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Has empezado a trabajar, pero no tienes ingresos tan importantes como para decidirte a cotizar a la Seguridad Social por tu cuenta. Seguramente, en una situación así, te has planteado si puedes facturar sin ser autónomo para poder satisfacer las necesidades de tus clientes. Te explicamos las claves sobre este tema.
Ser autónomo
Tanto si realizas trabajos puntuales como si estás empezando a abrirte camino emprendiendo tu propio negocio, seguro que has pensado en los pros y contras de hacerte autónomo. Antes de decidirte, es importante dejar claro qué es exactamente esta figura y qué representa empezar a cotizar como tal.
Se consideran trabajadores autónomos aquellas personas que realizan de forma habitual y por cuenta propia una actividad profesional con remuneración económica, tanto si es a tiempo completo como parcial. También pueden dar ocupación a otros profesionales. Si estás leyendo este artículo, seguramente te sientes identificado con esta definición, ¿pero puedes hacer frente a la cuota de autónomos?
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Si no estás completamente consolidado como profesional individual, es realmente complicado que puedas pagar alrededor de 300 euros al mes por este concepto. Es aquí cuando muchas personas se plantean la necesidad de facturar sin ser autónomos.
La posibilidad de facturar sin cotizar
Sí, es posible que factures sin estar inscrito en el régimen de autónomos, pero esta afirmación no debes considerarla como una generalización. Es necesario que cumplas ciertos requisitos básicos, que en algunos casos caen también en una cierta ambigüedad legal. Por lo tanto, es necesario que los conozcas bien.
Puedes facturar como persona física, dependiendo esencialmente de la habitualidad con que realizas los trabajos que debes facturar. Si no es un trabajo que encaje con una periodicidad considerada como “normal” en un empleado, puedes emitir una factura sin estar inscrito en el régimen de autónomos. De todos modos, ten en cuenta que se trata de un concepto muy relativo, que ha llevado a que en algunos casos se haya acabado decidiendo la legalidad o no de una facturación en los juzgados. A raíz de esto, se han establecido 3 requisitos para facturar sin ser autónomo:
- Que la actividad a facturar no sea la ocupación principal del trabajador.
- Que no se realice de manera habitual.
- Que los ingresos sean inferiores al Salario Mínimo Interprofesional.
De todos modos, es importante señalar que, de forma estrictamente legal, siempre deberías estar dado de alta como autónomo para facturar. Estos requisitos son un vacío legal que puedes usar en tu beneficio en un caso así.
Opciones para facturar
Si estás pensando en facturar un trabajo sin haberte dado de alta en el régimen de autónomos, una primera opción que hay que tener en cuenta es facturar todo el trabajo que vas a hacer en solo unos meses. Durante este tiempo, puedes darte de alta y pagar tu cuota. Eso sí, debes tener cuidado de hacer constar conceptos generales en la factura, para que la Agencia Tributaria no te dé problemas al ver que son tareas hechas durante un período de tiempo más largo.
Otra opción que puedes valorar es recurrir a cooperativas de facturación, las cuales unen a profesionales para un proyecto puntual en común. En este caso, será la cooperativa la que gestionará tu alta y baja de la Seguridad Social, así como la facturación. De todos modos, esto implica que no cobrarás hasta que se haya recibido el pago del cliente. En la actualidad, ya no hace falta ni que busques socios para crear una cooperativa. Existen muchas de ellas, y de diversas variantes. Ten en cuenta que, si formas parte de una de ellas, tendrás que hacer frente a algunos gastos, pero siempre serán mucho menores que la cuota mensual de autónomos.
Finalmente, también puedes darte de alta solamente en Hacienda, presentando el modelo 037/036. Esto implica presentar autoliquidaciones de IVA e IRPF, pero debes saber que una conexión entre esta organización y la Seguridad Social podría hacer que se detectase tu caso.
De todos modos, debes tener presente que facturar sin estar dado de alta en el régimen de autónomos puede afectar a la cotización que estés llevando a cabo para tu jubilación.
Sanción por facturar sin ser autónomo
Ten en cuenta que facturar de esta manera, y sin cumplir ninguno de los requisitos establecidos, puede ser causa de sanción.
Si tu caso es detectado en una Inspección de Trabajo, podrías tener que pagar por todos los meses que llevas haciendo la actividad, y a esta cifra deberías sumarle un recargo del 20%. A esto, tienes que añadirle que no podrías acogerte a ninguna bonificación disponible en el sistema.
El mito de los 3.000 euros
Si te estás planteando facturar por tu trabajo sin pagar la cuota de autónomos, seguro que has oído alguna vez que se puede hacer si la cifra que hay que cobrar no supera los 3.000 euros. Se trata de una creencia errónea, que es necesario desmentir para evitarte problemas en este sentido.
El origen de este mito se centra en el impreso fiscal para empresas y profesionales en el que debe especificarse a la Agencia Tributaria con quién se ha tenido relaciones comerciales por un valor superior a los 3.000 euros. Partiendo de esta idea, algunas personas que quieren facturar pero no pueden darse de alta de autónomos piensan que, si no llegan a los 3.000 euros, no tendrán ningún problema en este sentido. Se trata, en realidad, de una facturación ilegal que puede ocasionarte consecuencias muy negativas.
Cantidad que hay que facturar
La verdad es que existe una laguna legal en cuanto al dinero que se puede facturar sin estar dado de alta formalmente como trabajador por cuenta propia. Algunas sentencias consideran que, si no recibes un importe equivalente al salario mínimo interprofesional y no realizas la actividad de forma habitual, en principio no puedes vivir de este trabajo. Por lo tanto, en teoría, no tendrías que cotizar a la Seguridad Social con estas cuotas. De todos modos, tampoco estamos hablando de un requisito legal establecido. En consecuencia, este concepto puede interpretarse de manera subjetiva en cada Inspección de Trabajo.