No están todas las que son. Ni mucho menos. Pero posiblemente sí son todas las que están: películas que nos van a ayudar a aceptar el paso del tiempo poniendo el foco en una actitud positiva. Con el paso de los años vamos perdiendo la ilusión que, siendo niños, teníamos por las pequeñas cosas, y, frecuentemente, el proceso de madurar y de “hacerse mayor”, como solemos decir, viene acompañado de situaciones que nos alejan de lo que realmente nos hace vibrar y de lo que nos hace felices. A veces, es de gran ayuda un estímulo externo que conecte con aquello que somos, con esas ilusiones, esperanzas y sueños que todos tenemos, para volver a despertar en nosotros una chispa de optimismo y vitalidad.
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El cine nos muestra situaciones con las que nos podemos sentir identificados y puede actuar como un espejo de lo que somos y sentimos. ¿Quién no ha salido alguna vez del cine con un “chute” de energía positiva y con ganas de sonreírle al mundo?
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Te invitamos a siete estrenos de cine. Si has visto alguna de estas películas y recuerdas las buenas sensaciones que te dejó, puedes recomendarla a quien creas que unas risas, una historia emotiva y un mensaje de optimismo pueden ser de ayuda. No todas son comedias, pero lo que sí tienen en común es que nos transmiten una mirada positiva de la vida, aunque ésta a veces traiga consigo momentos difíciles.
- Inside Out
Empezamos con la película más reciente. Son dibujos animados, pero es mucho más que una película infantil. Es un retrato de las emociones básicas e innatas, contadas a través de unos personajes que todos conocemos: Alegría, Tristeza, Miedo, Desagrado y Furia. A través de la protagonista, una joven adolescente, vemos lo que sucede en su mundo emocional cuando vive una situación personal compleja. Imprescindible para acercarnos un poco más al complejo mundo emocional y valorar, incluso, la importancia y necesidad de algunas emociones de las que a veces huimos y evitamos, como la tristeza.
- Pequeña Miss Sunshine
El ejemplo de una familia entrañablemente imperfecta pero que permanece unida ante situaciones difíciles. Un canto a la autenticidad y a aceptar a cada uno como es. La protagonista, una niña ilusionada con ganar un certamen de belleza en EE. UU., se embarca en un viaje con su familia hasta California en una destartalada furgoneta que les acompañará durante toda su aventura. Para esos momentos en los que la vitalidad brilla por su ausencia, esta película y su música nos dan motivos suficientes para recuperarla. Recomendable verla tantas veces como uno desee.
- En busca de la felicidad
Una película que cuenta la historia real de Chris Gardner, un padre de familia que se enfrenta a situaciones personales muy difíciles, pero que nunca pierde la confianza en sí mismo y su espíritu de lucha para conseguir una vida mejor para él y para su hijo. Un poderoso mensaje de resiliencia, fortaleza personal y capacidad para lograr los objetivos de vida que uno se marca, así como de la libertad para escoger qué camino tomar. Inspiradora y una muestra de que, muchas veces, la realidad supera la ficción.
- Intocable
Un canto a la vida. Una historia basada en hechos reales que explica cómo se cruzan las vidas de Driss, un joven con antecedentes penales proveniente de un barrio marginal, y Philippe, un millonario paralítico que busca a alguien que le cuide, cansado de encontrarse con cuidadores que sienten lástima de él. Emotividad, humor y energía positiva a raudales, sin caer en la lágrima fácil ni dejarse llevar por unas dosis excesivas de edulcorante que, a veces, caracterizan este tipo de historias. Una película ideal para recordarnos la importancia de las relaciones humanas.
- Amélie
Puede verse como un cuento para adultos, una película que desborda imaginación y fantasía y que contagia entusiasmo, vitalidad y generosidad. Una joven camarera llamada Amélie decide cambiar su vida tras dos acontecimientos que le marcan profundamente: la muerte de Lady Di y el hallazgo de una misteriosa caja que encuentra en el baño de su casa. A partir de ese momento, Amélie se embarcará en una aventura en la que ayudar a los demás a ser felices será su objetivo.
- Invictus
“Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.” Una de las frases del poema Invictus, del poeta inglés William Ernest Henley, que aparecen en la película que lleva el mismo nombre. Morgan Freeman, interpretando a Nelson Mandela, lo recita mientras está en la cárcel, y refleja una declaración de intenciones y una actitud ante las dificultades de la vida. La película se centra en el momento en que Nelson Mandela sale de la cárcel y llega al poder en Sudáfrica. Su sueño va a ser vencer el apartheid y en el deporte va a encontrar un gran aliado. Un ejemplo de cómo vencer dificultades que vemos insalvables, gracias a la confianza en uno mismo y en nuestras convicciones y capacidad para hacer lo que nos propongamos.
- Elsa y Fred
Rompiendo estereotipos sobre la vejez y el amor en la edad madura. Elsa, de 82 años, y Fred, un hombre viudo algo más joven que ella, se conocen en un momento en el que él ya lo da todo por perdido y ella aún quiere hace realidad un sueño que persigue desde niña. La historia de dos personas que aprenden a vivir con intensidad y plenitud la madurez. Imprescindible para recordarnos lo importante que son el cariño, la ternura, la ilusión y las ganas de vivir.
Si quieres profundizar en el cine y las emociones, el libro Cineterapia, de Francesc Miralles, presenta 35 películas inspiradoras y cómo pueden influir en nuestro estado de ánimo. Además del cine hay muchas otras formas de canalizar las emociones. La música es una de ellas. Por eso, también te animamos a que busques aquello que te hace sentir mejor, lo que te transmite energía positiva, lo que hace que te sientas mayor, y no viejo (¡muy diferente!), y lo que, en definitiva, hace que vivas el paso del tiempo como una manera de madurar y acumular experiencias positivas.