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En los océanos existe un fenómeno silencioso, rápido e implacable, los expertos han demostrado que los océanos se están volviendo más ácidos y que esto ocurre a una velocidad inesperada, mucho mayor de la que antes nos tenía acostumbrados.
Podría parecer irrelevante un cambio en la acidez del mundo marino y sin embargo resulta una muy mala noticia y no solo para las especies que lo habitan sino para todo el planeta Tierra. La acidificación de los océanos es hoy en día un problema para los corales, las otras y otras criaturas que son sensibles a los cambios del equilibrio ácido del océano.
Aquí hay un único culpable y es el dióxido de carbono, la huella que dejamos los seres humanos en el planeta ha ido aumentando las consecuencias de un fenómeno crítico. En este post te contamos qué es la acidificación de los océanos, cómo está afectando al agua y cuáles son sus graves consecuencias. Además, posibles soluciones que pueden marcar la diferencia.
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¿Qué es la acidificación de los Océanos?
La acidificación de los océanos es un proceso causado principalmente por la absorción de dióxido de carbono (CO2) por parte de los mares y océanos de nuestro planeta. Cuando el CO2 se disuelve en el agua, se forma ácido carbónico, lo que disminuye el pH del agua, volviéndose más ácida.
Esto no deja de ser pura química. Cuando el dióxido de carbono se disuelve en el agua salada, se da esta reacción química en la que se aumenta la acidez con el tiempo, que se conoce como el ácido carbónico que libera hidrógeno y bicarbonato. Cuanto más hidrógeno, más ácida se vuelve el agua.
Y no, no se trata de un ciclo natural, los expertos e investigadores han demostrado que el aumento de los combustibles y del CO2 está relacionado con este fenómeno, que no solo se ha estudiado sino que se ha observado, haciendo pruebas y estudios que demuestran que la contaminación es la principal causa de la acidificación de los océanos.
¿Cómo ocurre la acidificación del agua?
La acidificación de los océanos es una consecuencia directa de la actividad humana. La quema de combustibles fósiles es uno de los principales responsables del aumento de la acidificación de los océanos, así como la deforestación. Cuando se corta o se quema un bosque, se libera todo el carbono que estaba almacenado en el aire. Pero además, hay otros factores que contribuyen a agravar este desastre ambiental:
- Emisiones de CO2: La quema de combustibles fósiles, la deforestación y la industrialización liberan grandes cantidades de CO2 a la atmósfera. Una parte significativa de este CO2 es absorbida por los océanos.
- Contaminación: La contaminación del agua también puede contribuir a la acidificación. La liberación de productos químicos tóxicos y desechos industriales puede agravar el problema.
- Agricultura y desperdicio de nutrientes: La escorrentía agrícola puede transportar nutrientes en exceso a los océanos, lo que favorece el crecimiento de algas que, al morir, contribuyen a la acidificación.
Consecuencias de la acidificación de los océanos
La acidificación de los océanos tiene un impacto devastador en los ecosistemas marinos y en la vida humana. Y lo que es aún peor, la velocidad con la que se agrava es alarmante por el impacto que ya se observa en los ecosistemas marinos y oceánicos.
La cuestión medioambiental es nuestra responsabilidad. Y no solo por ser los principales causantes, sino porque seremos víctimas de nuestro propio hacer. La acidificación de los océanos es un ejemplo más de lo que nos puede pasar si no tomamos medidas paliativas: la cadena alimentaria, el agua y la tierra se resentian. Una parte significativa de la economía depende de mares y océanos, con lo que se calculan grandes pérdidas a nivel mundial. Te enumeramos algunas de las consecuencias más notables :
Daños en los arrecifes de coral
Los arrecifes de coral son particularmente vulnerables a la acidificación, ya que los esqueletos de coral están compuestos de carbonato de calcio, que se disuelve en aguas ácidas.
Amenaza para la vida marina
Muchos organismos marinos, como moluscos, equinodermos y algunos tipos de plancton, dependen del carbonato de calcio para construir sus conchas y esqueletos. La acidificación puede debilitar estas estructuras, afectando su supervivencia.
Impacto en la pesca
La acidificación puede afectar a las especies de peces al perturbar la cadena alimentaria marina. Esto puede tener un impacto negativo en la pesca, que es una fuente importante de alimento y empleo en muchas partes del mundo.
¿Qué podemos hacer para mitigar la acidificación?
La acidificación de los océanos es un desafío global que requiere una respuesta colectiva. Científicos y expertos predicen que cerca del 90% de los océanos del mundo estarán más calientes y serán más ácidos que nunca. Para el año 2100, el pH de la superficie del océano podría descender hasta mínimos históricos, en los que se vuelve corrosivo y lo puede ser especialmente en zonas sensibles del planeta como el océano Ártico.
Aún así no está todo perdido, todavía se puede paliar este fenómeno y evitar las sangrantes consecuencias. Aquí hay algunas acciones que podemos tomar:
- Reducir las emisiones de CO2: Una de las medidas más importantes es reducir las emisiones de CO2, ya que esto disminuirá la cantidad de CO2 que los océanos absorben.
- Fomentar la sostenibilidad: Apoyar prácticas sostenibles en la pesca y la agricultura, reduciendo la escorrentía de nutrientes y la contaminación del agua.
- Investigación y concienciación: Promover la investigación sobre la acidificación y educar a la sociedad sobre su importancia es esencial para tomar medidas efectivas.
Conclusión
La acidificación de los océanos es un desafío ambiental crítico que debemos abordar de manera urgente. Comprender qué es la acidificación, cómo afecta al agua y cuáles son sus consecuencias nos brinda la base para tomar medidas. La mitigación de la acidificación requiere un esfuerzo global y un cambio en la forma en que vivimos y hacemos negocios. Al tomar medidas para reducir las emisiones de CO2 y promover prácticas sostenibles, podemos marcar la diferencia en la preservación de nuestros océanos y, en última instancia, en la salud de nuestro planeta.