“¿Puede permitirse un país que sus mayores tengan una caída de poder adquisitivo del 40% en el momento en que se jubilen y, por tanto, reduzcan su consumo? Eso para la economía es horroroso, porque va a ser la capa más grande de la población”. Así de claro se muestra Tomás Muniesa, consejero delegado de VidaCaixa, en una entrevista en Actualidad Aseguradora, cuando reflexiona acerca del futuro de las pensiones en España.
“Todo esto –señala Muniesa en relación al futuro de las pensiones– es una discusión sobre cuánto dinero tenemos en este país y en qué nos lo gastamos: en pensiones, en educación, en sanidad, en infraestructuras… Esa es la diferencia política. Unos partidos lo quieren gastar más en unas cosas y otros en otras. Al final, de esta discusión sale cuánto tenemos para pensiones. Lo normal es que el Estado pague el mínimo de subsistencia. ¿Cuánto es eso? ¿El salario mínimo? ¿Dos veces el salario mínimo?”, se pregunta el consejero delegado de VidaCaixa, que aporta como ejemplo el caso de Inglaterra.
“Allí, cuando un señor empieza a trabajar, la empresa tiene la obligación de informarle de que el ahorro a largo plazo es muy bueno, y tiene que poner a su disposición la posibilidad de hacer un plan de pensiones. Hace unos años cambiaron la norma, y ahora la empresa tiene la misma obligación pero, además, el primer mes que este señor trabaja, el 1% de su salario, para los salarios de más de X libras, lo tienen que poner en un plan. A los 3 meses, si el empleado no quiere, puede darse de baja. El 90% sigue”, detalla.
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Muniesa, a lo largo de la conversación con la publicación especializada en el sector del seguro, destaca la importancia del ahorro con el objetivo de garantizar una pensión acorde con las expectativas de vida de cada uno. “Si las pensiones de la Seguridad Social, para la mayor parte de los salarios, son ahora el 90% del salario en activo, y van a pasar a ser el 65% o el 60%, la gente necesitará cubrir esa diferencia. Para ahorrar esos porcentajes no hace falta más que ponerse como meta un 2% durante toda la vida, con eso es suficiente”.
Y es que, en su opinión, “[al cliente] hay que hablarle, poner los temas encima de la mesa, decirle que, cuando llegue a los 65, va a tener una pensión de la Seguridad Social y, si no es suficiente para él, tiene que ahorrar, y hay que explicarle cómo vamos a hacer ese ahorro”.
Es en este punto en el que entran opciones como el ahorro recurrente o las rentas vitalicias. En relación al primero, Muniesa explica que “se puede empezar con poco (20 o 30 euros al mes), pero ya empiezas, porque luego, a largo plazo, es mucho dinero. Hay que acostumbrarse a ahorrar”. En cuanto al segundo, “las rentas vitalicias son un instrumento muy razonable para una parte del dinero, ya que te aseguran un importe para siempre y eso da tranquilidad”, señala.
Muniesa también explica las innovaciones que VidaCaixa está haciendo en otras ramas del negocio, como en los seguros Vida Riesgo, y pone como ejemplo “un seguro de 100.000 euros que, en caso de cáncer, permite cobrar los primeros 50.000 euros para hacer frente a los gastos de la enfermedad, y los otros 50.000 quedan como seguro de Vida”. “Cuando los tipos de interés están muy bajos, hay que buscar productos que cubran las preocupaciones y necesidades de los clientes en estos momentos”, indica Muniesa.
En cuanto a las proyecciones de futuro de VidaCaixa, Muniesa se muestra esperanzado. “El sector asegurador, si tiene los productos apropiados, debería crecer mucho en los próximos 15 años. Estoy seguro de que el ahorro a largo plazo en los próximos 20 años va a tener un boom espectacular; si es en seguros o no, dependerá de la habilidad de los aseguradores, de la legislación…”. El consejero delegado de la compañía pone en valor los “11.000 millones alcanzados este año entre pensiones y seguros” y augura nuevos crecimientos para próximos ejercicios.
¿Cómo valora los próximos años en el sector asegurador? Muniesa hace la siguiente reflexión: “Hay que hacer productos diferentes, buscar alternativas para el cliente. Si se persigue una inflación del 2%, eso significa tipos a corto plazo cercanos al 2% y a largo plazo entre el 3% y el 4%. No es la situación de hoy, pero vamos hacia esa idea. Ahora se están manteniendo bajos artificialmente, porque se quiere reanimar la economía, pero a medio plazo la cosa cambiará”.
Por último, el consejero delegado de VidaCaixa destaca que su compañía fideliza clientes para CaixaBank –“si tienen varios seguros son más fieles, más rentables”– y señala que el negocio de la compañía que dirige “está en nuestro ADN” y que consume “el mínimo capital posible”.
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