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Si todos ponemos nuestro grano de arena, el consumo de plástico en nuestros hogares se puede (y debe) reducir. A continuación te mostramos una serie de trucos y recomendaciones para reducir el uso de plástico a diario.
1. Utiliza bolsas reciclables
El objetivo es evitar todo tipo de bolsas de plástico, desde las que usan los supermercados hasta las que nos dan para pesar la fruta y verduras. Para ello, lo más fácil es contar con algunas bolsas de tela para usar en nuestra compra diaria. Cuando se trata de la fruta y verdura, es conveniente acudir a establecimientos que cuentan con bolsas de papel y, en caso de que no sea posible, intentar pesar el producto sin bolsa para dejar de acumular estas bolsas de nylon o poliéster que son derivados del petróleo y pueden tardar hasta 500 en desintegrarse. Un buen truco es llevar siempre una bolsa de tela con nosotros o en nuestro medio de transporte.
2. Evita mascar chicles
La gran mayoría de chicles que consumimos contienen plástico en su composición. Existen tecnologías para reciclarlos, pero no son muy comunes. Por ello, y también para mejorar tu salud, es mejor evitar mascar chicles.
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3. Opta por comprar cajas en vez de botellas
Compra detergente y lavaplatos en cajas en lugar de botellas de plástico. Este cartón es fácilmente reciclable.
4. Compra alimentos a granel
Comprar a granel es más barato, ecológico y responsable. Cada vez es más común y fácil encontrar establecimientos (incluso supermercados) que ofrecen venta a granel de arroz, pasta, legumbres, frutos secos y cereales usando tus propios envases o bolas de papel. De esta manera, aparte de reducir el residuo de plástico y otros envases, compramos la cantidad justa que necesitamos y reducimos el desperdicio.
5. Reutiliza los envases de vidrio
Es importante tener esto en cuenta a la hora de comprar bebidas, líquidos o legumbres. El vidrio es el único material 100% reciclable Solo con tres botellas recicladas, ahorramos la energía suficiente para poder cargar la batería de un smartphone durante un año
6. Evita los alimentos congelados
Los alimentos envasados y congelados generan gran cantidad de residuos plásticos. Incluso los envases de cartón suelen estar recubiertos de una fina capa de plástico.
7. Utiliza los restos orgánicos para crear abono
Para evitar llenar las bolsas de basura debemos empezar a seleccionar los residuos que podemos reciclar o a los que podemos dar una nueva vida. En el caso de los restos orgánicos, una buena idea es acumularlos y crear abono para nuestras plantas.
8. Evita los envases desechables
Si nos paramos a pensar, es probable que cada día utilicemos muchos envases desechables (café para llevar, cubiertos y vasos de plástico…). Por ejemplo, un empleado de oficina usa una media de 400 vasos desechables al año. Si optamos por alternativas como usar nuestros propios envases reutilizables estaremos reduciendo el gasto de plástico de manera considerable.
9. Deja de usar pajitas y botellas de plástico
En España se consumen más de 13 millones de pajitas de plástico al día. De un solo uso, pueden tardar hasta 500 años en desintegrarse.
Por otro lado, el consumo de agua embotellada produce un millón y medio de toneladas de residuos plásticos al año. Si sustituimos la compra de estas botellas por agua filtrada u otros servicios contribuimos a reducir esa cifra.
10. Usa utensilios de madera o metal.
En la cocina y otras tareas del hogar es importante tener la conciencia de evitar el plástico: desde los utensilios de cocina a las pinzas de la ropa.