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La cesta de la compra de proximidad vuelve poco a poco. Lo que antes era la única opción ha ido pasando a un segundo plano por el crecimiento de los supermercados y las grandes superficies. Sin embargo, con el auge de la sostenibilidad y la necesidad de cuidar nuestro planeta y potenciar a nuestros comerciantes y productores locales, el comercio de proximidad ha vuelto a pisar fuerte.
Los clásicos ultramarinos, los mercados locales, las pescaderías a pie de calle… Cada vez le damos más valor a los productos frescos de nuestra tierra. También somos más conscientes de nuestro impacto medioambiental y de la importancia de una alimentación saludable y natural. Entonces, ¿por qué no te pasas a la cesta de la compra de proximidad? Te contamos todos los beneficios y las ventajas de comprar kilómetro cero. ¡Comenzamos!
El producto de proximidad
Los productos de proximidad se venden a no más de 100 kilómetros de distancia de la zona donde se ha producido. Se trata de alimentos producidos a corta distancia, es por eso que muchas veces también se les denomina productos ‘de kilómetro cero’. Gracias a esta forma de distribución, se reducen las distancias entre productor y cliente, con todas las ventajas que esto ofrece: productos más frescos, menos desplazamientos y por tanto menos emisiones de CO2 y menos costes para ambas partes.
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La calidad de estos productos suele ser superior a la de productos que tengan más recorrido, pues gracias a su proximidad con el consumidor, se pueden recoger en el punto justo de maduración ya que su consumo es inminente. También están asociados al concepto ‘de temporada’, es decir, son los alimentos propios de la estación en el lugar en cuestión. Suelen tener un sabor más intenso y más auténtico.
¿Por qué comprar en comercio de proximidad?
Aunque es poco realista pensar en no comprar nunca en supermercados y grandes superficies, sí hay formas de incluir el comercio de proximidad en tu rutina de compras, por ejemplo el pan, el pescado, las hortalizas… Seguro que le vas cogiendo el gusto, pero si te falta algo de motivación, te dejamos unos cuantos buenísimos argumentos para elegir tiendas de barrio en lugar de grandes supermercados:
- Lo tienes a tiro de piedra. No tendrás que desplazarte demasiado para hacer la compra, investiga por tu barrio y seguro que encuentras más de una tienda a la que nunca le habías prestado atención.
- Productos más frescos y de temporada. Como ya hemos comentado, los productos de proximidad tienen un recorrido muy escaso, por lo que te aseguras consumir alimentos casi recién cogidos.
- Consumo responsable. Contribuyes a fortalecer al pequeño comercio y a la economía local.
- Evitas comprar cosas que no necesitas. En un supermercado tienes acceso a toda clase de productos que probablemente no quieras ni necesites, pero que estás incitado a comprar. Si compras en tiendas de barrio, solo irás a por lo que te hace falta, sin tentaciones extra.
Las grandes ventajas la cesta de la compra de proximidad
El comercio de proximidad ofrece otras tantas ventajas relacionadas con la calidad del producto, el trato en el momento de compra y por supuesto, con el medio ambiente.
- Impulsa la vida de barrio, no solo económicamente, también como lugar de encuentro, de establecer relaciones, favoreciendo el emprendimiento y el empleo, generando identidad y mejorando la experiencia de compra.
- Reduce la contaminación y la huella de carbono de las producciones masivas y los desplazamientos de productos. El comercio de proximidad evita el empleo de transportes muy contaminantes. Por otra parte, elimina el desplazamiento del consumidor, que acude al comercio a pie.
- Ayuda a combatir la despoblación rural. Las zonas rurales en España están cada vez más vacías y olvidadas, por lo que es importante aumentar la demanda de producto local para que sigan desarrollándose.
Además, lejos de quedar anticuado, el comercio de proximidad ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías y a los nuevos hábitos de consumo. Muchas tiendas de barrio ya cuentan con servicio de envío y con perfiles en redes sociales, mediante los que conectan mucho más con sus consumidores.
En definitiva
Hay muchas razones para pasarte a la cesta de la compra de proximidad, pero sobre todo, la clave está en tres factores: economía local, sostenibilidad y calidad. Comprar en pequeños comercios de barrio fomenta el emprendimiento y contribuye al desarrollo local. Además, proporciona una atención más cercana y personalizada, consiguiendo crear relaciones y enriqueciendo la vida de barrio.
Por supuesto, los productos kilómetro cero tienen un impacto ambiental mucho menor que los importados, pues su recorrido es mínimo. Además, comerás siempre alimentos frescos de calidad y estacionales.