Tabla de contenidos
Todos hemos oído hablar del comercio justo, pero ¿realmente sabemos qué significa y cuáles son sus principios y beneficios? Para entenderlo bien vamos a hacer un repaso por la historia del comercio justo y todo lo que representa hoy en día.
El comercio justo es un sistema comercial alternativo y solidario, cuyos objetivos son el desarrollo de los pueblos y la lucha contra la pobreza. Para ello, es necesario contar con unos salarios y condiciones laborales adecuados, la igualdad entre mujeres y hombres, que no haya explotación infantil o que se respete el medio ambiente.
Historia del comercio justo
Este movimiento lo originaron los artesanos en los años 40 del siglo pasado en Estados Unidos, buscando competir con los precios de los mercados internacionales. Pero su fuerza se comenzó a apreciar en 1964, cuando los países empobrecidos no demandaban ayuda, sino comercio, originando la creación de una serie de tiendas solidarias.
Ya en España, las primeras iniciativas surgieron en 1986 en Córdoba y San Sebastián. Fue muy importante su aceptación, difusión y el incremento de las ventas para conseguir apoyos institucionales y legales.
Qué es el comercio justo
Todos los productos que se derivan de este tipo de comercio deben cumplir unos principios básicos, que conocerás un poco más adelante. Pero el objetivo principal es cambiar las reglas del comercio internacional, mejorar el acceso al mercado de los productores más desfavorecidos y minimizar las desigualdades del planeta.
¿Cuáles son los principios del comercio justo?
La Organización Mundial del Comercio (OMC) establece 10 principios que deben ser cumplidos por las organizaciones que trabajan en comercio justo:
- Crear oportunidades para productores en desventaja social y económica.
- Establecer relaciones comerciales solidarias y estables respetando los principios democráticos, de rendición de cuentas y transparencia.
- Asignar un precio justo que garantice la sostenibilidad del negocio.
- Rechazar el trabajo forzoso y la explotación infantil.
- Fomentar la no discriminación por cualquier motivo (raza, clase, nacionalidad, religión, discapacidad, género, etc.).
- Impulsar el desarrollo de las habilidades de las personas más vulnerables y desfavorecidas.
- Los actores involucrados también promueven los valores del comercio justo.
- Garantizar unas condiciones de trabajo dignas.
- En el centro de la relación económica están los seres humanos, no la maximización de las ganancias.
- Defensa de la sostenibilidad ambiental en la cadena comercial.
Cómo saber si un producto es de comercio justo
Hay multitud de productos que consumes a diario que provienen del comercio justo, pues las marcas buscan dar respuesta a las preocupaciones de sus consumidores. La gama de alimentación es la que más ha crecido en este sentido, aunque también el sector cosmético y de la salud.
Tanto si compras en un supermercado u online, se han creado una serie de sellos que confirman la procedencia del producto que tienes en tus manos o en la cesta de la compra. El más habitual es el sello Fairtrade, de la Organización Internacional de Certificación de Comercio Justo, que se encarga no solo de certificar sino también de promover el comercio justo en diferentes países.
Existen otros sellos que son, principalmente, la versión de Comercio Justo de otros sellos de calidad o ecológicos que ya existían, como por ejemplo Naturland Fair o Ecocert Fair.
Así pues, la próxima vez que vayas a comprar alimentos, ropa, café o cualquier otro producto, fíjate bien en el sello que llevan y así sabrás que estás contribuyendo al comercio justo. Sencillo, ¿verdad?