Cuidarse durante la juventud, la etapa adulta y la madurez es uno de los secretos para llegar a la etapa de la jubilación de la mejor forma posible. Una buena alimentación acompañada de una vida activa y rodearte de los tuyos son los ingredientes para una receta perfecta. No obstante, como para elaborar muchos ricos platos, existe un ingrediente que no puede faltar y que garantiza su éxito: tener un proyecto es clave para alargar la vida. Así lo explicaba el cardiólogo Valentín Fuster.
“La existencia de un propósito, un proyecto de vida, son cosas determinantes para alcanzar el bienestar”, explica el director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y añade que también se tiene en cuenta el estado de satisfacción personal, profesional y familiar para medir el bienestar personal.
La jubilación puede ser una de las mejores etapas de la vida si la preparamos con tiempo y pensamos qué actividades nos gustaría realizar. Además, tal y como explica la psicóloga María Dolores Ortiz, es fundamental mantenerse activo “jubilarse del trabajo no quiere decir jubilarse de la vida”.
Haz tu simulación: Descubre el plan de ahorro ideal para tu futuro.
¿Pero puede una persona cualquiera conseguir vivir la jubilación ideal? Un buen ejemplo de que sí es posible es Olga Palau, quien sus 85 años sigue dando clases de gimnasia a adultos en el centro cívico Can Castelló de Barcelona. En el blog de VidaCaixa os hablamos hoy de esta catalana nacida en 1930, que tras más de sesenta años dedicados a enseñar educación física a pequeños y mayores decidió apostar por su pasión.
“Después de más de 40 años dedicados a enseñar educación física en colegios y universidades llegó la jubilación y pensé: ¿qué haré yo ahora?, ¡qué aburrimiento! Decidí acudir a un centro cívico para ofrecerme como voluntaria. Al principio me ofrecieron hacer acompañamiento a personas mayores, pero al enterarse que había sido profesora de gimnasia decidieron probar en ofrecer cursos de estiramientos y deporte para personas mayores. Y de eso hace ya veinte años”, explica Olga a Vidacaixa.
Después de estas dos décadas dedicadas a su pasión, aún no se ha cansado. Sigue reinventándose y proponiendo nuevas actividades: “Hace cuatro o cinco años se me ocurrió, después de darme cuenta que la gente que venía a mis sesiones era cada vez más mayor, ofrecer una clase de psicomotricidad, fisioterapia y psicoterapia para las personas que han pasado una enfermedad y que tienen dificultades de movimiento. Sin tener que cambiarse, sentados en una silla, pueden hacer algo de ejercicio”.
Para Olga, la mayor satisfacción para continuar con las clases después de cumplir los ochenta años es ver cómo salen sus alumnas de las sesiones: “La gente viene porque al salir se siente mejor, llegan cansadas y salen contentas porque se han movido”.
Y Olga no es el único ejemplo. Miquel Pucurull corre desde hace 30 años y ya ha cumplido 76. En un artículo de opinión en la revista Running explica: “Quisiera reivindicar que a una edad avanzada se pueden hacer cosas. Sólo hay que proponérselo. Tengo suerte. Mantengo ilusiones y proyectos”, apunta Pucurull y hace hincapié en lo que anunciaba Fuster en su estudio: si tienes proyectos vivirás más y mejor.
Conseguir una jubilación activa y feliz está en nuestras manos. Es tan fácil como encontrar tu pasión, llevarla a cabo y reinventarte cada día. ¿A qué esperas para conseguir tus sueños?