Cuando cogemos un avión tenemos la certeza de que sabemos hacia dónde se dirige, cuánto tardará en llegar y qué trayectoria seguirá. Podemos, incluso, seguir la evolución del vuelo mientras estamos viajando.
Un viaje en avión sería la forma más sencilla de describir los Planes Destino, pues así es exactamente como funcionan. Estas carteras objetivo nos permiten poner rumbo a la jubilación con un complemento de rentas que complete nuestra pensión pública, conociendo de antemano cuál será la trayectoria que seguirán nuestros ahorros y teniendo la certeza de que se invertirán automáticamente de la forma más racional posible, de acuerdo con nuestra situación y con nuestros objetivos.
- Tienen un destino. En este caso, la fecha de jubilación. Este producto de ahorro a largo plazo está pensado para proporcionar un complemento de renta durante la jubilación.
- Tienen una hoja de ruta: Sabemos de antemano cuál es la hoja de ruta de las inversiones que seguirá nuestro ahorro, ya que se trata de un producto que va adaptando el perfil de riesgo de la inversión en función de los años que le quedan al ahorrador para alcanzar la jubilación. Esta estrategia de inversión o glide path establece una distribución de activos que cambia a lo largo del tiempo: primero para hacer crecer nuestros ahorros y, luego, para ganar estabilidad a medida que nos acercamos a la jubilación.
- Necesitamos un piloto. La gestión del avión es compleja, por lo que necesitamos un piloto que nos garantice un vuelo seguro hasta nuestro destino. La experiencia de una gestora de fondos líder en el mercado es clave para depositar en ella nuestra confianza y ahorrar con toda tranquilidad.
Completa tranquilidad
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Una de las primeras cosas que nos planteamos antes de decidir invertir nuestros ahorros es nuestro perfil de riesgo, ya que determina el nivel de exposición a renta variable que va a tener nuestra cartera de inversión. En los Planes Destino podemos tener la total tranquilidad de que la inversión se va a realizar de la manera más racional posible, y no tanto en función de nuestra tolerancia al riesgo; es decir, se va a llevar a cabo en función de los años que quedan para llegar a la fecha de jubilación. Estos planes garantizan un itinerario de inversión óptimo para el objetivo de jubilación: una mayor exposición a renta variable al inicio que haga crecer nuestros ahorros y un perfil progresivamente más conservador a medida que nos acercamos a la fecha objetivo para garantizar la estabilidad de lo que hemos conseguido. Así lo explica Eduardo Martínez de Aragón, director de gestión de inversiones de fondos de pensiones de VidaCaixa en el vídeo principal.
Así, la cartera se revaloriza con el mercado y la volatilidad a corto plazo pasa a segundo plano, ya que el horizonte de inversión es a medio y largo plazo.
Rumbo a la jubilación
Con los Planes Destino ponemos rumbo a nuestra jubilación, exactamente igual que si tomáramos un avión. Al principio buscamos altura para recorrer grandes distancias y al final del trayecto descendemos para suavizar el aterrizaje. Esta trayectoria preestablecida nos garantiza una transición progresiva y suave entre los objetivos de crecimiento y estabilidad para alcanzar el objetivo. Pero, ¿cómo podemos estar seguros de que la renta variable es la mejor forma de hacer crecer nuestros ahorros? Tal como explica Martínez de Aragón, la historia nos lo confirma: “La renta variable siempre ha tenido rentabilidad positiva en períodos de 15 años. A pesar de que haya turbulencias, a largo plazo, la renta variable es el activo que ofrece más expectativas de rentabilidad”.
Teniendo en cuenta esta estrategia, se realiza una distribución de activos dinámica a lo largo del tiempo con rebalanceo automático, siguiendo el itinerario marcado, que nos permite alejarnos de criterios subjetivos ante episodios de volatilidad. Históricamente se ha podido demostrar que permanecer en el mercado ante episodios de inestabilidad es la mejor decisión para nuestros ahorros. A pesar de las turbulencias que puedan acontecer, siempre se llega al destino.
Además, las carteras de inversión de los Planes Destino están ampliamente diversificadas en tipología de activos y zona geográfica. Año tras año se hace complicado predecir cuál será el activo con un mejor comportamiento: un año lo serán las bolsas emergentes, otro el oro, el siguiente la renta fija europea, etc. Es por eso que una buena solución pasa por tener una cartera diversificada, que nos ayudará a reducir el riesgo sin perder expectativas de rentabilidad.
El principal objetivo de nuestra inversión para la jubilación debe ser que nuestros ahorros no pierdan valor a futuro; es decir, es imprescindible que se revaloricen con la inflación o por encima de ella, de forma que el esfuerzo de llenar la cesta de la compra hoy será el mismo que el día que nos jubilemos. Ésta es la razón de ser de los Planes Destino, cuya metodología de inversión se sustenta en hacer crecer nuestros ahorros y conseguir la estabilidad de los mismos.