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La comunicación está presente en todas las facetas de nuestra vida, somos seres sociales y debemos utilizar el lenguaje para tener contacto con las personas de nuestro entorno. Pero no solo habla nuestra boca, también hablan nuestras manos, nuestros ojos y nuestra postura corporal.
Seguro que la mayor parte del tiempo no lo tienes en cuenta, pero tu lenguaje corporal dice a veces más que tus propias palabras. ¿Cómo funciona? ¿Qué dicen de nosotros nuestras expresiones corporales? Si quieres saber más sobre la comunicación no verbal y cómo puedes trabajarla, ¡sigue leyendo!
¿Qué es la comunicación no verbal?
La comunicación no verbal es básicamente un conjunto de gestos, posturas y expresiones faciales que complementan (y a veces hasta sustituyen) a nuestras palabras. Normalmente son inconscientes, es decir, nuestro cuerpo las realiza sin pensarlo, y por eso hay que cuidarlas tanto. Aburrimiento, incomprensión, asco, desgana… Algunas veces no podemos evitar poner ciertas expresiones faciales que nos delatan.
Al fin y al cabo, el lenguaje corporal es más sincero que las palabras. Es más, muchas veces, lo que decimos conscientemente contradice los gestos que hacemos inconscientemente.
Pero la comunicación no verbal no tiene por qué verse, también el tono, el hilo de voz y los titubeos pueden decir mucho del discurso de una persona.
Incluso cuando no estamos teniendo una conversación ni haciendo gestos, nuestra postura y mirada envían señales que pueden
Incluso aunque no estamos dentro de una conversación ni gesticulando, nuestra mirada, nuestra expresión facial y nuestras expresiones corporales envían una serie de señales que pueden ser interpretadas por las personas que nos rodean.
Las diferentes formas del lenguaje corporal
El lenguaje corporal se puede dividir en tres grandes grupos. Las expresiones faciales, las posturas corporales y el tono de voz.
Las expresiones faciales
Nuestra cara se compone de un total de 43 músculos que forman las distintas expresiones faciales. Dentro de nuestro repertorio de gestos tenemos algunos más evidentes, como la sonrisa, el fruncimiento de ceño, el movimiento de cejas… Pero nuestra gran cantidad de músculos faciales nos permite hacer infinidad de microexpresiones más inconscientes y rápidas, a veces imperceptibles.
- La sonrisa: es una de nuestros más potentes instrumentos para transmitir confianza, seguridad, intimidad y simpatía. Como dato, las mujeres sonríen mucho más que los hombres, y los niños mucho más que los adultos. En este último caso, la diferencia es abismal, de 400 veces diarias cuando somos niños a unas 50 cuando llegamos a adultos.
- La mirada: es más difícil controlarla, y por eso puede ser más sincera. El parpadeo frecuente puede ser señal de nervios, ansiedad o distracción, y un pestañeo más fijo indica más atención y concentración. Además, una mirada esquiva puede indicar incomodidad, vergüenza, miedo, mientras que una mirada más fija denota seguridad y desahogo.
- Las cejas: el movimiento de cejas puede decir un millón de cosas. Podemos levantar las cejas en señal de saludo, incredulidad, sorpresa o concentración.
La postura corporal
Nuestra postura, sentada o de pie, caminando o parados, dice mucho sobre nuestro estado, nuestra personalidad, nuestro nivel de comodidad…
Por ejemplo, una postura firme y erguida denota seguridad en nosotros mismos, confianza, comodidad y autoestima. Girarse y adelantarse hacia el interlocutor transmite confianza, interés y receptividad.
La forma en la que saludamos, por ejemplo, al dar la mano, dicen mucho de nuestra seguridad y la relación con la otra persona. Un apretón de manos ideal sería uno firme pero relajado, vertical (nunca inclinado) acompañado de contacto visual y una sonrisa. Amable, seguro y respetuoso a la vez.
La voz
El tono, el timbre, la intensidad, la velocidad, la proyección… La voz tiene un montón de variables que pueden decir mucho más que las propias palabras. La voz de cada persona es única e inimitable y puede ser uno de nuestros rasgos más característicos.
Tu tono de voz puede dar pistas sobre tu personalidad, puede indicar si eres una persona más introvertida o extrovertida, si eres una persona amable o más cerrada.
Si hablas muy deprisa puede ser señal de nerviosismo o simplemente de que eres una persona inquieta. Sin embargo, un discurso más pausado y sosegado puede indicar que eres una persona más calmada y reflexiva.
La comunicación no verbal: conclusiones
Una cosa está clara, nuestro lenguaje corporal, esos gestos inconscientes que hacemos a lo largo del día, en conversaciones, saludos, en nuestra forma de caminar o de sentarnos, puede muchas veces comunicar más que un largo discurso.
Nuestras palabras van acompañadas de infinidad de detalles en nuestra cara, nuestro cuerpo y nuestra voz que pueden cambiar por completo nuestro mensaje. Un simple ‘hola’ puede sonar totalmente distinto si lo decimos con un tono amable, acompañado de una sonrisa y un gesto corporal abierto y receptivo, nuestro interlocutor se sentirá cómodo y recibirá un mensaje positivo.