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Hace tan solo unos años, las palabras ‘influencer’, ‘youtuber’ o ‘tiktoker’ nos sonaban a chino. Hoy en día, forman parte del vocabulario del día a día, sobre todo en el caso de los más jóvenes. Las nuevas tecnologías, plataformas y formas de relacionarse han traído nuevas profesiones, que son ya las mejor pagadas en el mundo del marketing y la publicidad.
Al final, los consejos de un ‘influencer’ se consideran igual de válidos que los de nuestros amigos o familiares. Por eso, las grandes empresas y marcas han visto una oportunidad en estos jóvenes que se dedican a hablar, opinar y recomendar cosas en sus redes sociales. Y los usuarios de a pie, generalmente consumidores de redes sociales, sueñan con convertirse en influencers, un trabajo que puede parecer perfecto. Las escuelas lo saben y ya hay incluso cursos especializados para convertirse en influencer. Pero, ¿es realmente esta una profesión con futuro?
¿Profesiones con futuro?
Cada vez más agencias y marcas buscan colaborar con influencers para sus estrategias de marketing. Estos nuevos perfiles profesionales son muy valiosos e influyen más en las ventas que cualquier otra forma de publicidad. Son jóvenes, frescos, novedosos e interactúan directamente con los usuarios, sus seguidores. Además, tienen un poder muy importante: se han ganado la confianza de su audiencia poco a poco, desde la cercanía y la sencillez. Y es que cada vez más jóvenes y adolescentes tienen acceso a un teléfono móvil a una edad más temprana..
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Son capaces de crear historias, de conectar con el usuario y, de esta forma, son los mejores vendedores para las marcas. Sin embargo, cada influencer tiene su audiencia, dependiendo del grupo de edad, de los intereses e incluso de la red social.
Los influencers son valiosos para las marcas porque, con una sola inversión, se pueden conseguir ventas al instante (en mayor o menor medida, dependiendo del alcance del influencer). Esto es algo que hace unos años, con la publicidad tradicional, costaba tiempo y mucha inversión.
Ahora bien, ¿podría considerarse una profesión de futuro ser influencer? Depende. Más precisamente ya podemos hablar de profesión del presente. Está claro que el modelo funciona, vende y las marcas están muy interesadas. La profesión de influencer se ha convertido en una de las mejor pagadas de los últimos años y cada vez más jóvenes buscan hacerse un hueco en este sector tan competitivo. Pero, al ser un empleo tan reciente y cambiante, es muy atrevido hacer previsiones sobre su estabilidad en el tiempo.
Tipos de influencers
Ya lo hemos comentado, no existe un solo tipo de influencer que vaya a hacer crecer cualquier marca o vender cualquier producto en masa. Hay influencers que se dedican exclusivamente a su perfil de red social y a promocionar y hacer publicidad para marcas, los hay de gran alcance, de medio o bajo, los hay que solo utilizan las redes sociales como fuente extra de ingresos, paralelamente a otra profesión…
El mundo de la influencia es cada vez más amplio y en él caben muchos tipos de perfiles distintos. Veamos los tipos de influencers que existen según su tamaño, alcance y audiencia.
Megainfluencers
Es un perfil similar al de los famosos, personas como cantantes, actores, futbolistas, a los que sus trabajos convierten en celebridades. Los megainfluencers se han hecho muy conocidos y populares por su alcance en las redes sociales, y pueden tener más de un millón de seguidores. Son muy útiles para las marcas en campañas para potenciar su imagen o algún nuevo lanzamiento.
Macroinfluencers
Son referentes, tienen un gran poder de persuasión y cuentan con una comunidad más limitada que los megainfluencers, pero en ocasiones más fiel. Conectan con su audiencia día a día, contando, aconsejando u opinando sobre todo tipo de asuntos o productos.
Cuentan con cientos de miles de seguidores a los que narran su vida diaria y tienen ese punto de cercanía que se pierde un poco con los megainfluencers.
Microinfluencers
Los microinfluencers suelen tener decenas de miles de seguidores y tienen una relación más estable con determinadas marcas, se interesan por ellas y puede que sean incluso clientes habituales. Normalmente las campañas que realizan no son pagadas y es la marca quien les paga en especias, es decir, les regalan los productos que vayan a promocionar.
Nanoinfluencers
Por último, encontramos la categoría más baja dentro de los influencers. Los nanoinfluencers cuentan con miles de seguidores y aunque su público es más limitado, suele ser muy fiel. No ven las redes sociales como un trabajo ni como una fuente de ingresos, por lo que su contenido es menos comercial y más de a pie.
Quizá por eso las marcas están empezando a interesarse más por ellos ya que, a pesar de que no tengan tanto alcance, sí cuentan con mucha credibilidad para su audiencia.
Influencers, ¿la profesión del futuro? Conclusiones
Con todo, los influencers son, en pocas palabras, una potente y eficaz herramienta de marketing. Actualmente estamos viviendo la primera generación de influencers, por lo que es complicado adivinar lo que ocurrirá en un futuro con esta profesión. Puede que evolucionen, puede que desaparezcan o puede que este modelo publicitario se mantenga en el tiempo y tenga un largo recorrido.
Lo que está claro es que es una profesión para la que difícilmente podemos formarnos. Convertirse en influencer conlleva una combinación de factores entre los que están tener suerte, carisma, recursos y mucha dedicación. Saber conectar con la audiencia, ser responsable en lo que se comparte, crear contenido de calidad que genere interés y otros muchos factores que probablemente no están en nuestras manos. Quizá la mejor manera de llegar a vivir de las redes sociales sea tomarlo como un hobbie, conocer muy bien los canales y hacerlo de manera desinteresada, cercana y apasionada. Y es que, aunque parezca curioso, los primeros influencers ni siquiera sabían que esa palabra se convertiría en su profesión.