmente en la pubertad, y a medida que nos hacemos mayores necesitamos menos energía”, detalla la nutericionista.
Así, a medida que nos hacemos mayores, es importante mantener unos hábitos de vida saludables para poder disfrutar al máximo de esta etapa. La Guía para la Alimentación y Nutrición de las Personas Mayores da algunas claves prácticas para llevar una vida sana con especial hincapié en lo que comemos.
Estas son algunos consejos muy sencillos que se incluyen en la Guía:
- Ingerir alimentos de todos los grupos.
- Realizar seis comidas al día.
- Tomarse el tiempo necesario para comer.
- Moderar el consumo de sal y azúcar.
- Disminuir los fritos y el consumo de grasa.
Otra de las claves está también en la hidratación. Con el paso de los años la capacidad de conservar el agua en el cuerpo se va deteriorando: disminuye la sensación de sed, puede haber dificultad para ingerir líquidos y la capacidad del riñón para concentrar la orina es menor.
En este sentido, la Guía aconseja:
- Tomar dos litros de agua al día (aunque no tengas sed).
- Completar la hidratación con caldos, zumos y algunas frutas como el melón, la sandía o la naranja.
- Beber más cuando comas más de la cuenta.
- En ambientes calurosos, beber más y frecuentemente, pero en pequeñas cantidades.
Recuerda: si quieres una fórmula mágica para sentirte joven por dentro y por fuera, ¡cuida lo que comes!