El doctor Jeroen Nieboer realiza sus investigaciones en el campo de la economía y las finanzas en la prestigiosa The London School of Economics and Political Science (LSE). Su investigación se centra principalmente en cómo las personas tomamos decisiones financieras y por qué en este proceso se opta en ocasiones por el camino equivocado.
En una conversación con el blog de VidaCaixa, el doctor Nieboer ha explicado los puntos clave de un estudio publicado recientemente en LSE acerca de cómo afectan diversos elementos psicológicos a nuestra relación con el dinero. Según este investigador se pueden establecer seis puntos en los que nuestra psique afecta a cómo nos relacionamos con el dinero. Son los siguientes:
1.- Sobrecarga cognitiva: Se trata de la situación en la que una persona tiene muchas cosas en la cabeza, ya sea por el trabajo o la falta de él o por cuestiones familiares. Según la investigación, es en estos momentos donde tomamos las peores decisiones en cuanto al dinero. “Cuando estamos en esta situación tendemos a buscar la solución más simple para nosotros aunque no tiene por qué ser la mejor a medio/largo plazo”, explica Nieboer al blog de VidaCaixa.
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2.- Brecha de empatía: Se trata de aquellas situaciones en las que no pensamos fríamente la decisión que debemos tomar. “Se crea un conflicto de intereses entre tú y el momento en el que estás a punto de tomar una decisión acerca de tu bienestar financiero a largo plazo”, especifica Nieboer. “Puedes estar cansado, hambriento o lo que sea y tomas decisiones que no son buenas para ti y terminas por arrepentirte. Es decir, hay una brecha entre lo que sabes que es bueno para ti y lo que quieres”, añade.
3.- Exceso de confianza y optimismo: Es un punto muy sencillo de explicar y muy común. “Tendemos a pensar que nos subirán el salario, que todo irá siempre hacia arriba económicamente y que no hay límite”, explica el investigador. Por esta razón, al pensar de este modo, se toman malas decisiones en cuanto al dinero que nos pueden afectar a largo plazo.
4.- Gratificación instantánea: Queremos una cosa ahora y no más tarde. “Muchas veces para ello pagamos un precio más elevado del que realmente es. No pensamos en las consecuencias a largo plazo”, explica Nieboer.
5.- Hábitos: Las personas a menudo tenemos una manera determinada de gastarnos el dinero. Muchas veces lo hacemos regularmente y sin darnos cuenta de que se ha convertido en una costumbre a la que no le planteamos una alternativa. A veces, como en el caso de las apuestas o otro tipo de cuestiones relacionadas con el juego, estos hábitos pueden ser muy difíciles de cambiar.
6.- Influencia social: Existe influencia social que es buena y otra que no en relación al dinero. “Hay gente que te ayuda a tomar decisiones de manera positiva acerca de cómo gastar dinero y otra que no”, puntualiza Nieboer. Por ejemplo, todos conocemos o hemos vivido cerca, el caso en el que se muestran signos externos, como un coche o prendas de vestir caras que no se pueden permitir, para dar una determinada sensación a su entorno social.